Netflix ha estrenado esta semana un nuevo true crime del equipo responsable de El timador de Tinder. El caso comienza en marzo de 2015, cuando Denise Huskins fue secuestrada por unos atacantes que entraron en su piso y dejaron a su novio, Aaron Quinn, drogado, atado y vendado. Después de unas horas, él consiguió hablar con la policía, pero no creyeron su versión y lo sometieron a un interrogatorio en el que fue tratado como el principal sospechoso.

Dos días más tarde, Huskins apareció en casa de su padre, a varias horas de distancia, afirmando que había sido secuestrada y violada por su atacante. Ahora, la sospechosa era ella.

Los hechos se produjeron un año después del estreno de Perdida (Gone Girl), la película de David Fincher protagonizada por Rosamund Pike y Ben Affleck, y en vista de las similitudes, los medios de comunicación no tardaron en construir una narrativa alrededor de la consecuencia, llamando al caso "la 'Perdida' de la vida real". Tanto la prensa como la opinión pública y la policía rápidamente acusaron a Huskins de haber fingido su secuestro copiando la trama de la novela de Gillian Flynn

'American Nightmare' (Netflix)

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La mujer que se presentaba a sí misma como víctima fue pintada como la villana y la policía dejó de buscar al posible atacante. Cuando la madre de Huskins quiso ayudar a que no se cerrara el caso revelando que su hija había sufrido abusos sexuales en su infancia, el detective a cargo usó esta información en su contra. Y afirmó que las mujeres agredidas sexualmente a una edad temprana "a menudo pretendían que les volvía a pasa para poder ser el centro de atención".

Un caso carne de 'clickbait'

Creada por Felicity Morris y Bernadette Higgins, esta terrorífica docuserie de tres episodios disponibles revela la verdad de un caso que tantos titulares jugosos y clics dio en su momento, mientras subraya lo difícil que resulta para todos los estamentos implicados tomarse en serio las acusaciones de violación cuando las pruebas son escasas.

La serie desvela las consecuencias de la tendencia general a juzgar todo por las apariencias, y el daño que hacen las autoridades cuando desde el principio desconfían de las acusaciones y deciden confirmar su propia versión basada en prejuicios, en lugar de investigar y perseguir la verdad.

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"Hay fuerzas del orden, no sólo en Estados Unidos, con problemas en la cúpula, y a medida que se desciende en la jerarquía, se hace notable un problema por parte de la con las víctimas de agresiones sexuales como Denise", explica Morris en una entrevista de Variety.

"Lo más chocante con Denise fue que, obviamente, la policía salió en la televisión nacional y les llamó mentirosos 12 horas después de que ella fuera liberada por su atacante, sin ni siquiera hablar con ella", añade. 

"Hay policías buenos y policías malos", continúa la directora. "El documental revela toda la verdad".  

'Pesadilla de un secuestro en California' está disponible en Netflix.