Con Downton Abbey, Julian Fellowes conquistó a crítica, espectadores y premios de la industria de ambos lados del Atlántico. Con su nueva propuesta, La edad dorada, en la que explora la época en la que Estados Unidos vivió una expansión sin precedentes tras la Guerra de Secesión, pero también un gran conflicto social debido a las desigualdades, vuelve a demostrar ser un cronista excepcional.

En esta serie, más que seguir las vidas de los dueños de la casa y quienes están a su servicio, la historia se centra en un clasismo diferente: lo que separa a los nuevos ricos de los que han pertenecido a la alta clase de Nueva York desde su fundación; un mundo de opulencia y apariencias.

En la segunda temporada, que se estrena el 30 de octubre en HBO Max, todos los personajes atraviesan cambios, algunos encuentran nuevas posiciones de liderazgo o relaciones románticas; y otros nuevos trabajos y descubren el activismo. SERIES & MÁS habló con Fellowes, el creador de la serie, sobre el relevante papel que juegan las mujeres en esta historia y las posibles similitudes entre la Edad dorada y la época actual.

¿La historia en la serie está contada desde el punto de vista de las mujeres de la época, por qué tomó esa decisión?

Julian Fellowes: Tiendo a escribir sobre la sociedad, la gente que quiere salir adelante y la ambición social. De hecho, a lo largo de la historia, la sociedad, desde luego en Occidente, siempre ha estado dirigida por mujeres, mucho antes de que tuvieran el voto, mucho antes de que pudieran tener la propiedad de la tierra o todas esas otras restricciones. Inevitablemente eso hace que lo que escribo sea a menudo una batalla entre mujeres más que una batalla entre mujeres y hombres, porque eran ellas las que luchaban por el protagonismo. 

Siempre cito esa escena de Vanity Fair, en la que Becky Sharpe le pide a Lord Steyne que la introduzca en la sociedad, y él le dice: "Ay, querida, en eso no puedo ayudarte. Para eso necesitas la ayuda de las damas". En la serie, Bertha está construyendo una posición en la Nueva York social que George nunca tendría. George es un hombre muy rico que está pagando por todo. Ese es realmente su trabajo, pero a nadie de la sociedad le importa lo que él piense. Les importa lo que piensa Bertha.

"Muchos estadounidenses no saben que, en efecto, tuvieron a una mujer presidenta, Edith Wilson"

Harold MacMillan, que fue primer ministro en los años cincuenta y sesenta. Fue un candidato adoptado por la familia de los duques de Devon, que sabían que el clima ya no era propicio para que un duque llegara a primer ministro. Así que se fijaron en él y lo casaron con su hija, Lady Dorothy Cavendish. Se convirtió en primer ministro con su apoyo.

Las mujeres siempre han desempeñado un papel muy importante en las bambalinas de la escena política. Por supuesto, eso no era lo ideal, y estaban esperando la época en que las propias mujeres estuvieran en el Congreso o en la Cámara de Representantes, pero creo que fue una etapa en el camino. 

Por eso me encantaría saber más sobre las posiciones políticas comparativas de las primeras damas de Estados Unidos, cuáles se interesaron e influyeron en las cosas y cuáles se contentaron con dar una cena y vida social.

Una de las cosas que algunos estadounidenses no saben es que, en efecto, tuvieron una mujer presidenta en la persona de Edith Wilson, la primera dama del presidente Woodrow Wilson, porque durante la Primera Guerra Mundial él estuvo realmente incapacitado por su salud. No querían revelar nada de eso porque estaban luchando en una guerra mundial, pero en realidad, durante los últimos años de su mandato el país estaba siendo dirigido esencialmente por su esposa. Era una mujer inteligente e hizo un buen trabajo.

'La edad dorada' temporada 2

¿Sería justo decir que vivimos en una especie de Edad Dorada?

Julian Fellowes: Sí. No podría estar más de acuerdo. Cuando estaba viendo a Jeff Bezos y Elon Musk luchando en su batalla espacial, eso para mí es exactamente el tipo de cosa que habrían hecho en la Edad Dorada si hubieran tenido cohetes.

Creo que este es un período de muy alto consumismo, de tremenda indulgencia. La diferencia, creo, es que nosotros somos muy vanidosos como generación y nos encanta señalar nuestra virtud todo el tiempo. Nos encanta demostrar lo buenos que somos, lo amables que somos, lo mucho que nos preocupamos por los desafortunados y todo eso. Pero en realidad todo eso una cuestión de estatus.

"Exhibición y perturbación, esas dos cosas están sucediendo al mismo tiempo y eso es bastante similar a la Edad Dorada"

Algunas personas se preocupan de verdad. Algunas personas son genuinamente generosas. Pero creo que gran parte de la caridad pública tiene que ver con el estatus del donante y con redefinirle como una persona generosa a la vista de todos. 

Para ellos fue un período de perturbación mundial. Quiero decir, los elementos de perturbación que terminarían en la Primera Guerra Mundial y luego en la perturbación que siguió entre las guerras y así sucesivamente. Creo que puedes encontrar elementos de eso en el mundo de hoy, estamos viviendo en una era muy perturbada. 

Ahora hay guerras estallando absolutamente en todas partes en el mundo. Y en medio de todo ese trasfondo de problemas latentes el mundo sigue girando alrededor del consumismo y del intento de dar una falsa sensación de que todo es seguro, que tenemos las mejores cosas. Exhibición y perturbación, esas dos cosas están sucediendo al mismo tiempo y eso es bastante similar a la Edad Dorada.