El chico y la garza ya es una de las películas más celebradas de Studio Ghibli y su presencia en la carrera de premios ya la posicionan como una de las favoritas para los Oscar de este año. Recientemente, el filme escrito y dirigido por Hayao Miyazaki ganó el Globo de Oro, y puso de relieve el increíble trabajo realizado por el equipo de animadores. Entre ellos parecía incluirse Geraldine Fernández, una ilustradora colombiana que habló públicamente de su supuesto trabajo en el largometraje, generando una gran controversia en redes sociales.

Después de realizar un máster en ilustración en la Universidad de Tokio, Geraldine Fernández reveló en una entrevista realizada con el periódico El Heraldo que la invitaron a trabajar en algunas ilustraciones puntuales para Studio Ghibli.

También contó que dio una charla en la Universidad Sergio Arboleda en Barranquilla, donde explicaba su experiencia a la hora de crear la película. Sería aquí donde la gente comenzaría a hablar de ella, al ser una de las personas que ha trabajado para a uno de los estudios de animación más importantes del mundo.

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En una sus declaracionesFernández aseguraba haber vivido tres años en Japón, y haber trabajado para el famoso estudio Ghibli. Después reveló que tuvo un papel muy importante en la animación de la película, llegando a decir en un principio que "tuve que ilustrar más de 25.000 fotogramas, fue hoja por hoja, escena por escena, todo a mano, aunque algunas cosas eran digitales". 

Más concretamente, dijo que su trabajo fue "La primera parte de la película, casi toda la primera parte de la película, que son como 15 minutos". También afirmaba que tenía una relación cercana con Miyazaki, que se refería a ella como “la colombiana” y que se comunicaban por videollamada, aunque todo esto es rotundamente falso.

Fotograma de 'El chico y la garza'

Cuando El chico y la garza ganó finalmente el Globo de Oro a la Mejor Película de Animación, Internet comenzó a rastrear sus palabras y a tratar de verificarlas, especialmente después de corroborar que Fernández no aparecía en los créditos, algo muy extraño viniendo de alguien que afirmaba haberse implicado tanto en la producción. 

Y después del revuelo generado en redes, donde varios expertos del mundo de la animación y la ilustración dijeron que no era físicamente posible lo que decía, la animadora tuvo que admitir que había exagerado mucho. Por su parte, el medio que publicó originalmente la entrevista reconoció el engaño al que les había sometido, aunque Fernández ha mantenido su versión pese a las evidencias que hay en su contra.

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En otra declaración que dio durante una entrevista con Blu Radio, Fernández explicó que "no quería reconocimiento" y que todo esto se originó cuando una amiga suya difundió sin consultarle esta información a un grupo de periodistas que después insistieron en buscarla y concederle entrevistas. Después de muchas burlas y señalamiento por Internet, Fernández admitió la verdad, que había exagerado y que dio datos que no eran verdad.

"Exageré. Sí participé [en 'El chico y la garza'], pero exageré en muchas cosas. No es real que haya hecho sola los 25.000 fotogramas. Fue en equipo. Hice 200. Me arrepiento de todo. Hubiera preferido no haberles dicho a mis amigos, en especial a la que se tomó el atrevimiento de difundir la información", confesó.

Fernández también reveló que tiene un documento que le envió el estudio de animación y que certifica su trabajo en la película, pero al mismo tiempo prefiere no mostrarlo para evitar que se siga hablando del tema.

“Todo lo que yo dije y todo lo que yo hice es real. Lastimosamente, por temas de confidencialidad de Studio Ghibli, no puedo mostrar más allá de lo que he mostrado, de lo que he dicho, hasta que la película no salga de carteleras y se vuelva comercial", expresó.

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"He visto los comentarios, los estoy ignorando porque yo soy consciente de lo que hice, soy consciente de lo que trabajé, de lo que ilustré, de lo que hice, de lo que realicé, por lo que no tengo por qué responderle a cada uno de ellos, simplemente ignorarlos", argumentaba.

Sin embargo, siguen saliendo pruebas en contra de la artista, como dibujos que ha plagiado, títulos que no tenían nada que ver con su trabajo o expertos del gremio que aseguran que es imposible lo que alega.