Pedro salió un día a hacer una ruta de senderismo de la mano de su hija, Carmen. Como cualquier otro día. Un plan al aire libre, en plena naturaleza. Padre e hija. Sin embargo, todo se torció.
La ruta transcurría por la sierra de Córdoba, por los Baños de Popea concretamente, donde se hallan zonas muy transitadas y accesibles y otras más complejas. De un momento a otro, Pedro resbaló por unas cataratas, se hizo un esguince y a los pocos días acabó en estado vegetativo.
Pedro, el día de la ruta.
Todo se remonta al pasado 20 de junio de 2025, cuando padre e hija caminaban por la mencionada zona cordobesa. Cuando Pedro se tropezó, una persona que paseaba por allí, vio la escena y se identificó como miembro del equipo de rescate de montaña del Summa 112 de Madrid y le asistió.
Posteriormente, llamaron a las Emergencias de Córdoba y, según relata la familia de la víctima a EL ESPAÑOL, tardaron dos horas en llegar. Subieron a Pedro y a su hija a la ambulancia, rumbo al hospital donde actualmente se encuentra ingresado, el Hospital Reina Sofía.
Carmen avisó a los sanitarios de que su padre padece hipertensión y apnea del sueño. Durante el traslado, le suministraron un fármaco y le sedaron. A mitad de camino, su hija vio cómo su padre empeoraba y "hablaba raro", hasta el punto de que tuvieran que practicarle una reanimación cardiopulmonar (RCP).
Ahora, a sus 64 años, está en estado mínimo de consciencia. Lleva más de 100 días ingresado en el citado hospital cordobés. 114, concretamente. La familia achaca al fármaco suministrado el estado de Pedro.
Tras permanecer 20 días en la UCI con "convulsiones no controladas", el damnificado fue trasladado a planta. Allí, la familia asegura que ha tenido que encargarse personalmente de su higiene y movilización ante la "falta de atención adecuada".
Pasados casi dos meses, decidieron poner en manos de las autoridades el caso de su familiar. Tanto es así que han interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional.
"Atención gravemente deficiente"
La denuncia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, indica que "la atención" hacia Pedro "ha sido gravemente deficiente, omitiendo cambios posturales necesarios o de higienización, además de carencia de medios suficientes".
En este sentido, se denuncia que la propia familia tuvo que comprar un termómetro porque "la enfermera del lugar le comunicó que no disponía de uno en esos momentos. "Le tocaron así un poco la mano para ver si tenía fiebre y ya", sostiene la familia a este periódico.
Miembros del servicio de Emergencias y bomberos en el lugar del accidente.
"Mi padre se cayó, sí, pero estaba consciente. Solo tenía una fractura de tobillo. No se golpeó la cabeza. Pero tras más de hora y media de rescate, al llegar los servicios sanitarios, le administraron un sedante sin necesidad aparente", subraya su hija, Carmen.
"En la ambulancia entró en parada cardiorrespiratoria. Desde entonces, no ha vuelto a despertar", agrega la joven.
La familia clama al cielo y pide que se investigue por qué se administró un sedante a Pedro cuando estaba consciente y estable. En este sentido, solicitan que se revise el protocolo de actuación de Emergencias en situaciones similares y exigen responsabilidades si hubo negligencia médica o abandono asistencial.
"Estamos todos fatal. Entró en la ambulancia con un tobillo roto y casi se muere. Solo queremos que se haga justicia por Pedro", zanja la familia.
