En Andorra nunca habían vivido "nada igual". O, al menos, no lo recuerdan los vecinos de Encamp, el municipio donde hace 15 días una horda de jóvenes agredió durante más de dos horas a una menor de 13 años que, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, sería de origen argentino.
Los hechos sucedieron en unas escaleras cercanas al polideportivo de Encamp y estos, aunque son los más graves registrados hasta ahora, no se tratan de los únicos protagonizados por esta banda, que se hace llamar "los 44".
Según la policía andorrana, son dos más las denuncias recibidas por delitos de agresiones, amenazas y coacciones contra otros dos menores pero, esta vez, en la parroquia de Escaldes-Engordany, cerca del Prat del Roure.
Uno de los hechos denunciados corresponde al mes de julio, mientras que el otro se sucedió en los mismos días en los que tuvo lugar la agresión de Encamp.
La violencia se ha extendido así por toda Andorra, creando una alarma nacional por las actuaciones de otras dos bandas, "los 60" y "los 9", que nacieron originariamente para erradicar a la primera y que llevan meses ocasionando intranquilidad en el país.
Según los vecinos de ambas parroquias, "hace mucho tiempo" que se venía alertando a las autoridades de incidentes relacionados con estos grupos, que comenzaron pegándose entre ellos "por diversión" para, posteriormente, subirlo a redes sociales.
Prat del Roure, Escaldes.
Pero ahora, el modus operandi ha cambiado. Han dejado de buscarse entre sí para dar 'caza' a víctimas aleatorias, siempre menores, a las que se acercan y rodean cantando el cumpleaños feliz para emular una celebración y así no levantar sospechas.
Mientras unos amenazan, otros se dedican a grabar la escena para difundirla a través de redes. Estas imágenes, ahora mismo en disposición de las autoridades, han sido las que ya han permitido identificar a "muchos" de los jóvenes implicados, con edades comprendidas entre los 13 y los 21 años, tal y como han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes cercanas a la investigación.
La mayoría, de origen andorrano. "No se ha podido descartar aún que alguno de los implicados sea de origen extranjero o tenga padres de fuera, dado el volumen de personas involucradas y la naturalidad de una sociedad plural como es la de Andorra, pero los primeros nombres son nacionales", explican las mismas fuentes.
Esto desmonta una de las primeras hipótesis que se generó entre la opinión popular andorrana, que atribuyó los hechos a "bandas de inmigrantes de origen latino". Pero esta teoría, que llegó a traspasar la frontera hasta nuestro país, sería "interesada".
Así se lo hizo saber a este diario una educadora de la zona, que prefiere mantenerse en el anonimato, y que dice sospechar que "quieren cargar el muerto a los inmigrantes porque puede haber hijos de gente importante de por medio".
De hecho, la propia Policía de Andorra, en comunicación con EL ESPAÑOL, ha querido destacar que "no se trata de un tema de nacionalidad ni de origen. Que se hable mucho de este tema no significa que sea verdad".
"Cantaron los nombres rápido"
Por el momento, la policía andorrana ha confirmado que aún no se han practicado detenciones, y que "será la Justicia quien determine si hay que efectuarlas".
Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación aseguran que se trasladó hace unos días a dependencias policiales a los cinco primeros identificados que, tras un interrogatorio donde se mostraron "acojonados", "cantaron rápido los nombres del resto".
De momento, todos los responsables 'fichados' son menores y, "algunos de ellos", estudiantes de la Escuela Andorrana de Segunda Enseñanza de Encamp (EASE). "Las autoridades están teniendo más problemas en encontrar a los que ya tienen la mayoría de edad", apuntan las mismas fuentes.
Lugar donde, presuntamente, estudiarían algunos de los agresores.
Aún no se sabe con exactitud el número total de personas que podrían estar involucradas en los altercados, pero podrían ser "más de las que el propio nombre de los grupos indica", ya que muchos de los jóvenes se unen a estas bandas "para que no les toque ser a ellos las víctimas".
Esto coincide, además, con la versión que una vecina de Encamp da a este diario, y que dice haber sido testigo "del inicio de la agresión" desde su domicilio. "No eran 44, eran muchos más", recalca esta mujer.
Actúan en puntos "estratégicos"
Aunque se trate de un problema que ha crecido a nivel nacional, lo cierto es que las zonas de Escaldes-Engordany y Encamp donde se sucedieron los hechos parecen responder a un "mismo patrón".
Los tres actos denunciados se produjeron en lugares escondidos o con muchos recovecos, y muy cerca de los espacios jóvenes de ambas parroquias, lugares que se erigen como punto de encuentro diario de la juventud andorrana.
En el caso de la agresión a la menor de 13 años, se sucedió en unas escaleras que bajan hacia unas pistas cercanas al polideportivo, ligeramente escondidas entre árboles. Además, el Espai Jove d'Encamp, se encuentra tan sólo a unos pocos metros.
Zona de escaleras donde fue agredida la menor de 13 años.
Mientras, las coacciones y amenazas se produjeron en la zona del Prat del Roure, un parque muy demandado por niños y jóvenes, pero con muchos columpios e infraestructuras que hacen poco visible el punto exacto del altercado. Y, al igual que en el caso de la agresión, el Espai Jovent se encontraba muy próximo.
"Parecen lugares casi estratégicos, donde no es raro ver a una multitud de menores reunidos. Además, tampoco se trata de puntos excesivamente visibles si vas andando por la calle", apuntan fuentes cercanas al caso.
La investigación "avanza"
A esperas de que se produzcan nuevos progresos, las autoridades han trasladado a este diario que "la investigación avanza". Al parecer, en lo relativo a estas tres últimas denuncias, los implicados se corresponden sólo a dos de los grupos.
Como medidas de prevención y protección, se ha duplicado la presencia de agentes, tanto uniformados como de paisano, en los puntos afectados.
Además, según fuentes del Comú de Escaldes, con las que se ha puesto en contacto EL ESPAÑOL, se han puesto más cámaras de vigilancia en la zona del espacio joven "para cubrir puntos muertos" a los que no llegaban los que ya había, además de contratar seguridad privada y "más monitores".
También se ha procedido a la expulsión del mismo espacio a "varios jóvenes conflictivos" que pueden estar relacionados con estas bandas juveniles, aunque desde el Comú aseguran que ya era una medida que estaba vigente antes de lo sucedido.
Aunque autoridades y responsables políticos transmiten un mensaje de tranquilidad tras una semana en la que no se han vuelto a registrar episodios violentos. Sin embargo, la ciudadanía permanece "alerta", y varios padres aseguran que ahora, cada vez que bajan a la calle, no quitan la vista de sus hijos.
