En pleno acto de servicio, y persiguiendo a alguien que no estaba a la altura del uniforme que un día vistió. Así fue la muerte de Eusebio Cuesta, tan repentina como triste, que ha paralizado a toda la población de Monforte de Lemos (Lugo). Con solo 33 años, este policía municipal falleció al perder el control del furgón y chocar contra una pared mientras intentaba alcanzar a un guardia civil en situación de reserva que, presuntamente, quiso evitar una prueba de alcoholemia.
"Murió haciendo seguridad ciudadana e intentando parar a un borracho para que no cometiera ninguna locura". El que habla es Eugenio, policía local de una población de Orense que compartió muchas horas de estudio y gimnasio con el agente fallecido, mientras ambos preparaban las oposiciones.
"Le conocí hace cinco años. Sin conocerme de nada se volcó muchísimo conmigo, no dudaba en pasarme apuntes e íbamos juntos a los exámenes porque los dos somos de Monforte de Lemos. Era todo bondad", explica, entre lágrimas.
Eugenio no puede evitar que se le quiebre la voz mientras conversa con EL ESPAÑOL con la única intención de dedicar un cariñoso homenaje a un hombre al que considera "un amigo y gran compañero". Y su tono se vuelve especialmente triste cuando profundiza en la historia de Eusebio, al que todo el mundo en el pueblo conoce cariñosamente como 'Sebi'.
"Al igual que su abuelo, su padre también era policía local. Su muerte es una desgracia porque su padre también falleció cuando él solo tenía 2 años, con 33: los mismos que él. De hecho, su foto de perfil era una suya de bebé con su padre. El único consuelo que nos queda es pensar que por fin lo ha podido conocer en el cielo".
El difunto policía local Eusebio Cuesta (i), en una foto junto a su amigo y compañero Eugenio (d).
El mismo tono nostálgico lo transmite otro compañero policía local de la plantilla de Monforte de Lemos que le conoció muy de cerca: "De las primeras veces que trabajé con él lo que más me sorprendió es la cantidad de saludos que daba y recibía por la calle".
"Le conocí cuando tenía dos años. Yo trabajé con su padre", afirma este agente. "Mi impresión personal es que desde bebé sintió la Policía Local en su vida".
"Aunque su adolescencia y mayoría de edad las pasó más distantes de la poli, el germen estaba ahí. Y lo demostró claramente cuando superó unas pruebas para ser auxiliar de Policía Local en Monforte. Ahí ya descubrió, creo yo, que ese era su sitio".
"A cada convocatoria de plazas que iba, sacaba mejor nota. En fin, que tenía el gusanillo y luchó. A todos nos gustaba trabajar con él, que es algo que no pasa con la mayoría. Era un chaval del pueblo que estaba ahí para ayudar y para resolver las cosas de manera sencilla y rápida, sin complicarse".
Pero a veces, las complicaciones vienen solas. Eso es lo que ocurrió en la noche del viernes 22 de agosto. Eusebio se encontraba en la rúa Leopoldo Calvo Sotelo, a la altura del enlace con la rúa Lagares, realizando un control de documentación.
En un momento de la noche, observaron a un conductor circular de forma anómala, por lo que le ordenaron detenerse. En un primer momento el hombre accedió, pero cuando le iban a realizar una prueba de alcoholemia, les increpó, trató de evitarla y huyó del lugar a toda velocidad, según recoge el informe policial.
Un policía local de Monforte de Lemos despide el coche fúnebre con el ataúd de su compañero, Eusebio Cuesta.
Sebi, junto a un compañero, Francisco Cao de Jesús, procedieron a perseguirlo, con la mala suerte de que salieron de la vía a la altura de la iglesia de Ribas Altas, donde el vehículo policial se golpeó con una edificación del margen derecho.
El joven de 33 años murió en el acto, y su compañero permanece ingresado en el Hospital Comarcal.
"Esa noche volvía a casa con mi madre, y vimos una patrulla con una sirena, pero no sabíamos qué estaba pasando", narra Nerea Rodríguez, vecina de Monforte de Lemos. "Cuando supimos que era él me quedé impactada, estudiamos en el mismo instituto y jugaba al fútbol sala con uno de mis hermanos".
"Era muy buen policía, muy minucioso, siempre estaba a la orden de su puesto de trabajo. En el trato era una persona muy educada y amable y conservaba el mismo círculo de amigos desde la infancia. Había trabajado en Ferrol, pero hace dos años se trasladó a Monforte, su pueblo".
Un guardia civil fugado
Tal y como ha informado Quincemil de EL ESPAÑOL, la jueza del Tribunal de Primera Instancia de Monforte de Lemos (Lugo) ha decretado la puesta en libertad del agente de la Guardia Civil de 52 años al que los dos agentes de policía municipal estaban persiguiendo.
Como medida cautelar, la jueza le impuso la retirada del carné de conducir después de que el detenido se acogiese a su derecho a no declarar.
El hombre está siendo investigado, por el momento, por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia y desobediencia, aunque no se descarta que los delitos "puedan variar a lo largo de la instrucción". Según La Voz de Galicia, se encontraba en situación de reserva por enfermedad.
Por otro lado, las redes sociales se han llenado de mensajes de cariño y despedida hacia Eusebio Cuesta. Cuerpos de Policía Municipal de todos los rincones de España se han solidarizado con el joven, mostrando su apoyo y deseando pronta recuperación al compañero herido.
El policía local Eusebio Cuesta, primer agente por la izquierda, en un minuto de silencio frente al Concello de Monforte de Lemos por las víctimas de la dana.
En Monforte de Lemos, el Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial desde este sábado, día 23, hasta el final de este lunes, 25.
El alcalde, José Tomé, ha propuesto que durante la celebración del primer pleno ordinario, se le conceda al agente la Medalla del Ayuntamiento de Monforte a título póstumo, por su fallecimiento en acto de servicio.
Pero la mayor muestra de la bondad de 'Sebi' quedó patente durante la celebración de su funeral, donde decenas de vecinos se acercaron a despedirse de aquel servidor público tan querido y respetado, y donde todos sus compañeros estuvieron presentes.
