La teniente coronel Pilar Salvador es la responsable de la UMAER, la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (EAE). Esta unidad, que depende directamente del Mando Aéreo de Combate (MACOM), ha sido la encargada de trasladar a España a 13 niños gazatíes y a un adulto enfermos acompañados de 44 familiares. El jueves llegaron a la Base Aérea de Zaragoza y fueron derivados a diferentes hospitales nacionales.
La UMAER es, esencialmente, el equipo sanitario de élite encargado de realizar todas aquellas aeroevacuaciones solicitadas por Defensa. Generalmente suelen ser requeridos para velar por el personal militar que el propio Ejército tiene desplazado en zonas de operaciones pero, en ocasiones, también pueden ser requeridos para tareas de rescate de civiles.
Por ejemplo, la Unidad Médica de Aeroevacuación se encargó de trasladar a los sacerdotes Miguel Ángel Pajares y Manuel García y a la religiosa Juliana Bohi, repatriados a España en 2014, tras infectarse de ébola en Liberia y Sierra Leona.
La teniente coronel Pilar Salvador, jefa de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER).
Su misión primordial es la de realizar aeroevacuaciones avanzadas, tácticas y estratégicas, tanto en territorio nacional como internacional, que garanticen el transporte y estabilización de bajas o personas heridas. También realizan tareas de intervención médica inmediata cuando se produce un despliegue rápido de la fuerza para garantizar la capacidad de triaje, estabilización y aeroevacuación en caso de accidentes aéreos o catástrofes.
Prevención de enfermedades, tratamiento de lesiones accidentales, estrés de combate y fatiga de vuelo, atención en medicina aeronáutica a las tripulaciones, resucitación y estabilización de bajas, y diagnóstico y tratamiento de las patologías urgentes se encuentran entre sus tareas habituales.
Pilar Salvador lleva al frente de la Unidad Médica de Aeroevacuación desde el año 2020. Esta abulense, médico de formación, ingresó en el Ejército en 1993 y, desde entonces, su carrera militar, que la ha llevado a Kosovo, Bosnia y Afganistán, ha sido un ejemplo constante de pasión por la medicina de emergencias y la especialización en evacuaciones médicas.
Su unidad es pequeña pero extremadamente eficiente. Está formada por 31 personas: un jefe, dos capitanes/tenientes médicos en activo, un teniente coronel médico en la reserva, cinco enfermeros, 19 técnicos de vuelo y cuatro de apoyo en tierra.
Imagen de un Súper Puma medicalizado por la UMAER.
Bajo el mando de la teniente coronel Salvador, la UMAER ha protagonizado algunas de las operaciones de evacuación médica más complejas y mediáticas de los últimos años. Una de las más destacadas fue el rescate de Álex García desde Tailandia en abril de 2024, una operación que requirió 26 horas de vuelo continuado y la coordinación de 11 especialistas militares para evacuar a un turista español en estado crítico por una pancreatitis necrotizante.
Esta misión ejemplifica el liderazgo de Salvador: desde el primer contacto, cuando recibió la llamada del MACOM diciéndole "Pilar, prepárate, que te necesitan", hasta el éxito de la operación, Salvador coordinó personalmente cada aspecto técnico y humano. El propio Álex García le envió un mensaje personal tras su recuperación: "Buenos días, Pilar. Quería darte las gracias por todo lo que has hecho y por estar siempre con nosotros".
Durante la pandemia de COVID-19, Salvador lideró la adaptación de la UMAER para crear el primer "hospital volante" español, transformando un A400M del Ala 31 en una UCI aérea capaz de transportar pacientes críticos infectados con total seguridad.
Recientemente, en 2025, Pilar Salvador dirigió la evacuación de una bebé de 13 meses desde Mallorca a Barcelona que sufría una enfermedad infecciosa con fallo cardiorrespiratorio y necesitaba conexión urgente a un dispositivo ECMO.
Interior del A400M del Ala 31 de Zaragoza, medicalizado por la UMAER en la Base Aérea de Torreón de Ardoz.
Además, Pilar Salvador ha sido pionera en la implementación de nuevas tecnologías médicas en entornos aeronáuticos. Bajo su dirección, la UMAER ha validado configuraciones médicas avanzadas en cinco aeronaves diferentes: A400M, A310, Falcon 900, C-295 y helicópteros Súper Puma.
La llegada de los gazatíes
El 30 de julio, nueve militares de la UMAER, entre ellos varios médicos y enfermeras, medicalizaron un avión A400M del Ala 31 en la base aérea de Torrejón de Ardoz.
La aeronave se desplazó desde la base aérea de Zaragoza a Madrid. El miércoles, hacia las 13:27, despegó en dirección hacia Ammán, Jordania, con un grupo de militares médicos y enfermeros, además de técnicos sanitarios en aeroevacuaciones y reservistas voluntarios. Llegó a destino a las 19:54.
El jueves despegaron de vuelta, ya con los 14 gazatíes y sus familias a bordo, a las 13:17. Aterrizaron en Zaragoza a las 18:07. La ministra de Sanidad, Mónica García, recibió al grupo de niños nada más aterrizar.
"Teníamos dos aviones. Uno de ellos ya ha salido de Amman. La operación [se enmarca] está dentro de una misión más amplia que realiza España y otros países para traer niños gazatíes enfermos", explicó la ministra de Defensa, Margarita Robles, en rueda de prensa. "Había 13 niños de edades variadas, incluso algunos con sólo meses, con enfermedades graves. Vamos a ver si tienen tratamiento".
Interior del avión medicalizado por la UMAER que ha recogida en Amman, Jordania, a los niños gazatíes y a sus familias.
La previsión es que los menores sean ahora derivados a diferentes centros hospitalarios de España. Tres irán al Vall d’Hebron, dos al Sant Joan de Déu y uno al Germans Trias i Pujol, en Cataluña. Otros tres, según ha informado el Ministerio de Sanidad, se tratarán en el Hospital Universitario de Cruces y dos en Donostia, ambos en País Vasco. Un paciente irá a Navarra y otro al Hospital Universitario Central de Asturias.
Según un comunicado de prensa de Sanidad, los pacientes fueron evacuados desde Gaza a Amman en una misión organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Allí permanecieron durante 24 horas en centros sanitarios y alojamientos temporales gestionados por Médicos Sin Fronteras y la Embajada de España en Jordania.
En las anteriores operaciones con menores de Gaza, los casos han requerido atención de traumatología de guerra y oncología pediátrica, pero en esta ocasión, se trata fundamentalmente de pacientes con afecciones cardiacas. En total, 43 menores y cerca de un centenar de familiares han sido traslados a España dentro del procedimiento de Evacuación Médica (MEDEVAC) puesto en marcha ante los ataques en la franja de Gaza.
Además de las misiones sanitarias y de aeroevacuaciones que lidera la teniente coronel Pilar Salvador al frente de la UMAER, los aviones A400M del Ala 31 también han desempeñado un papel crucial en el envío de ayuda humanitaria a Gaza durante la crisis de los últimos meses.
Llegada del A400M del Ejército del Aire y del Espacio a la base aérea de Zaragoza.
El jueves, uno de estos A400M partió desde la Base Aérea de Zaragoza cargado con 12 toneladas de alimentos, gestionados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con destino a la Franja.
Tras aterrizar primero en Jordania, la aeronave realizó un lanzamiento aéreo sobre Gaza, desplegando 5.500 raciones de comida mediante 24 paracaídas, suficientes para alimentar a 11.000 personas afectadas por la hambruna derivada del bloqueo y el conflicto armado entre Israel y Hamás.
Según informa el Ministerio de Defensa, esta ayuda forma parte del compromiso de España con la población civil, que sufre las consecuencias del conflicto con Israel en la Franja de Gaza tras el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Este tipo de operativo humanitario, que replica misiones ya realizadas por España en el pasado, es posible gracias a la capacidad táctica y la versatilidad del A400M de Airbus, capaz de operar en entornos complejos, maximizar la precisión en lanzamientos y alcanzar zonas de difícil acceso.
Además de su uso en aeroevacuaciones médicas, el A400M se ha consolidado como la plataforma logística principal para el transporte urgente de suministros a zonas de conflicto o inaccesibles por vía terrestre, como demuestra la colaboración regular entre el Ejército del Aire, el Mando de Operaciones y la AECID en envíos aéreos para la población gazatí.