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Los protagonistas de esta historia son un empresario español radicado en Polonia, una fábrica de Rusia, una misteriosa compañía con pasaporte hongkonés, otra ubicada en Kirguistán y una prensa de forja radial austriaca de 1983. Seis elementos que servirían de pretexto suficiente para escribir la novela más internacional de John le Carré y que, en la práctica, han llevado a las autoridades españolas a investigar un presunto caso de triangulación comercial relacionado con la industria militar de Putin.

El caso queda al descubierto el 5 de junio de 2024 tras una sentencia del tribunal de arbitraje de la ciudad de Nizhni Nóvgorod. La jueza, Ekaterina Nikolaevna Myasnikova, investigó si la importación a Rusia de una forja austriaca debía estar sujeta a aranceles. La empresa importadora, AZK Group LLC, situada en Izhevsk, república de Udmurtia, y dedicada "a la producción de material para perforación minera", insistió en que se trataba de una forja rotatoria.

Sin embargo, las autoridades rusas se dieron cuenta de la trampa. La máquina, con un valor de 1,3 millones de dólares, había sido tipificada erróneamente para sortear los aranceles cuando, en realidad, la adquisición correspondía a una forja radial, sujeta al 10%. El perito fue tajante: "El modelo está diseñado para forja radial de cuatro lados en caliente y en frío". La juez dictó sentencia: AZK Group LLC debía pagar un 10% de aranceles por este pedido.

Documento en ruso del Tribunal de Arbitraje de la Región de Nizhni Nóvgorod donde la Aduana Electrónica del Volga revisa la clasificación arancelaria de la forja importada por AZK Group.

En la sentencia no aparecía el origen de dicha forja, pero sí un número identificativo aduanero que, de nuevo, levantó sospechas: 10418010/280624/3070537. ¿De dónde había llegado el paquete?

La primera pista la ofreció hace una semana The Insider, una revista de investigación independiente rusa exiliada en Letonia. Según un informe de Export Genius, empresa de asesoría de comercio internacional, al que EL ESPAÑOL también ha tenido acceso, aquel número correspondía a un pedido, efectivamente, realizado por AZK Group, y cuyo destino era la calle Pushkinsaya, Izhevsk, sede de la empresa.

No obstante, en dicho documento aparecían otras dos firmas involucradas en el envío: Scorpion's Holding Group Limited, radicada en Hong Kong, y Forward Technical Trade S.L.U. (FTT), cuya sede se encuentra en Barcelona y que, según los registros aduaneros, actuaba en representación de Scorpion's. FTT habría enviado –siempre según estos documentos– el pedido desde Albacete.

La principal sospecha es que se trata de un caso de triangulación comercial. Esta maniobra, muy común en el comercio exterior, consiste en que un vendedor, un intermediario y un comprador final intervienen en una misma operación con objeto de que la mercancía viaje directamente del país de origen al de destino. La compraventa se realiza a través del intermediario que puede estar en un tercer país que, realmente, jamás recibe el producto.

Esa sospecha, según ha podido saber este periódico, ha llevado a las autoridades nacionales a abrir una investigación. El motivo es que la exportación de este tipo de maquinaria a Rusia está prohibida por el reglamento europeo (Reglamento UE n° 833/2014 del Consejo), ya que las forjas radiales, en ciertos casos, pueden constituir tecnología de doble uso y/o contribuir a la fabricación de equipamientos industriales y bélicos para la guerra en Ucrania.

Casualmente, AZK se sitúa en un centro histórico de la industria militar rusa, Izhevsk, popularmente conocida como 'el epicentro de las armas de Rusia'. Aunque AZK, oficialmente, se dedica a la fabricación y suministro de equipos y componentes de perforación, se teme que este tipo de empresas puedan estar reutilizando o revendiendo esta maquinaria para colaborar en el fortalecimiento industrial y militar del país.

Informes de la CIA aseguran que desde la década de los años sesenta, la antigua Unión Soviética ha adquirido a GFM numerosas forjas rotativas automatizadas y radiales para la fabricación de armas. El Royal United Services Institute (RUSI) de Reino Unido también ha confirmado que las máquinas GFM austriacas son "cruciales para la fabricación de cañones de artillería" en Rusia.

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con AZK. La empresa rusa, en conversación con este medio, ha asegurado que este tipo de forja no tiene usos militares. "Carece de los componentes necesarios, en particular del componente de 'dorna'. Su uso para fines militares es imposible. Sólo tiene fines civiles. Esta máquina puede utilizarse para fabricar piezas de la industria petrolera, como barras de bomba de inmersión".

Detalle de la forja enviada por FTT desde Hellín hasta, presuntamente, Estambul, Turquía, donde se hizo cargo de ella una empresa de Kirguistán que finalmente la introdujo en Rusia. Forward Technical Trade S.L.U. Cedida

Y añade: "La máquina tiene más de 40 años, llegó en un estado deplorable, sin sistema de control, con un desgaste extremo en sus componentes principales, sin piezas de repuesto ni accesorios. Su restauración tomará al menos 2-3 años y podría estar operativa entre 2027 y 2028".



Pero, por su parte, la empresa GFM, fabricante de la forja, ha explicado a EL ESPAÑOL que si bien el modelo SX-16 no está pensado para tener un doble uso, esa forja específica, con ese número de serie, el 8006, fue vendida en los años ochenta a Estados Unidos para producir cañones de lanzagranadas y cañones de armas de fuego.

"No se considera de doble uso porque es necesario personalizar la máquina de una manera específica para producir esos productos militares. Para fabricarlos es necesario adaptarla para esa aplicación específica. No obstante, en el caso de la SX-16 mencionada, fue personalizada para producir cañones de armas de fuego", asegura la empresa austriaca.

GFM descarta que esta máquina pueda utilizarse para cañones de artillería, tal y como han señalado numerosos medios especializados en Defensa estas últimas semanas. "Se puede utilizar para fabricar cañones de armas de fuego y productos similares de uso civil. Sin embargo, no puede producir cañones de artillería. Para eso, la máquina es demasiado pequeña. No tiene la potencia suficiente".

La SX-16 tiene un peso de entre 110 y 120 toneladas. "Para cañones de artillería grandes se necesita una máquina como la SX-55, que pesa entre 1.000 y 1.200 toneladas". Esto coincide con los registros aduaneros, ya que el paquete que cruzó la frontera rusa pesaba 110.022 kilos.

Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España confirman a este periódico que las medidas restrictivas recogidas en el artículo 3 del Reglamento (UE) n° 833/2014 del Consejo, de 31 de julio de 2014, establecen que "queda prohibido vender, suministrar, transferir o exportar, directa o indirectamente, aquellos productos que pudieran contribuir, en particular, a la mejora de las capacidades industriales de Rusia, originarios o no de la Unión, tal y como se lista en el Anexo XXIII".

Este anexo recoge cientos de equipamientos cuyo envío está expresamente prohibido. Entre ellos, los recogidos en el epígrafe 8462: "Máquinas, incluidas prensas, para trabajar metales mediante forja, martilleo o estampación (excepto laminadoras) y para trabajar metales mediante curvado, plegado, enderezado, aplanado, cizallado, punzonado, entallado o mordisqueo, así como aquellas que puedan trabajar 'metales o carburos metálicos, no especificadas en partidas anteriores'".

Precisamente, el sistema de clasificación internacional que utilizó FTT para exportar en un inicio la prensa fue el HS 8462 10 10. Es decir, que la máquina llegada a Rusia, enviada en un inicio a China, estaba sujeta a restricciones, por lo que su envío desde la Unión Europea estaba terminantemente prohibido, independientemente de si la forja tenía o no un doble uso. Por eso Rusia tuvo que usar un intermediario chino como Scorpion's Holding para hacer llegar la forja desde la UE hasta Izhevsk.

Documento de aduanas que certifica la entrada de una prensa de forja dirigida a AZK Group.

Documento donde aparecen la empresa española Forward Technical Trade (FTT) y la empresa de Hong Kong, Scorpion's Limited Group.

"Si alguien desea comprar una máquina para uso militar, debe proporcionar un certificado de usuario final, comprometerse a no venderla a Rusia ni a otros países críticos, realizar una verificación KYC (know your client), utilizar software de detección de sanciones y obtener una licencia de exportación de nuestro gobierno", señala GFM.

"Si se trata de una máquina para uso civil, el cliente debe firmar una garantía de no venderla ni importarla a Rusia ni a otros países críticos. Se aplican normas similares a las piezas de repuesto. Desde la anexión de Crimea en 2014, no está permitido vender equipo ni maquinaria militar con fines militares a Rusia; tras la invasión de 2022, no está permitido vender maquinaria de alta tecnología controlada por CNC para metalurgia a Rusia".

¿Qué dice la empresa española?

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con David Candela Sauri, el director de la empresa española involucrada en esta venta, Forward Technical Trade (FTT). El empresario lleva 25 años viviendo en Polonia, donde figura como titular de la empresa Metalequip D.C.S., registrada en Częstochowa, y como socio o administrador en otras entidades como SIMCO y Fortis Service.

Candela también figura como apoderado de otro negocio en Barcelona, Kopimask S.A., a cuyo frente está su hermano, Xavier Candela Sauri, y que tiene la misma sede social que FTT.

David Candela reconoce haber tenido en su propiedad la forja con el mismo número de serie que la que actualmente posee AZK, pero niega que él se la haya vendido directamente a la empresa rusa ni conocer las intenciones de Scorpion's. No obstante, sí que afirma haber hecho negocios en el pasado con AZK "importando material hacia Europa, y no al revés".

"Yo no se la envié a AZK Group. En este caso trabajé con Scorpion's Holdings. He vendido muchas máquinas como esta a China. Si me lo piden y se la envío, lo hago, ¿no? ¿De qué voy a vivir si no?", justifica Candela Sauri.

El empresario insiste en el que el itinerario que siguió la forja es muy diferente al que detallan las investigaciones publicadas hasta el momento. Candela asegura que la forja se la compró a un proveedor italiano en 2023 que, a su vez, la había adquirido a una empresa estadounidense, lo que encaja con la información suministrada por GFM. Fue entonces cuando Scorpion's le contactó para adquirirla. "Era la primera vez que hacía negocios con ellos".

Según la documentación aportada por Candela Sauri, Forward contrató a la empresa de envíos Schenker para mandar el pedido desde el puerto de Venecia, Italia, hasta Shanghái, donde Scorpion's debía recogerla. El envío se produjo el 10 de septiembre y su llegada a Asia estaba prevista para el 28 de octubre. No obstante, durante aquel tránsito hubo algo que, siempre según la versión de Candela, le hizo sospechar de que podría haber alguna irregularidad.

"Me di cuenta de que no me habían pedido el CCI Certificate (un código necesario en transacciones comerciales internacionales). Suelen pedírtelo para enviarlo a China. Me lo hicieron mandar sin ello y, cuando les llamé para preguntarles, me empezaron a poner excusas y dijeron que no lo necesitaban. Temía que no me hicieran el pago completo, así que llamé a Schenker y cancelé el envío. Paramos la exportación. La broma me costó más de 130.000 €".

Según la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Schenker desembarcó el pedido en el puerto de El Pireo, en Grecia, y el 5 de octubre lo devolvió a Venecia. De allí fue transferido a Valencia y, finalmente, por camión hasta Hellín, Albacete, donde Forward cuenta con unas instalaciones. "Allí permaneció un año, hasta que una empresa turca me la quiso comprar", confirma Candela Sauri.

Factura del envío de la forja desde Forward a Scorpion's por valor de 843.000 €; en ella se puede comprobar que el número de serie de la forja enviada en un principio a China, 8006, es el mismo que aparece en el documento del litigio entre AZK y aduanas.

Esta empresa responde al nombre de Bay-Tur Keydji Kompani, y su sede se encuentra en Bishkek, en la república de Kirguistán. Este país, aliado de Rusia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), es un coladero de material ilegal a Rusia, ya que muchos de estos equipos se introducen por Kazajistán, país fronterizo.

Precisamente en 2014 hubo un pico de exportaciones españolas coincidiendo con las sanciones a Rusia por la invasión de Crimea y, en 2022, tras el ataque a Ucrania, vivió un segundo boom. Esto sugiere que las operaciones de triangulación son más comunes de lo habitual.

Según Forward, varios camiones llegaron a Albacete para recoger la mercancía y llevarla a Estambul, según dice Candela. El empresario perdió el rastro de la forja a partir de ese momento y se desentendió de responsabilidades. Los documentos aportados por Forward muestran un formulario de la empresa de transportes en ruso, por lo que es probable que Scorpion's, utilizando otra empresa pantalla en Kirguistán, comprase el material para hacérselo llegar a AZK por una vía alternativa.

"He estado pensando cómo consta FTT en una importación a Rusia cuando yo lo que hice fue exportar una máquina a China, pero me queda claro cómo lo hicieron", asegura Candela Sauri, que insiste en que él no ha hecho ninguna operación ilegal. "Básicamente, lo que han hecho es usar mi factura del pago para la importación pero usando el transporte desde Turquía. No se me ocurre otra opción".

El camión de la empresa de transportes turca que llegó a Hellín a recoger el pedido de FTT. David Candela Sauri Imagen cedida

Candela, que alega su inocencia, reconoce que cometió un error: "Hablé con mi gestora y me dijo que mi gran fallo fue que en todas las exportaciones debo poner 'producto no reexportable a Rusia'. Si lo hubiese sabido, lo habría puesto. Pero no lo sabía. Yo llevo 25 años vendiendo estas máquinas. Este mismo año he colocado otras dos similares a Italia y Reino Unido. En el pasado también he comprado máquinas a Rusia. Hasta he estado en la fábrica de las AK-47 para adquirir máquinas que después he vendido a Italia e Israel".

En lo que incide Candela es que la forja que él vendió no tenía el porta mandriles, que es una pieza indispensable para la fabricación de armamento militar. "Lo único que permite hacer esta máquina son barras forjadas de hierro. Es una forja rotativa [al contrario de lo que indica la aduana rusa, probablemente porque GFM la exportó a USA con esa denominación]. Para usos militares debe poder hacer tubos forjados, y para eso se necesita un mandril que no tiene". Es decir, una herramienta o dispositivo que se utiliza para repasar o controlar el diámetro interior de una pieza forjada.

Documento del envío desde Hellín (Albacete) a Turquía a una empresa con sede en Kirguistán.

Sin embargo, eso no implica que Rusia no pueda utilizar la base de la forja para desarrollar la tecnología que permita construir armamento militar. GFM, de hecho, confirma que "si el cliente puede hacer funcionar la máquina", podría desarrollar la tecnología necesaria para reconvertirla en una máquina de fabricación militar.

La frontera y el litigio

La tesis con la que trabajan las fuerzas de seguridad españolas es que la empresa con sede en Kirguistán que recogió el pedido en Hellín y lo trasladó a Estambul es un negocio pantalla vinculado a Scorpion's, y que fue esta empresa la que finalmente introdujo la forja a Rusia desde la frontera. Si la forja llegó a Bishkek, pudo introducirse fácilmente a través de Kazajistán.

La propia AZK arroja algo de luz sobre la operación. "La máquina SX-16 fue comprada a una empresa china con condiciones FCA en la frontera con la Federación Rusa. El lugar donde se encontraba la máquina antes de su entrega nos es desconocido, pero originalmente debía enviarse a nosotros desde el puerto de Shanghái". Es decir, donde Scorpion's debía haberla recibido desde Italia, vía FTT, en un primer momento.

A la izquierda, documento que acredita que el pedido paró en Grecia y fue devuelto a Italia y, después, a Valencia; a la derecha, el envío desde el puerto de Venecia, en Italia, hasta el de El Pireo, en Grecia.

"Además, nuestra empresa no es el comprador final, sino que actúa de intermediaria y ayuda a encontrar y traer el equipo necesario. Recibimos la máquina en un depósito aduanero en Rusia y luego la entregamos a una fábrica de equipos petroleros".

En el expediente del litigio entre AZK y el tribunal aduanero se indica que el 29 de junio de 2024 la aduana solicitó a la empresa rusa información adicional sobre la máquina, y ese mismo día la documentación fue presentada al órgano aduanero. Encaja en el tiempo con el envío del material desde Albacete hasta Turquía, que se produjo el 25 de mayo de 2024, justo un mes antes.

AZK asegura que "el contacto para la compra fue establecido con la empresa china" y que su operación fue "directa con los socios chinos", por lo que no tienen constancia de ninguna empresa llamada Forward, a pesar de que Candela Sauri asegura que ha hecho negocios con ellos en el pasado a través de su otra empresa en Polonia.

"Generalmente todas mis operaciones las hago en Polonia, pero como Forward era una empresa con pérdidas, el gestor me dijo que de vez en cuando hiciese alguna operación desde allí [Albacete], para evitar la suspensión de pagos. Yo he vendido más de 25 máquinas como esta en mi vida".

AZK, por supuesto, se lava las manos a pesar de haber adquirido material crítico sujeto a restricciones de la Unión Europea. "Dado que el contrato establece la entrega en la frontera rusa y el vendedor es una empresa china, no hemos violado ningún punto de las sanciones de la UE. Legalmente, esa transacción es completamente válida", asegura la empresa.

E insiste: "El principal objetivo de nuestra disputa con la autoridad aduanera es recuperar el pago en exceso de los aranceles debido a la asignación incorrecta del código del producto. El proceso judicial sigue su curso y hemos presentado una apelación ante el tribunal de apelaciones".

Este caso no sólo sugiere la existencia de una presunta red de triangulación comercial, sino que también sirve como estudio de caso sobre las debilidades del sistema de control de exportaciones en la Unión Europea. En contextos geopolíticos críticos, numerosos actores económicos pueden aprovechar vacíos legales, intermediarios opacos y territorios aliados para eludir las sanciones y fortalecer, en última instancia, la maquinaria militar del Kremlin.