Irene Montero y Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad, defendieron en un vídeo colgado en su Instagram el pasado viernes el cartel contra la gordofobia en la que el ministerio de Igualdad ha plagiado la imagen de cuatro modelos. A través de la red social, explicaban por qué habían decidido poner en marcha la campaña. 

"Hola a todos, a todas y a todes -empezaba su discurso la ministra-. Queremos explicaros por qué hemos hecho esta campaña contra la violencia estética y para que todos, todas y todes seamos felices con nuestro cuerpo y disfrutemos de la playa y la vida". 

La explicación corría a cargo de la número dos de Irene Montero en el ministerio de Igualdad. "A las personas que tenemos cuerpos diversos, a las que los tienen gordos pero también muy delgados, a las que tienen pelos donde se supone que no debería haber pelos, a las que siempre hemos tenido miedo de enseñar nuestro cuerpo como es porque se nos había dicho que había una forma de tener un cuerpo correcto y que el nuestro no era ese tipo de cuerpo...", empezaba su discurso Ángela Rodríguez. 

Sí que es necesario que se nos diga que podemos ocupar los espacios públicos. Esto está relacionado con los estereotipos y los roles de género y que reproduce las desigualdades que sufrimos las mujeres y los hombres. Por eso, queríamos hacer esta campaña para recordar que todos los cuerpos son válidos. Que la belleza se expresa de múltiples formas y todas nos merecemos poder estar en la playa", concluía. 

Pero Irene Montero, añadía, para terminar: "Para todas, para todes pero especialmente para todas vosotras, tengáis el cuerpo que tengáis, que sepáis que tenéis un ministerio que va a luchar hasta que la playa y la vida sean para todas y sean felices para todas". 

Plagio

Irene Montero dio el pistoletazo de salida a la campaña a través de su cuenta de Twitter y de la del ministerio el pasado miércoles. "Todos los cuerpos son válidos y tenemos derecho a disfrutar de la vida como somos, sin culpa ni vergüenza. ¡El verano es para todos! ¡El verano es nuestro!", escribía la ministra en su cuenta. 

A partir de ahí, el revuelo típico de la red social. Muchos ciuadanos le recriminaron a Irene Montero que se hubiera gastado dinero público en una campaña contra la gordofobia. Pero eso es lo de menos comparado con lo que le ha tocado afrontar a la ministra desde entonces. Primero, Nyome Nicholas-Williams, denunció que habían utilizado su imagen sin permiso. "Es horrible. Deberían haberme pedido usar mi imagen y deberían haberme pagado. El consentimiento es importante y no preguntarme es no darme opción a decidir si quiero que se use mi imagen", escribía la modelo británica a través de su cuenta de Instagram. 

Después, Sian Green-Lord hacía lo propio a través de su cuenta de Instagram. "Un amigo me ha enviado una campaña en la que se usa mi imagen, pero en la que han borado mi pierna ortopédica. No sé ni cómo explicar la rabia que siento ahora mismo. La han cogido sin mi permiso. Esto está mucho peor que mal hecho", reconocía la también modelo. 

A continuación, la brasileña Raissa Galvao denunciaba que a ella le habían plagiado dos fotos. Una en la que sale de espaldas con los dedos en forma de victoria y otra más en la que aparece sentada. La última en criticar la campaña ha sido Juliet FitzPatrick, una mujer con una doble mastectomía a la que, para más 'inri', la diseñadora quitó uno de los senos. Ami Barrell fue la encargada de hacerle la foto a esta última y también ha mostrado su queja por utilizar la imagen sin su permiso.