Luis Casal Brais Cedeira

Los vecinos le recuerdan como “El Marqués”, apodo ficticio, título real. Al filo de las 10.00 de la mañana un grupo de agentes de la Policía Nacional lo encontraron muerto en su casa, un primer piso en el 205 de la calle Serrano, en el centro de Madrid, tirado en el suelo sobre un charco de sangre y con una pistola a sus pies.

En la misma vivienda estaban los cadáveres de su pareja, Gemma, y una amiga de esta, ambas tiroteadas. Fuentes cercanas a la familia han confirmado a EL ESPAÑOL que el hombre se trata de Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes (Madrid, 1969), conde de Atarés y marqués de Perijá. Las primeras hipótesis que manejan los agentes, confirman a este periódico fuentes próximas a la investigación, indican que el aristócrata habría cometido el doble asesinato para luego suicidarse con el mismo arma del crimen, una pistola de nueve milímetros encontrada a los pies del cadáver. 

Muchos de los inquilinos del bloque vivían asustados. Sabían que el marqués era un hombre complicado, iracundo, que incluso amenazó con “matar a tiros” al perro de una de sus vecinas. En su casa guardaba una colección de armas de fuego y fotografías a gran escala de los dictadores Adolf Hitler y Francisco Franco.

“Estaba loco, sobre todo en los últimos meses se le veía peor”, comenta a EL ESPAÑOL un residente del mismo inmueble. Eran constantes sus salidas al balcón con la bandera franquista, los tiroteos de medianoche -escopeta de caza en mano- contra un bidón comunitario y los gritos contra su vecina de arriba, a la que acusaba de manchar los cuadros de Picasso que decía tener en su salón. 

[Mueren tres personas de la misma familia tiroteadas en un piso de la calle Serrano de Madrid]

Después, todo empezó a escalar. Según sus vecinos era frecuente encontrarlo deambulando por el barrio, insultando a las mujeres que paseaban por las cercanías y cantando el Cara al Sol en las reuniones de la comunidad. Esta mañana llamaron a la Policía. 

Una vez consiguieron acceder al edificio, los agentes tiraron la puerta abajo de la vivienda y se encontraron a las 10.00 horas con los tres cadáveres y un reguero de sangre. No descartan que las muertes de las dos mujeres se produjeran en la madrugada del domingo, mientras que el suicidio ocurriera por la mañana del lunes. La pareja tiene una hija de 10 años que se encontraba en Francia de vacaciones.

Aviso al 091

En torno a las diez de la mañana, aseguran fuentes cercanas a la investigación, los agentes de la sala del 091 de la Policía Nacional recibieron una llamada de una vecina de ese edificio. La mujer aseguraba que a través del patio se podía observar un cadáver tendido en el suelo, en el interior de la vivienda, a través de una de las ventanas de la casa. 

Hasta el lugar acudieron los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) acompañados del Grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial y efectivos de Policía Científica. Dentro de la casa encuentran al varón muerto en el salón, donde también había una mujer de 70 años, amiga de la pareja del marqués, que estaba pasando unos días con ellos. Junto al hombre hallaron un arma de fuego.

En la cocina localizaron a una tercera persona sin vida, la mujer de 44 años que sería la pareja del marqués, Gema. Todos ellos presentaban heridas por arma de fuego. Hasta el lugar también se desplazaron, comisionados por Policía Nacional, una unidad médica del Summa de la Comunidad de Madrid. Los facultativos médicos simplemente certificaron el óbito de las tres personas sin manipular los cadáveres, según un portavoz de Emergencias de la Comunidad de Madrid.

Estos primeros indicios apuntarían a un nuevo crimen de violencia de género. El presunto autor de los hechos, había sido denunciado por la víctima en 2018, por lo que contaba con antecedentes por violencia de género. Aunque en la actualidad, sostienen las fuentes policiales consultadas, no tenía ninguna medida en vigor. 

Vecinos atemorizados

En declaraciones a los medios de comunicación tras el hallazgo, uno de los vecinos, que llevaba solo un año viviendo en ese inmueble del barrio de Salamanca junto a su novio, ha confirmado que efectivamente que el hombre fallecido habría tenido problemas con otros residentes.  "Ya ha venido la Policía más veces por aquí. Ha tenido discusiones con otros vecinos", añadía.

En su declaración, también apunta la posibilidad de que las muertes se produjeran anoche y no esta mañana, porque a la 1 de la madrugada oyeron "un montón de ruidos, como cuando se cae una cosa muy pesada al suelo". Sería otra vecina la que habría advertido de los cadáveres tirados en el suelo la que habría llamado a las 10 horas de este lunes a la Policía Nacional.

Aunque se desconocen todavía las causas del suceso, la principal hipótesis es la de un presunto doble homicidio y luego el suicido del supuesto autor del crimen.