El pasado 31 de agosto, martes, la cuenta en Twitter del 112 de la Comunidad de Madrid trajo una mala noticia. El bombero José Ricardo Abad había fallecido a los 48 años. La publicación no hacía referencia a nada más, no falleció en acto de servicio y caía como una noticia mala, pero que pasaba desapercibida. Sin embargo, según ha podido saber EL ESPAÑOL, el bombero se trata del único fallecido en el cuerpo a raíz de la Covid-19 y además había rechazado recibir la vacuna.

La Comunidad de Madrid cuenta con aproximadamente 1.300 bomberos repartidos en 20 parques a lo largo del territorio. Tanto el Gobierno central, presidido por Pedro Sánchez, como el autonómico, liderado por Isabel Díaz Ayuso, consideraron a estas personas trabajadores esenciales y se les dio prioridad en la vacunación. La misma comenzó el pasado 25 de febrero junto a otras autoridades como los agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional, Protección Civil, etcétera.

La gran matoría de los bomberos de la Comunidad de Madrid aceptaron recibir la dosis. Pero José Ricardo Abad rechazó ponerse la vacuna. Al tratarse de una decisión absolutamente personal, nadie pudo recomendarle lo contrario, con tan mala suerte que se acabó contagiando del virus y ha fallecido esta semana. Se trata del único bombero que ha fallecido en la Comunidad de Madrid a raíz de la Covid-19 y su caso sirve para resaltar la importancia de vacunarse.

A sus 48 años, José Ricardo Abad prestaba sus servicios en el parque número 13 de la Comunidad, ubicado en la pequeña localidad madrileña de Lozoyuela, ubicada al norte y con solo 1.340 habitantes censados. Su fallecimiento ha provocado una fuerte conmoción entre sus compañeros, aunque las autoridades no quieren dar demasiados datos sobre él debido a la situación de su muerte.

Todos vacunados

La Comunidad de Madrid empezó a vacunar a sus bomberos el pasado 25 de febrero. Estos profesionales pertenecían al grupo 6, junto a otros miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de Protección Civil. Ese día, jueves, empezaron a citar a 1.000 efectivos para vacunarse en el estadio Wanda Metropolitano, sede del equipo de fútbol Atlético de Madrid, y durante ese fin de semana se vacunaron a aproximadamente otros 3.000 profesionales de emergencias.

“Todos ellos son profesionales que están en la primera línea, profesionales que nos cuidan, que nos protegen y que nos ofrecen seguridad a todos los ciudadanos cuando más lo necesitamos y, por eso, consideramos que es necesario suministrarles la vacuna cuanto antes”, señaló la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.

Entre los motivos que pudo haber tenido José Ricardo Abad para rechazar ser vacunado, podría encontrarse que le habría tocado recibir la dosis de AstraZeneca, una vacuna por entonces aún muy polémica por los efectos secundarios. Sin embargo, las autoridades sanitarias siempre recomendaron vacunarse con esa marca también y estaba indicada para personas de entre 18 y 55 años. A los 48 que tenía Abad, no debería haber supuesto ningún problema para él.

Los Bomberos colaboran en labores de la residencia de ancianos Monte Hermoso (Madrid). EFE

Un papel fundamental

Al igual que las demás autoridades, los bomberos jugaron un papel fundamental en el 2020 de la Covid. Ese año pasado, aún con tanto tiempo con los ciudadanos confinados, el cuerpo disminuyó en sólo el 6,16% su actividad respecto a 2019. La mayor parte, el 40%, fueron asistencias técnicas, seguidas de incendios (35,7%), salvamentos (13%) y accidentes de tráfico (5,8%).

Durante los últimos meses, sin embargo, las acciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid se han dedicado a labores de incendios. La base de Lozoyuela a la que pertenecía José Ricardo Abad es un factor clave en esta lucha ya que tienen uno de los nueve helicópteros de los que dispone el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.

La muerte de José Ricardo ha sacudido a estos profesionales que se juegan la vida por el bien de los demás, aunque sirve para resaltar la importancia de vacunarse, aunque se sea tan jóven como él y se tenga tan buena condición física como la que tienen los bomberos.

Fe de errores: en una primera versión de este reportaje con el título "Muere por Covid el único de los 1.300 bomberos de Madrid que había rechazado vacunarse" se afirmó incorrectamente que José Ricardo Abad fue el único efectivo del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid que rechazó ponerse la vacuna. La información es incorrecta, ya que hay más bomberos que no quisieron vacunarse. Sin embargo, es el único bombero del cuerpo que ha muerto por Covid y no estaba vacunado.

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