Santiago de Compostela

Los cuatro mayores de edad detenidos por la brutal paliza que acabó con la vida del joven Samuel el pasado 3 de julio en A Coruña han sido acusados de asesinato, mientras que otro de ellos también lo ha sido por robo con violencia por haberse llevado el teléfono móvil de la víctima.

Así se lo ha solicitado esta mañana la Fiscalía -de la mano de las acusaciones particulares y la acusación popular- a la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña en una vista en la que han participado los cuatro mayores de edad detenidos en relación con el crimen de Samuel.

Fuentes judiciales han confirmado que la jueza, quien este mismo miércoles emitió un auto para que el caso sea juzgado por un tribunal del jurado, no emitirá ninguna resolución este jueves.

Será en los próximos días cuando se pronuncie sobre si procede o no la práctica de las diligencias solicitadas por las partes. Mientras tanto, la causa continúa abierta por "un delito de homicidio o asesinato", a concretar durante la instrucción.

Mientras que las penas por homicidio oscilan entre los 10 y los 15 años, el asesinato podría suponer entre 15 y 25 años de cárcel.

Los tres varones mayores de edad, en prisión provisional en Teixeiro (A Coruña) desde el pasado 9 de julio, llegaron pasadas las 09.00 horas en un autobús de la Guardia Civil, del que uno de ellos salió con la cara descubierta, otro con una capucha y el último, con el rostro totalmente cubierto.

Al filo de las 10.00 horas llegaría a los juzgados la chica investigada, en libertad pero con la obligación de comparecencias periódicas, quien fue recibida con gritos de "asesina" por parte de las amigas de Samuel, allí presentes.

El secreto de sumario fue levantado el pasado lunes y desde entonces han trascendido nuevos detalles sobre lo sucedido la noche en la que Samuel perdió la vida, como que algunos de los agresores se reunieron tras el crimen para comentar lo sucedido.

La investigación también ha permitido descubrir que los detenidos habrían llegado a borrar conversaciones de sus teléfonos móviles para eliminar las pruebas de lo sucedido.

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