A lo largo de la Historia hay muchas reinas famosas y pocas infantas conocidas. Como ocurre en las grandes producciones de cine, en las familias reales siempre hay una actriz protagonista y las demás son secundarias. El pasado jueves en Cartagena, con motivo de la presentación del submarino S-81, ese papel era el de la Princesa de Asturias Leonor y el de su hermana Sofía estar en un discreto segundo plano.

Los Reyes y sus dos hijas realizaron en Murcia su primer acto juntos de 2021. La pandemia, y que tanto Felipe como Letizia quieren ir dando a la Princesa y a su hermana responsabilidades y obligaciones como miembros de la Familia Real poco a poco, han hecho que se pueden contar con los dedos de las manos las ocasiones en las que les vemos a todos juntos. Nadie puede decir que el papel que la Historia le ha dado a la primogénita de Felipe VI vaya a ser fácil, pero desde luego el que le ha tocado a su hermana, Sofía, es todavía más complicado.

Seguramente los seguidores de The Crown, la serie de Netflix que narra la vida de la Reina Isabel II de Inglaterra, recuerdan cómo empezaba uno de los primeros capítulos de su segunda temporada y que refleja perfectamente la situación que viven estas dos hermanas. La trama comienza cuando a la soberana británica le cuentan, en 1943, que es la nueva heredera al trono. En la siguiente escena aparece una Isabel adolescente con su hermana Margarita peinándola y hablando las dos:

Coronación Isabel II. The Royal Family

-"No voy a ser capaz de hacerlo", le dice Isabel.

-"Yo sí podría, estar en cada moneda, en cada billete, ser la mujer más famosa del mundo. Se me daría de maravilla llevar una gran corona y dar órdenes a todos. Así que mañana ve y díselo: Margarita puede hacerlo, quiere hacerlo. Margarita ha nacido para hacerlo". Le contesta su hermana.

-"Es verdad", asiente la heredera.

-"Sería lo mejor para las dos", replica Margarita.

-"Está bien, mañana se lo digo", responde Isabel.

Diez años después Isabel II de Inglaterra era coronada en la Abadía de Westminster ante la mirada de millones de personas que siguieron la ceremonia por televisión. Margarita nunca superó ser la segunda en todo.

Porque la Historia de las monarquías es así. El primero que nace, sea válido o no, es el que gana. En el caso de la Casa Real española es todavía más injusto, ya que en su artículo sobre la Corona, la Constitución da prevalencia al hombre sobre la mujer, por eso el actual Rey es Felipe VI y no la infanta Elena, que es la primogénita de Juan Carlos I y la Reina Sofía. 

Coronación de Felipe VI.

"Cada una tiene que aceptar el papel que le ha dado la historia. No creo que tengan problemas ninguna de las dos, nunca he visto celos entre ellas ni nada parecido. Su madre, la reina Letizia, está siempre muy atenta a que esto no ocurra, aunque creo que el acto de Cartagena ha sido el primero en el que se ha visto un trato tan diferenciado entre ambas", cuenta a EL ESPAÑOL una fuente cercana a la familia Borbón Ortiz.

La escena del pasado jueves dejó claro que en la Familia Real hay dos equipos. Mientras que el Rey y la princesa de Asturias tienen que cumplir con sus obligaciones como titular de la Corona y heredera, la Reina y su hija pequeña, se quedaron en un segundo plano, esperando a que los protagonistas de la historia hicieran su papel.

Hasta los looks elegidos para las dos adolecentes parecían estar pensados en este sentido. Leonor (15) lucía un vestido de Zara, acorde a su edad –y que por cierto se agotó en horas tras lucirlo ella–, pero con un abrigo blanco por encima –que le había prestado su madre– y que le daba un aire mas regio. Por su parte, la infanta Sofía (13) vestía un diseño de Sfera –la firma más juvenil de El Corte Inglés– con un estilo menos serio, más relajado.

El acto era la ceremonia de puesta a flote del submarino S81 Isaac Peral. Aunque las dos hermanas llegaron juntas en el mismo coche, pronto tuvieron que separarse tanto en lugar físico como simbólico. Leonor era la encargada de bautizar la embarcación, cortando la cinta para poner en marcha el dispositivo que lanzó la botella contra el casco. Tras hacerlo, recibió un beso de su padre, que estuvo pendiente de ella todo el rato. Cosa que hace en cada uno de los actos que han compartido juntos y que de ahora en adelante serán más numerosos.

Leonor, junto a Felipe VI; y Sofía junto a Letizia. EFE

Con motivo del 50 cumpleaños de Felipe VI, la Casa Real hizo público un vídeo en el que se veía la vida familia de los Borbón Ortiz con la idea de que los españoles vieran la faceta más humana de Rey. Su actitud como padre y marido quedaba al descubierto aquel 30 de enero de 2018. Son muchos los detalles de los que hablaron de aquella cinta, pero pocos se dieron cuenta de una pequeña imagen, de una lección del padre a su hija.

Tras grabar el mensaje de Navidad en una de las salas de Zarzuela, se ve como el Jefe del Estado recibe la visita de la Reina, la princesa y la infanta. Al terminar, el Monarca quiere ver el resultado y aparece en una sala con una gran tele en la que le reproducen lo que acaba de grabar. En esas imágenes sólo se le ve a él y su hija mayor, sentada a su izquierda, pegada a su padre, que la abraza con cariño mientras los dos comentan las palabras del Rey. Muchos no repararon en aquel momento, pero era un gesto muy significativo para el futuro de la Corona.

Sofía, apoyo de Leonor

Y así debe ser. El protagonismo institucional de Sofía, como segunda en la línea de sucesión, nunca va a pasar de ahí: apoyar, acompañar y ayudar a la Princesa de Asturias. Sin embargo, la niña parece estar cómoda en su papel de segunda y la clave de que esto siga siendo así es, sin duda, su madre, Letizia. El jueves, desde luego, no se separó de ella.

Es una de las obsesiones de la Reina, que su hija pequeña no se sienta desplazada por el natural protagonismo que conlleva Leonor. Les trata exactamente igual a la dos, pero siempre está pendiente de Sofía en cualquier acto público. Sabe que la mayor tiene su lugar marcado, no hay duda, pero que la pequeña necesita apoyo para entender la importancia de su presencia.

Las dos hermanas, Sofía y Leonor, a la entrada de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora EFE

"Nosotros lo que vemos es que se llevan de maravilla. Se puede decir que las dos adolescentes son amigas. Se llevan muy poco. Alguna vez hablando con su madre del tema nos ha contado que ella con sus hermanas tenía esa misma relación y que ha fomentado mucho la amistad entre sus hijas. Van juntas a todos lados y comparten aficiones. Eso no significa que sean iguales. De hecho, son bastante distintas", cuenta una madre cuya hija comparte curso con la princesa de Asturias. "Son las dos chicas educadas y alegres. La pequeña es mucho más espontánea que la mayor. No parece que haya ni celos ni envidias, yo entiendo que cada una tiene claro cuál será su papel", añade.

Parece claro que ambas son plenamente conscientes del papel que ejercen sus padres y del que les corresponde a ellas. Los Reyes han contado en más de una ocasión que en casa hablan de los temas de actualidad, cosas complejas que intentan explicarles a sus hijas de forma sencilla.

"Aunque es verdad que el Rey le presta especial atención a la mayor, pero porque sabe de primera mano lo que es enfrentarse, siendo adolescente, a una tarea tan importante y a la exposición pública que conlleva. Eso fue lo que siempre le llevó a justificar la escasa presencia de sus hijas en actos oficiales. Y lo que él quería era darles la máxima privacidad antes de lanzarlas al ojo público que tan mal se lo hizo pasar a él", comenta una fuente cercana a Zarzuela.

En unos meses los caminos de las dos hijas de las Reyes se separarán por primera vez. Hasta el próximo agosto las dos hijas de los Reyes han tenido la misma formación. Ambas han cursado sus estudios en el Colegio Santa María de los Rosales, Leonor está haciendo cuarto de la ESO mientras que Sofía hace dos cursos menos. Hablan inglés con fluidez, como su padre ha contado, y aprenden francés. Comenzaron las dos a estudiar algo de chino y árabe, pero sus padres quisieron que antes se familiarizaran con las lenguas cooficiales de España.

Leonor y Sofía en el colegio Santa María de los Rosales septiembre de 2019.

Pero la cosa cambiará el curso que viene, cuando la heredera al trono se marche a Gales para realizar allí su Bachillerato Internacional. Entonces Sofía se quedará en Zarzuela de hija única. "Pero la idea es que cuando termine Leonor su hermana vaya al mismo centro. La Reina quiere que en educación tengan vidas paralelas y el UWC Atlantic College es una oportunidad increíble. Tendrá que pasar las pruebas de selección igual que Leonor. Ella las tuvo que hacer igual que todos los demás y no ha sido fácil prepararlas con el colegio a la vez también. Así que, que nadie le quite el mérito", puntualiza la madre de la amiga de la heredera al trono.

La diferencia vendrá después. La princesa de Asturias tiene un plan de formación muy bien trazado por sus padres y el equipo de Zarzuela. Leonor tendrá que pasar por las tres academias militares como hizo su padre. Si alguna vez es reina será también jefa de los Ejércitos y debe conocer la vida militar para sentirse parte de ella. Sin embargo, su hermana no tendrá que hacer ningún tipo de educación castrense.

"Sofía será más libre. Puede que no sea el centro de atención que sí va a ser su hermana en cada una de sus apariciones, pero podrá hacer con su vida lo que desee. Sus padres quieren que estudie y tenga un futuro propio, lo han comentado en muchas ocasiones. Sin embargo, Leonor será lo que tiene que ser, como bien apuntó su madre hace unos meses en una visita en Mallorca", sentencia la misma fuente.

Lo que quedó claro el jueves pasado en los muelles de Cartagena es que la etapa infantil de Leonor y su hermana ha pasado. Ambas están ya inmersas en la vida pública. Tienen la edad para hacerlo y la situación por la que pasa la Corona, que vive tiempos convulsos, aconseja promocionar el cambio. Las hijas de los Reyes se han convertido en uno de los principales activos de la institución. Eso sí, cada una en su sitio y lugar. La Princesa de Asturias junto al Rey, aprendiendo cada paso a dar y su hermana, Sofía, al lado de su madre, la Reina, conociendo como es ser el papel secundario, que es también el que le concede la Constitución a Letizia como consorte. Un papel secundario con enorme protagonismo, a la vez, dado el carácter de la consorte. 

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