A veces, cuando se habla de política, la conveniencia supera a la coherencia. Las ideas, acaso, pueden estar bien, pero mejor se está donde mejor se cobra. En según qué ambiente, los negocios pueden las veces disociarse de los intereses de cada uno, cerrar los ojos, taparse la nariz y recibir el pago. Como diciendo que sí, que vale, que las ideas están muy bien, pero que no es nada personal, sólo negocios. 

La política medioambiental no es ajena a estas intrigas, mucho menos en 2021, ante la inminente aprobación de la Ley de Residuos. Durante las últimas semanas, EL ESPAÑOL ha revelado la existencia de un lobby pretendidamente ecologista que, sin embargo, es financiado por una multinacional noruega, Tomra, especialmente interesada en esta ley. En nuestro país, el impulso de esta legislación parte del partido político Unidas Podemos, por un lado, y la llamada Alianza Residuo Cero, por otro. En ella se integra la desconocida Retorna, la gran beneficiada con dinero extranjero.

El principal interés de este grupo, autoproclamado “iniciativa sin ánimo de lucro”, es imponer en España el sistema SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno), el tipo de gestión de reciclaje favorito de Podemos y contra el que ya se han pronunciado supermercados y comercios. Su nombre aparece en todas las iniciativas de este tipo, en las consultas del Gobierno y en las estrategias de Greenpeace, pero pocos son los que conocen desde dentro a la organización.

Una mujer deposita una botella en una máquina de Tomra, la multinacional noruega que financia un lobby ecologista en España. Tomra

Tampoco sus vías de financiación. A pesar de proclamar su independencia, Retorna no informa sobre su financiación ni en su página web ni cuando este medio les pregunta directamente. En realidad, la pregunta se responde sola, ya que su principal soporte económico parte, desde el año 2015, de las continuas inyecciones de dinero que les otorga Tomra Systems, un grupo noruego que apoya el SDDR. El motivo, según ha podido comprobar este diario, sería obligar a los comercios españoles a pagar por las máquinas que ellos mismos fabrican. Lo dicho: nada personal, sólo negocios. 

El lazo Retorna-Tomra

Este diario ha tenido acceso a un total de 21 operaciones de Tomra a diferentes entidades españolas desde el año 2015 hasta 2019. De ellas, el grupo Retorna ha sido el máximo beneficiado, obteniendo un monto total de 1.390.000 euros que, si bien no es ilegal, tampoco es transparente de cara a afiliados y simpatizantes de sus iniciativas ecologistas. 

En total, la sociedad habría recibido 830.000 directamente, mientras que el resto del dinero habría ido a las cuentas de Miguel Roset, director general, y César Sánchez, director de comunicación, con 420.000 y 140.000 euros, respectivamente. Preguntada por este diario acerca del objeto de estas transferencias bancarias, Retorna se ha negado a hacer declaraciones al respecto.

Además del casi millón y medio derivado a Retorna, este diario tiene constancia de otros 570.000 euros enviados por Tomra a la empresa Rethinking Together from the Grassroots, de la que Roset es administrador único, entre los años 2017 y 2019. La sociedad no refleja estos pagos en sus portales de transparencia.

Miquel Roset, director de la asociación ecologista Retorna, durante la prueba piloto del SDDR. E.E.

En el caso de Retorna, su red es incluso más opaca. No facilita información sobre su financiación, no tiene una sección de transparencia ni muestra sus cuentas de resultados. No obstante, sí reconoce las entidades que impulsaron su nacimiento, desde Greenpeace hasta Amigos de la Tierra, pasando por CCOO o Ecologistas en Acción, entre otros. También el Gremi de Recuperació de Catalunya, una liga de empresas que en 2017 también recibió un pago de Tomra: 45.000 euros.

Las diferentes ayudas económicas de la multinacional a los dos socios de la Alianza, en especial a Retorna, coinciden en el tiempo con los planes de Tomra. Según un informe de inversores de Tomra al que ha tenido acceso este diario, la cotizada noruega resolvía en el año 2016 su intención de implantar 15.000 máquinas en España antes del año 2018.

Extracto del informe de Tomra en 2016. El Español

Miguel Roset, director

En cualquier caso, la conexión entre la fabricante de las máquinas y las asociaciones españoles no se detiene con estos pagos, sino que empieza y termina con el director de los ecologistas, Miguel Roset. Antes de acceder al trono de Retorna, en 2011, el empresario catalán había sido director de operaciones de Tomra, una relación laboral que con el paso del tiempo ha preferido ocultar de todas sus redes sociales. En los últimos meses (y años) han vuelto a reunirse.

De él llama la atención que, en su puesto de responsable ecologista sin ánimo de lucro, pueda permitirse el lujo de adquirir un chalé en Pedralbes, uno de los barrios residenciales más lujosos de Barcelona. La vivienda unifamiliar, 100% de su propiedad, cuenta con una parcela de 343 metros cuadrados, de los cuales 283 son construidos. En esa zona, el precio de una vivienda unifamiliar de esas características se sitúa por encima de un millón de euros, según las estimaciones de algunas inmobiliarias consultadas.

Lejos de terminar aquí, los lazos siguen conectándose. En el primer vídeo subido a Youtube por la organización medioambiental, titulado La diferencia (entre el sistema de reciclaje actual y el SDDR), aparece en los créditos como ayudante de producción en Alemania de Thomas Morgenstern, a la sazón vicepresidente senior de Asuntos Gubernamentales de Tomra Systems ASA. De seguro, nada personal. Sólo negocios.

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