1,7 millones de euros. Ese es el dinero que la Casa Real española gastó solamente en el último trimestre de 2020. En los meses de octubre, noviembre y diciembre, la institución encabezada por Felipe VI firmó hasta 19 contratos públicos con múltiples objetivos: desde la adquisición de tablets y ordenadores y mascarillas quirúrgicas, hasta otros algo más etéreos como los 240.064 euros que pagó por “Análisis de información internet”.

Los contratos publicados dejan ver una serie de tendencias en la Casa de Su Majestad el Rey. La primera es que el teletrabajo se ha convertido en una realidad y han gastado mucho dinero en ordenadores, teclados y demás. Con ello, también han querido invertir dinero en establecer conexiones seguras -no vayan a tener un ciberataque como el que aqueja al SEPE estos días- y en licencias para distintos programas por ordenador. También hay otros gastos más tradicionales como los “Servicios veterinarios” y adquisiciones de material contra la Covid-19.

De todos los contratos firmados, el más caro es el que se ha llevado la empresa Seidor S.A., por valor de 1,2 millones de euros. La Casa Real ha pagado esa cuantía a la empresa por adquirir licencias de productos Microsoft y soporte técnico asociado. Seidor, eso dicen en su página web, es una de las compañías referentes en España en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación.

Los reyes durante una teleconferencia con Juan Roig, cabeza de Mercadona. CSMR

De una manera similar a la que hace cada uno de los ministerios, la Casa Real viene desde 2014 colgando en su página web los contratos que firman para que la ciudadanía pueda consultar en qué se va el dinero público. En los últimos tiempos de crisis para la Monarquía -con los escándalos protagonizados por Juan Carlos I y con un sector del Gobierno abiertamente republicano- la transparencia es una de las claves que muchos expertos consideran fundamental para su supervivencia.

En ese sentido, la Casa Real no es demasiado transparente respecto a sus contratos. La mayoría de organismos no sólo hacen públicos los contratos per se, sino que también se suele explicar las empresas que participan en el concurso y los motivos por los que la licitación se ha adjudicado a una compañía y no a otra. En los contratos de Zarzuela todo este proceso se resuelve con un simple PDF en el que muchos de esos datos no aparecen. Por ejemplo, indican el número de empresas invitadas y de licitadores, pero no se argumenta la licitación.

Estos contratos del último trimestre de 2020 vienen marcados por la asignación a la Casa Real en los Presupuestos Generales del Estado. Para este 2021, Felipe VI y el resto de la Familia Real cuenta con un total de 8,4 millones de euros asignados. Se trata de una subida del 7% respecto a los últimos presupuestos vigentes, los de 2018.

Muchas tablets y ordenadores

Más allá del contrato millonario para licencias de Microsoft, la Casa Real también ha invertido dinero en otro tipo de licencias como de PDF -15.898 euros- y más productos informatizados como el “Servicio de administración y mantenimiento para las aplicaciones de la Casa de SM el Rey”, contratado por nada menos que 150.427 euros.

La reina Letizia atiende a una videoconferencia. CSMR

Durante este último trimestre publicado se ve una clara dirección respecto a los anteriores del mismo año. En junio de 2020 se gastaron 22.900 euros en composiciones florales y material para obsequio de carácter protocolario -sin especificar cuáles- y, en el mes de septiembre, compraron por 50.000 euros en material para condecoraciones. Sin embargo, a finales de año dejaron ese tipo de actividades y se volcaron en facilitar el teletrabajo de la gente que opera en la Casa Real.

La Casa Real se ha gastado 54.605,01 euros en hardware informático. Esto es, en tablets, impresoras, ordenadores convertibles, portátiles, teclados y monitores. Con esa partida se da cuenta de que ha dejado de lado los actos protocolarios para trabajar confinada. Esto es algo que culmina lo iniciado en marzo de 2020 cuando ya gastaron 36.300 euros en ordenadores portátiles y otra partida en un servicio de revisión para la mejora del teletrabajo. En junio se gastaron otros 14.013 en portátiles.

Todos esos ordenadores hay que dotarlos con las herramientas de Microsoft, ya comentadas, y también con seguridad. En ese sentido, Zarzuela ha gastado casi lo mismo que en el hardware: 51.032,96 euros. Lo ha hecho a través de dos contratos, uno sobre “material de cifra” -se entiende que para cifrar las comunicaciones y protegerlas- y otro para la integración de un sistema compartido con el Ministerio de Defensa.

Covid y animales

Toda esta nueva tendencia hay que enmarcarla en la actual pandemia de coronavirus que ha venido a trastocar toda la normalidad previa. Por eso se gasta menos en protocolo y más en teletrabajar. Por supuesto, también se gasta en material para evitar contagios de la Covid-19. En ese último trimestre, la Casa Real ha firmado un contrato de 5.751,66 euros para adquirir mascarillas quirúrgicas desechables.

Letizia, en Sevilla, cuando el Rey estaba confinado. Gtres

Si bien esto habita en la normalidad, lo más llamativo es que no fue hasta el mes de septiembre de 2020 que la Casa Real adquirió por primera vez material sanitario como geles hidroalcohólicos, guantes o mascarillas desechables.

La institución también ha gastado dinero en servicios veterinarios. En concreto 8.470 euros, que han ido a parar a la empresa AF Colaboraciones Veterinarias SL. Es caro mantener a los animales y una pista de ello se dio cuando en abril gastó nada menos que 30.800 euros en suministro de pienso bienal; es decir, 15.400 euros al año.

Uno de los contratos más llamativos es el de “Análisis de información internet” que ha concedido a la empresa Intelecta Ideas SL. A falta de mejores explicaciones, se entiende que se trata de un servicio para analizar la información que aparece en medios de comunicación sobre la Casa Real, lo que se conoce popularmente como servicio de clipping.

Debido a los múltiples escándalos que ha tenido que vivir la familia de Felipe VI, encabezados por su padre, Juan Carlos I, este servicio ha sido clave para tomar el pulso a la situación en los periódicos. Seguirá siendo necesario porque se le acumulan, poco a poco, como la vacunación de las infantas al ir a visitar a emérito. Mientras, la Casa Real tira de transparencia, aunque a su manera, para mostrarse como una Monarquía moderna y adaptada a los tiempos.

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