La casa de Fausto y Mari Cruz empezó a arder a mediodía. La vivienda está en una colonia de chalés perteneciente a El Molar (Madrid), aunque un poco en medio de la nada. Fue allí donde los servicios de emergencia encontraron este martes los cadáveres de Fausto, Mari Cruz y su hija Isabel, de 11 años. Ninguno de los tres murió a causa de las llamas. Es más, el incendio apenas tocó los cuerpos. Todos tenían heridas mortales de bala.

Las primeras investigaciones indican que el hombre acabó con la vida de su mujer y su hija en la noche del lunes. Este martes fue cuando decidió poner punto y final: prendió fuego a su casa, se dirigió al jardín y terminó con su vida. El matrimonio llevaba varias décadas viviendo en este alejado rincón. Las viviendas están tan separadas que nadie oyó un solo disparo.

“Aquí no se oye nada”, asegura Claudio, un vecino de la pareja que se entera del suceso por boca de los propios periodistas. Ni oyó tiros, ni vio el fuego. Otra vecina que prefiere no identificarse sí que vio las llamas salir de la casa. La mujer asegura que el matrimonio eran “buenísimas personas” y que no se explica lo que ha podido ocurrir. Jamás hubiera imaginado algo así. Todo hace indicar que Mari Cruz e Isabel son la quinta y sexta víctimas de violencia machista en lo que va de año.

Sobre las 12.30 el 112 ha recibido un aviso de la Policía Local informando de un incendio de una casa aislada situada en el camino rural Arroyo Cárdenas, en el kilómetro 38 de la A-1. Al lugar se han desplazado dos dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que han encontrado el incendio afectando a la cocina y dos dormitorios.

En el rastreo de la casa, los profesionales han hallado tres cuerpos sin vida. El personal sanitario del Summa-112 ha confirmado su fallecimiento. No estaban en el foco del incendio. Los cadáveres tienen signos externos aparentes de violencia. Los tres presentaban heridas provocadas por un arma de fuego, sin descartar que la autopsia revele otras heridas por arma blanca. Los fallecidos son María Cruz, paraguaya de 48 años; su marido burgalés, Fausto, de la misma edad; y la hija de ambos.

El hombre trabajaba como chapista en un taller mecánico en San Agustín del Guadalix, la localidad más cercana a su casa. Hacía décadas que trabajaba ahí. El dueño del establecimiento, ubicado en un polígono industrial al norte del municipio, ha declinado hacer ninguna declaración, visiblemente dolido por el suceso.

La calle donde trabajaba Fausto, en San Agustín de Guadalix. Jaime Susanna

Los trabajadores de las naves adyacentes al taller confirman el relato de la vecina: jamás se imaginaron que esto pudiera ocurrir. Fausto era un tipo corriente, simpático y sin maldad aparente. “Pero esas cosas nunca se saben”, teoriza Claudio, su vecino. “Igual que hay muchos que parecen gentuza pero no lo son”. Mari Cruz, por su parte, trabajaba en una casa en La Moraleja. E Isabel, la hija de ambos, estudiaba en un colegio de San Agustín del Guadalix.

Ellas murieron anoche

Los agentes ya trabajan con la hipótesis de que el hombre mató durante la noche de este lunes a su mujer y a su hija disparándoles en el pecho. El hombre, de hecho, era también cazador por lo que tenía licencia de armas. Y, según lo describen algunas personas que le conocían, se había vuelto obsesivo y huraño y no permitía que su mujer o su hija saliesen de casa.

Pese a que los homicidios se han cometido, presuntamente, este lunes, no ha sido hasta este martes cuando Fausto ha decidido suicidarse de un tiro en la cabeza, poco después de incendiar la casa prendiendo fuego a la cocina. El supuesto asesino no contaba con antecedentes de violencia de género ni denuncias previas, según fuentes de la investigación consultadas por Europa Press.

La alcaldesa de El Molar, Yolanda Sanz, ha confirmado en la Cadena Ser que los cuerpos tenían signos de violencia y todo apunta a que se trata de un crimen machista. San Agustín del Guadalix también llora estas muertes: ahí trabajaba Fausto e Isabel iba al colegio.

María Cruz, de 48 años, y su hija Isabel, de 11, son la quinta y sexta víctimas de la violencia machista desde que comenzó el año. En España, en 2021, también han sido asesinadas María del Carmen M. V., de 46 años, Alicia P., de 52; Conchi G., de 56 y Flora P., de 82. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018, 55 en 2019 y 43 en 2020.

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