Dice el refrán que “quien tiene un amigo tiene un tesoro” ensalzando, de esta manera, el valor impagable de la amistad auténtica. Existe la salvedad conocida de que, en las monarquías, los reyes pagan una costosa servidumbre: “Al no poder tener amigos”. Sin embargo, el pago de 4,4 millones de euros a Hacienda con préstamos de sus amigos, por parte del rey mérito Juan Carlos intentando regular su situación fiscal, demostraría la falsedad de la anterior aseveración. En el caso de la regularización de estos cuatro millones, el dinero amigo probablemente viene de España en su práctica totalidad.

Se trataría de un grupo de empresarios, algunos vinculados al Ibex. El grupo oscilaría entre 15 y 20 personas, que habrían utilizado la figura legal de préstamo a un interés ‘a no devolver’, por llamarlo de una forma.

La realidad es que al padre de Felipe VI le faltarían dedos en las manos para contar la lista de sus amigos multimillonarios dispuestos a ayudarle para solucionar sus problemas de liquidez. Por ahora lo desconocemos, pero sabemos que en el pasado se distinguieron por ser generosos benefactores del anterior monarca. En EL ESPAÑOL recogemos todos los que han podido ser benefactores del Emérito:

Los hermanos Fanjul y Gómez Mena (Pepe y Alfonso) / Azucareros. Los llamados “reyes del azúcar” al poseer en EE.UU. (Florida) y la República Dominicana las mayores plantaciones y producciones de esta sacarosa. Oriundos de Asturias, poseen pasaporte español y norteamericano.

Son íntimos de Juan Carlos y han manifestado en más de una ocasión que estarían dispuestos a recibir a su cargo como huésped al rey desterrado en cualquiera de sus fabulosas mansiones repartidas por todo el mundo. Su fortuna es incalculable. Su amistad con el Emérito, de igual manera, es inquebrantable.

Don Juan Carlos, con dos de los hermanos Fanjul EFE

Alberto y Alfonso Cortina (los Albertos, primos) / Empresarios. Del grupo de los “amigos de las cacerías” del anterior jefe del Estado. El escándalo saltó hace justo un año cuando el periódico británico The Telegraph publicó que el primo y testaferro del rey emérito, Álvaro de Orleans, cobró 39 millones de libras (cerca de 50 millones de euros) por ejercer como mediador en la venta del Banco Zaragozano (donde los Albertos eran los principales accionistas) al Barclays en 2003 (fue el pelotazo financiero de la década).

Desde esa cuenta suiza se habrían pagado numerosos gastos del actual rey emérito. La estrecha amistad entre Juan Carlos y los primos Cortina les llevó a celebrar juntos y en helicóptero, en febrero de 2008, la sentencia del Tribunal Constitucional que revocó otra anterior del Tribunal Supremo que había condenado a los empresarios españoles por un delito de estafa tras la aplicación de una novedosa doctrina sobre la prescripción de los delitos.

Peter Dubens / Barcos. El empresario británico y propietario de la empresa “North Sails” posee la mayor fábrica de velas para barcos del mundo. Este multimillonario inglés es uno de los fijos de “las amistades de las regatas” en las que tanto le ha gustado participar y en la actualidad añora al monarca autoexiliado.

Peter Dubens forma parte del llamado “dream team” de los regatistas de Sanxenso (A Coruña) junto con el empresario Pedro Campos, quien alojó en su última noche en España al monarca repudiado.

Mohammed Bin Zayed Al Nayan / príncipe heredero de Abu Dhabi. Es el actual anfitrión de Juan Carlos en su 'autoexilio'. Apareció junto a él en una de las últimas fotografías publicadas recientemente del Emérito. Fue quien le cedió su suite royal durante sus primeros meses en los Emiratos, y ocupa ahora una residencia privada también de su propiedad.

Su fortuna es incalculable y los regalos con los que ha ido obsequiando al anterior rey a lo largo de su vida de igual magnitud. Como muestra quedan los dos Ferraris que, según Corinna, le regaló a Juan Carlos hace años tras asistir al Gran Premio de Fórmula 1 en otoño de 2011 en el mencionado país.

Mansour Bin Zayed Al Nayen / dueño del Manchester City. Es hermano del anterior (quinto hijo de los 18 que tuvo el emir Zayed II, presidente de los Emiratos Árabes Unidos) y conocido en Europa, entre otros motivos, por presidir el segundo club de Mancherter, el City, con Pep Guardiola como entrenador.

Es, además, presidente de Mubudala, fondo soberano de Abu Dhabi propietario de Cepsa. Muy amigo de Juan Carlos, juntos se les ha visto asistiendo a varios partidos de fútbol en Inglaterra. Es propietario en nuestro país de una finca de 8.200 hectáreas en el término municipal de Valencia de las Torres, una localidad al sur de la provincia de Badajoz. Su fortuna se calcula por encima de los 20.000 millones de euros. Y seguramente nos quedaremos cortos.

Imagen difundida de Juan Carlos I en Abu Dabi junto a Mohammed Bin Zayed Al Nayan.

Shah Karim al-Hussayni / Aga Khan IV (título de los imanes de los ismaelitas nizaríes pertenecientes al chiismo). Es íntimo amigo de Juan Carlos y con una fortuna que supera, según el listado de Forbes, los mil millones de euros y con ingresos anuales de más quinientos millones.

Una amistad que surgió cuando ambos coincidieron en el internado suizo Le Rosey. En la actualidad, Aga Khan, es el jefe de la Fundación para la que trabaja la infanta Cristina de Borbón en el tiempo que la exduquesa de Palma disminuyó su relación laboral con La Caixa.

Mohamed VI / rey de Marruecos. Si Juan Carlos trataba a su padre Hassan II, como a un hermano, el actual monarca alauita sería para el rey emérito como una especie de sobrino. Así le cobijo cuando acudió en representación de su padre, con apenas 12 años, a la Misa de Acción de Gracias en Los Jerónimos por su coronación en noviembre de 1975 tras el fallecimiento del general Franco.

Mohamed VI es uno de los diez reyes más ricos del mundo: con 12 palacios, 1.100 sirvientes y 600 coches de lujo. En muchas fotografías ha aparecido luciendo en su muñeca un reloj valorado en un millón de euros. La fiscalía suiza todavía está investigando a quién pertenece la propiedad del terreno en El Palmeral de Marraquech que, a nombre de la ex amante de Juan Carlos I Corinna Larsen, regaló el monarca marroquí.

Juan Carlos I y Mohamed VI.

Haitham bin Tariq / Sultán de Omán (hijo del anterior sultan, Qabus Al Said fallecido en enero de 2020). Omán es un pequeño país localizado al occidente de Asia, en la costa oriental de la península arábiga. Sus límites con Emiratos Árabes y Arabia Suadí ya indican que su economía se fundamenta en la explotación de grandes reservas de gas y de petróleo.

Según las grabaciones que el ex comisario Villarejo realizó a Corinna Larsen en Londres en octubre de 2016, el anterior sultán de Omán regaló a Juan Carlos de Borbón un lujoso apartamento en la exclusiva zona londinense de Blegravia.

La vivienda de varios cientos de metros cuadrados estaba valorada en más de 50 millones de libras (unos 55,5 millones de euros) y estaba ubicada cerca de la embajada de España. La vivienda fue finalmente vendida por el sultán de Omán por una cifra cercana a los 50 millones de libras a un jeque de Abu Dhabi y el dinero terminó en una cuenta opaca en un paraíso fiscal.

Salman Bin Abdulaziz /Emir. Desde que en agosto de 2008 el rey Juan Carlos recibiera 100 millones de dólares del rey Abdulá de Arabia Saudí (medio hermano del actual monarca árabe) después de que el BOE publicara un acuerdo estratégico de colaboración con Riad y apenas tres semanas después de que se celebrara en Madrid una conferencia de Diálogo Interreligioso que “blanqueo” el régimen dictatorial saudí, el destino de ese dinero ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza del ex monarca español.

El pelotazo acabó primero en una cuenta del banco suizo Mirabaud. La titular de esa cuenta era una sociedad instrumental controlada por los testaferros del rey español, Arturo Fasana y Dante Canónica. Finalmente, en septiembre de 2012, Juan Carlos I ordenó transferir los últimos 62 millones de dólares que quedaban a la cuenta de su ex amante, Corinna Larsen, en concepto de donación. Las relaciones entre el rey emérito y la familia real saudí siguen siendo, a pesar de todo, excelentes.

Vasco de Manuel Quevedo Pereira Coutinho / banquero portugués propietario del Banco del Espíritu Santo y multimillonario. Excelente amigo de Juan Carlos, tanto es así que en abril de 2011 le concedió el título de Marqués de Pereira Coutinho de nueva creación que pasó casi desapercibido porque no se especificaba el motivo por el que se entregaba tan alta dignidad en el BOE de su publicación.

La relación de las familias Borbón y Pereira Coutinho siguen siendo de lo más estrechas: tanto es así que Felipe y Letizia han veraneado varias veces junto a Vasco de Manuel, su esposa y sus respectivos vástagos. Al comienzo del destierro de Juan Carlos se especuló con que su destino ideal podría haber sido Portugal, y la persona de Vasco Manuel el anfitrión perfecto.

Hamad bin Isa Al-Khalifa / sultán de Bahréin. Juan Carlos I entregó en Ginebra, en 2010, 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) que había recibido como donación del rey de Bahréin (archipiélago de más 30 islas situado en el golfo Pérsico) al gestor de su cuenta suiza en la banca Maribaud, el abogado Arturo Fasana, según la declaración de éste al fiscal Yves Bertossa.

Josep Cusí / Armador. Conoció al rey Juan Carlos en una cacería con Franco. Durante 12 años fue el instructor de tiro del dictador. Pero no fue hasta 1972 cuando el monarca y el ingeniero catalán se hicieron amigos.

Entonces el Emérito se preparaba para competir en los Juegos Olímpicos de Múnich y Cusí navegó con él. Desde aquel momento, el empresario formó parte de la tripulación indispensable del Bribón II, en el que ha acompañado a Juan Carlos en decenas de regatas. Cusí también era el armador del barco, y lo ha sido de todos los demás que ha usado el rey en sus competiciones.

Juan Carlos I y su amigo íntimo Josep Cosí.

Cusí, propietario de la empresa Navilot que habría costeado cientos de miles de euros del viaje de novios de Felipe y Letizia, siempre ha estado ligado al deporte. En concreto, a la natación, al waterpolo y al tiro con arco y al plato. En 1968 ganó un diploma olímpico en los JJ.OO de México.

También se ha codeado con la flor y nata internacional. Conoció a la reina Sofía antes de que esta fuese novia de Juan Carlos y fue amigo del biólogo Jacques Cousteau, con quien participó en una expedición a bordo del icónico Calypso. La amistad con el rey es tan estrecha que le acompañaba a sus chequeos médicos en la Clínica Planas de Barcelona y, según la periodista Pilar Eyre, se telefonean a diario.

No están todos los que son, pero sí son todos ellos, grandes amigos de Juan Carlos y multimillonarios. Pero la imagen relatada de Juan Carlos I viajando con un maletín repleto de billetes de dólares, desde el golfo Pérsico hasta Suiza, para ocultar dicha fortuna al fisco español, queda como resumen de la deriva final de su reinado marcado por la corrupción, cuyas consecuencias siguen afectando a su hijo y a la situación política española.

Así ha quedado demostrado esta misma semana por la polémica creada tras la aparición de otros 4,4 millones de euros (prestados por unos amigos hasta ahora desconocidos) en un nuevo intento por parte de su defensa de regularizar su peculiar situación ante la Hacienda española. ¿Y van ya…?

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