Las pesquisas policiales, un par de días después del suceso, han determinado que el hombre que aparentemente se suicidó el pasado miércoles en un garaje comunitario en el barrio de El Palmar (Murcia), en realidad fue presuntamente asesinado por un hombre que era su exsocio y con el que mantenía cierta enemistad. Y que se quitó la vida en su domicilio, poco antes de que las fuerzas policiales centraran la investigación en él. 

Así, los agentes de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de la Región consideran esclarecido este truculento suceso, acaecido en la calle Fernando Sánchez Agüera, y que fue descubierto por un vecino que encontró el cuerpo del varon en una zona común de la urbanización. 

Tras avisar a los servicios de emergencias, los integrantes de una ambulancia y los agentes que se desplazaron hasta el lugar comprobaron que el hombre se encontraba con vida, por lo que lo trasladaron con la mayor urgencia hasta el Hospital Virgen de la Arrixaca, donde falleció poco después de llegar.

Todos apuntaban a que se había tratado de un suicidio, pues tenía un disparo en la cabeza y junto a su cuerpo se encontró un arma de fuego, que en apariencia empuñaba la víctima. No era así. 

Distinto calibre

Horas más tarde, según pública La Verdad, al realizarle la autopsia al cadáver y analizar las pruebas recabadas en el lugar del suceso, los especialistas llegaron a la conclusión de que tenía que haber intervenido otra persona en la muerte, ya que el proyecto que había impactado contra la cabeza del fallecido era de distinto calibre al del arma que se encontró a su lado.

Fue en ese momento cuando los agentes iniciaron una rápida investigación entre sus familiares y conocidos y acabaron identificando a un antiguo socio de la víctima, un hombre con el que había compartido intereses en una firma relacionada con la construcción, y con el que en apariencia había acabado fuertemente enemistado.

Los agentes comenzaron a seguir su pista, que acabó conduciéndoles hasta la urbanización Hawai II de La Manga del Mar Menor. Después de horas realizando una discreta vigilancia en torno a la vivienda, sorprendidos de que no diera señales de vida, se decidieron a entrar en ese domicilio y hallaron al sospechoso ya cadáver, con un disparo en la cabeza. Fuentes próximas al caso señalan que, a falta de cerrar el atestado con todas las pruebas e indicios recabados en los distintos escenarios, todo apunta a que este hombre pudo acabar con la vida de su exsocio, para seguidamente trasladarse hasta La Manga y dispararse en la cabeza.

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