Diego inició la petición y su madre, Maite, le animó.

Diego inició la petición y su madre, Maite, le animó.

Reportajes

Diego, el niño ejemplar de la enfermera que consiguió el Princesa de Asturias para sanitarios

Recibirá el premio 'Gigantes poco frecuentes' por su iniciativa. Su madre, Maite, es sanitaria. 

20 noviembre, 2020 18:00

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“Soy Diego, el mayor de seis hermanos. Tengo 15 años y luego están mis hermanos: Andrés, de 13; Iván, de 11; Sara, de 9; Sofía, de 5; y Maite, de 18 meses. Yo soy el que estoy escribiendo esta petición. Nuestra madre es enfermera y trabaja en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Llevamos dos semanas encerrados en casa viviendo la angustia que mi madre tiene cada día por la situación que vive en su trabajo. Supongo que esta misma situación la estarán viviendo muchos niños que, como nosotros, alguno de sus padres son personal sanitario. Por eso se me ha ocurrido iniciar esta petición para que le den el Premio Princesa de Asturias a todo el personal sanitario por su esfuerzo y entrega”.

Diego, en aquellos primeros días de la primera ola de coronavirus,con motivo del estado de alarma, se puso a escribir. “Veía cómo cada día mi madre llegaba muy angustiada a casa, estábamos en marzo, cuando peor estaba la cosa. Entonces, decidí iniciar esta petición en Change.org. Claro que, por supuesto, no pensaba que fuera a tener tanta repercusión”, cuenta a EL ESPAÑOL. Sin embargo, la tuvo: ha conseguido 150.000 firmas y, poco después, recibió la noticia de que el Premio Princesa de Asturias iba a ser para los sanitarios.

Y, gracias a ello, ha sido galardonado con el premio 'Gigantes poco frecuentes' que entrega el Instituto de Investigación y Desarrollo Social de Enfermedades Poco Frecuentes (INDEPF), cuyo presidente es Jesús Ignacio Meco, y que se dedica a "definir y fomentar un modelo socio-sanitario de estas enfermedades, a la vez que asimilar, transmitir y aplicar conceptos como el de humanización del sistema sanitario, mejorar la calidad de vida de los pacientes y, por ende sus familias". 

Los peores días

Aquellos días, todos, en casa de Diego, compartían el estrés de su madre. “Cuando llegaba del hospital tenía que quitarse todo y no nos tocaba hasta que no se duchaba y se desinfectaba”, cuenta el pequeño de 15 años. “Acababan de cerrar los colegios y la situación era horrorosa en el hospital. No había mascarillas, no había de nada. Estábamos mareados, nos cambiaban de un sitio a otro, llorábamos, teníamos diarrea”, explica Maite, su madre, a este periódico.

Por eso, ella animó a su hijo a que subiera su petición a Change.org. “Me dijo: ‘Os merecéis un premio. Esto tienen que recompensarlo’”, cuenta Maite. Y, entre los seis hermanos, firmaron la petición. Diego escribió gran parte de la carta. Andrés e Iván aportaron algún párrafo. Y la niña, Sofía, hizo el dibujo. “Lo subimos y, al poco tiempo, nos dijeron que estaba teniendo muchísima repercusión. Luego llegaron las teles, las radios… y el Premio Princesa de Asturias”, explica.

Maite y su marido.

Maite y su marido.

¿La razón? Diego la expresó perfectamente a través de su petición: “Tendrían que darles el premio ya que arriesgan sus vidas para tratar de salvar al resto de ciudadanos del coronavirus. También el personal sanitario tiene familia: madres, padres, hermanos e hijos, y tienen riesgo de contagio ya que tratan a pacientes que tienen este virus que mete al país en una crisis social y económica (…) Yo creo que todas estas personas son las que tendrían que tener premios porque son unos verdaderos héroes. Todos unidos vamos a luchar contra el coronavirus porque así somos más fuertes para combatir este virus que nos está creando problemas. ¡España, unida, jamás será vencida”, escribía el pequeño de 15 años en Change.org.

Aquellos días, todos, en casa de Diego, salían a aplaudir a las 20:00 horas, esperando que su madre volviese y dejase a un lado la Covid. “Las primeras semanas fueron… Pero luego ha ido mejorando todo dentro de la gravedad de la situación”, cuenta, algo más aliviada, Maite. “Ahora, el trabajo en la consulta es el mismo. Hay menos pacientes, se guardan las medidas, pero no es como en marzo, que nos quedamos para atender urgencias y oncología”, prosigue. Pero, eso sí, llamando la atención con que esto no ha acabado: la lucha sigue. Y Diego bien que lo sabe. Su madre y los sanitarios siguen siendo sus héroes.