Brais Cedeira Agencias

Funcionarios de la cárcel de Brieva (Ávila) han encontrado esta mañana muerta en su celda, colgada de un cinturón de tela atado a la ventana, a Rosario Porto, madre de Asunta Basterra, condenada a 18 años por el asesinato de la niña en la localidad de Teo (A Coruña), a las afueras de Santiago de Compostela, en septiembre de 2013.

Fuentes penitenciarias han confirmado a EL ESPAÑOL que en el recuento de la mañana los funcionarios han echado en falta a la reclusa y cuando han acudido a su celda la han encontrado ahorcada. Así lo ha avanzado Efe.

La mujer estaba sola en su habitáculo. Nadie más ocupaba esa celda. Tras el hallazgo, los operarios de la prisión han avisado al 112 y los servicios de emergencia le han practicado maniobras de reanimación pero solo han podido certificar su muerte.

Porto tenía toda la estancia recogida, incluidas sus pertenencias, lo que hace pensar que tenía meditada su decisión, según indican las mismas fuentes.

Rosario Porto, abogada, cumplía la pena por el asesinato de su hija adoptiva y ya había cumplido 7 años en tres prisiones -A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña) y Brieva (Ávila)-.

Rosario Porto, madre de Asunta Basterra, en los juzgados.

Ya intentó suicidarse

Ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones. El 12 de noviembre de 2018 se enroscó un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamó a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo, por lo que los funcionarios acudieron de inmediato y el episodio terminó ahí.

Aunque no quedó acreditado que quisiera acabar con su vida, a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y se le asignó a otra interna de confianza.

Previamente también había tratado de autolesionarse y el 24 de febrero de 2017 fue ingresada en el hospital tras ingerir una gran cantidad de pastillas de un medicamento que tomaba habitualmente por prescripción médica. Sucedió en idénticas circunstancias. A las ocho de la mañana de aquel día, al abrir la puerta de su celda, se la encontraron tirada en el suelo en estado de semiinconsciencia tras la ingesta masiva de las pastillas. 

Rosario Porto, tras declarar.

Precisamente por ello, en los distintos centros penitenciarios por los que ha pasado se le han aplicado protocolos antisuicidio en diversas ocasiones, tres meses en A Lama y tres en Teixeiro. De hecho, nada más llegar a la cárcel de Brieva la internaron en el módulo de enfermería, el de máxima seguridad, acompañada siempre por una reclusa mientras se le aplicaba también dicho protocolo.

Fuentes penitenciarias precisan, no obstante, que no se puede estar aplicando estas medidas de forma indefinida porque supone estar en la enfermería la mayor parte del tiempo además de un castigo añadido a la propia privación de libertad.

Traslado en marzo

La madre de Asunta llegó el pasado mes de marzo a la prisión de mujeres de Ávila, la misma que ocupó el yerno del rey, Iñaki Urdangarin. No bien comenzaba el confinamiento y el estado de alarma, Instituciones Penitenciarias ordenaba el traslado para que siguiera cumpliendo allí la pena impuesta. 

Fuentes penitenciarias aseguran a EL ESPAÑOL que en aquel momento a la mujer no le sentó muy bien esa decisión. No entendía por qué la alejaban de su tierra y de un centro en el que ya se encontraba medianamente integrada.  

A finales del pasado año, su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, llegó a revelar que la mujer se encontraba presa de "una profunda depresión". 

Porto fue condenada junto a su marido Alfonso Basterra a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija adoptiva, cuyo cadáver fue hallado el 22 de septiembre de 2013 en una cuneta del municipio coruñés de Teo, próximo a Santiago de Compostela.

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