El pasado martes 28 de julio, un tren de mercancías de la compañía pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) arrojó al río Sil varios vagones de un tren descarrilado cuando se dirigía desde Carvalleda de Valdeorras (Orense) a León. El domingo 2 de agosto, se publicó un vídeo en Internet en el que se podía ver a una excavadora empujando el convoy de once vagones hasta desprender varios de ellos y desde Adif han comunicado que han abierto una investigación al respecto.

La compañía ha enviado un comunicado en el que explica que, para poder llevar a cabo las tareas de encarrilamiento — en los que se encontraba colaborando también Renfe—, "era necesario apartar cuatro vagones para reparar la vía", dada la dificultad de acceso a la zona y con el fin de "asegurar la seguridad de los trabajadores". Y señalan que fue en ese proceso cuando se descarriló accidentalmente "uno de los vagones" hasta la ribera del río Sil.

Sin embargo, las publicaciones de varios vídeos en Internet parecen quitarles la razón al mostrar como la excavadora continúa empujando los vagones a pesar de ver claramente que se están desprendiendo. Y son varios los grupos ecologistas que culpan a la empresa de haber arrojado los vagones a conciencia, con el fin de agilizar y abaratar el proceso.

Adif vierte vagones descarrilados al río Sil en Ourense

Los medios de comunicación locales también se han hecho eco de estas sospechas y desde La Voz de Galicia afirman que desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil informaron de que la empresa había llamado con anterioridad al 112 para comentar "que una de las opciones era echarlo ladera abajo". Algo que ocurrió finalmente horas más tarde a pesar de no haber obtenido la autorización necesaria por parte del organismo.

Por supuesto los vagones, en el proceso del desprendimiento, arrasaron con los árboles que encontraban a su paso. Uno de ellos fue arrastrado hasta la orilla y llegó hasta un terraplén. Mientras que el otro se hundió en las aguas del río y se encuentra a la espera de ser retirado. 

Desde la Xunta piden explicaciones al Gobierno por los vídeos que contradicen las palabras de la compañía. Y la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, que tiene al frente a Ángeles Vázquez en funciones, ya ha enviado sendas misivas a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y al responsable de Transportes, José Luis Ábalos. Con el objetivo de interesarse por una "conducta totalmente inadmisible" y, por ende, de conocer las acciones que se adoptarán.

Asimismo, informan de que varios agentes medioambientales se han dirigido al lugar de los hechos para dejar constancia de lo acontecido al arrojar estas estructuras de gran tonelaje. Y acusan a Adif de haber actuado conscientemente y con absoluta "voluntariedad".

Desde la compañía pública han alegando que todos los vagones se encontraban vacíos, "por lo que no hay riesgo de contaminación ni vertido" al río y aseguran que esperan actuar cuanto antes "para poder revertir los daños que se hayan podido producir en el entorno a la mayor brevedad posible".

Por otra parte, la propia ministra Teresa Ribera ha confirmado que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ya se encuentra desarrollando las investigaciones necesarias para determinar si se ha podido producir algún tipo de vertido al agua. Y, de ser así, las pesquisas determinarán si es oportuno abrir diligencias que puedan suponer abrir un expediente sancionador a Adif y a la propia Renfe.

La compañía, por su parte, se respalda afirmando encontrarse en "permanente contacto con las autoridades medioambietales" y aseguran que la prioridad "sigue siendo retirar los vagones descarrilados".

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