A principios de julio, el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico anunciaron todos los medios con los que contarían en carretera para los dos meses de verano. Entre ellos, además de drones, furgonetas camufladas y cámaras de vigilancia móvil, la DGT confirmó un total de 1.324 radares. 684 radares fijos, 80 de tramo y 548 radares móviles que controlarían la velocidad de los conductores

Estos últimos, los dispositivos más difíciles de identificar, están dispuestos en 1.300 ubicaciones a lo largo y ancho del país, según hizo público Tráfico en un listado. No obstante, tan solo dos días después, varios usuarios denunciaron que, en realidad, la DGT tenía más localizaciones habilitadas para ellos no que aparecían en dicho documento. Un supuesto que poco después ha confirmado la plataforma SocialDrive.

Según han avanzando, habría hasta 30 ubicaciones secretas donde estos dispositivos están multando ya a los conductores.  Por ejemplo, la Dirección General ha ocultado la ubicación de un radar móvil en Palencia (A-67, kilómetro 37) y otro en Segovia (N-603, kilómetro 79). 

Pueden advertir estos dispositivos en la imagen que ilustra este artículo y que ha desvelado SocialDrive. Por el momento, esta plataforma ha registrado un total de 30 avisos, aunque podrían ser muchas más las ubicaciones no anunciadas. Ya que no todos los radares se registran en SocialDrive con carretera y punto kilométrico exacto para poder cruzar los datos y comparar. 

Entre tanto, ante la supuesta falta de datos, es importante saber dónde es más frecuente encontrar estos radares móviles cuando conducimos en carretera. Estos dispositivos, según publica Autopista.es, suelen estar en largas rectas y tramos fluidos en autopistas y autovías, sobre todo en los tramos a partir de los kilómetros 10 en las salidas de las grandes ciudades. La A3, la A6 y la AP-7 son las carreteras donde es más frecuente encontrarlos.

Las salidas y entradas a túneles son también el mayor exponente y son habituales en la A6 en Piedrafita, en la A8 en Ribadesella o en la C-16 en Vallvidrera, en Barcelona. Otras zonas muy utilizadas por los radares móviles, sobre todo para parecer lo más ocultos posibles, son los puentes y quitamiedos. Los más frecuentes los encontramos en la A66, en la A4 en las proximidades del aeropuerto de Sevilla, en la A3 en Requena o en la AP-7 en Alicante. 

Por último, los radares móviles también tienen bastante presencia en los enlaces de autovías con distinta limitación y en las entradas y salidas a poblaciones, o en autovías.