Óscar Armando Méndez tenía 32 años y llegó hace 15 a Manacor (Mallorca), directo desde su Ecuador natal. Desde entonces, ha trabajado como jardinero y conductor de autobuses -puesto que ocupó hasta su fallecimiento- y desde hacía tres años compartía vida con Daniela Cardona (30 años), a manos de la cual fue asesinado el pasado 8 de julio.

Óscar y Daniela comenzaron a convivir hace apenas un año, contrajeron matrimonio y tuvieron un hijo -todo en este tiempo-. La acusada era además madre de otros dos niños -de seis y diez años- con los que también residían, pero que procedían de una relación anterior. 

El aviso llegó durante la noche del miércoles cuando varios vecinos alertaron a los servicios de emergencia con motivo de una fuerte discusión que se estaba produciendo en uno de los pisos de la finca. Al trasladarse la Policía Nacional al lugar de los hechos, encontraron a Óscar tirado en el suelo con cuatro puñaladas en la espalda -una de ellas atravesando el corazón- y detuvieron a su pareja como presunta responsable, mientras ella aseguraba haberlo atacado "en defensa propia".

Defensa propia o crimen

Ocho años antes de conocer a Daniela, Óscar comenzó a salir con María Luisa Jaya, una compatriota con la que mantuvo el contacto y la amistad tiempo después de haber terminado su relación. Y cuya situación, según ha comentado la propia expareja, llegó a producir problemas entre la acusada y el fallecido.

"Era muy celosa y él estaba cansado de la situación", ha declarado Jaya, quien ha asegurado además que la acusada llegó a pincharle "las ruedas del coche" en una ocasión.

Óscar Armando.

Sin embargo, tanto la madre como el hermano de Daniela han testificado que las agresiones entre ambas partes de la pareja eran mutuas y constantes. "La relación estaba muy deteriorada. Ella se fue a un albergue en febrero, pero volvió a casa porque él se lo pidió", han afirmado.

Según los datos aportados por la Policía, Daniela Cardona habría presentado cargos contra la víctima hacía un año pero, sin rastros de una orden de alejamiento entre la pareja, terminó por archivarse el caso. Además -como suele ocurrir en situaciones similares- la camarera de un bar que solían frecuentar les ha definido como una "pareja normal" que componían una familia aparentemente estable.

Acontecimientos

La realidad es que la noche del miércoles 8 de julio, Óscar Armando murió a manos de su pareja y el primer aviso lo recibió la madre de esta a raíz de una videollamada realizada por el hijo mayor de Daniela.

"Óscar ha atacado a mi madre", son las palabras que asegura haber escuchado la suegra de la víctima antes de que su propia hija se lo confirmara: "Mamá, llama a la Policía. Creo que he matado a Óscar". La imagen que veía entonces la abuela de los tres niños era aterradora: su hija con el bebé -de todavía meses- en brazos, ensangrentada y con el ya cadáver de la víctima yaciendo a su lado.

Sin embargo no hizo falta que alertara a nadie, la Policía Nacional se encontraba de camino al domicilio tras los avisos de los vecinos por los fuertes ruidos de discusión que estaban escuchando.

La investigación ha quedado ahora en manos del Grupo de Homicidios, la Policía Científica y la Judicial de Manacor. Mientras que la única "familia" de la víctima -en ningún caso biológica y formada por su expareja y exsuegra- pide justicia para Óscar y le eximen de cualquier culpa de lo ocurrido.

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