“Mi recuerdo de aquellas entrevistas en la cárcel de Carabanchel con el padre de Pablo Iglesias es el de un joven antifascista”, explica el exministro socialista José Bono la tarde de este miércoles en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. “En él no había nada que sugiriera actividad terrorista. Hay que recordar que el régimen de Franco acusaba de terrorista a quien le convenía”.

Horas antes de que este periódico se pusiera en contacto con José Bono, la figura del padre de Pablo Iglesias, Francisco Javier Iglesias, sobrevoló por el Congreso de los Diputados durante una agria intervención de la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. 

La dirigente ‘popular’ dijo sin ambages y mirando a la cara del vicepresidente segundo del Gobierno: “Como usted muy bien sabe, los hijos no somos responsables de nuestros padres. Ni siquiera los padres somos del todo responsables de lo que vayan a hacer nuestros hijos. Por eso se lo voy a decir por primera y última vez: usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político”.

Iglesias se burla de la "señora marquesa" Cayetana y ella le llama "hijo de un terrorista"

La intervención de Álvarez de Toledo fue respaldada con una cerrada ovación de la bancada del PP. Algunos diputados ‘populares’ incluso se pusieron en pie para aplaudir. Pero las palabras de trazo grueso de su portavoz no concuerdan con los hechos que describe la trayectoria vital de Francisco Javier Iglesias. 

1973. Locutorio de la antigua cárcel de Carabanchel, Madrid. José Bono, afiliado al Partido Socialista Popular (PSP), se ha licenciado en Derecho tres años antes. En ese momento ya ejerce como abogado laboralista en el bufete de Enrique Tierno Galván, quien tiempo después será alcalde de Madrid.

Tierno Galván envía a Bono a que visite en prisión al hijo de un republicano, Manuel Iglesias Ramírez -abuelo del hoy líder de Unidas Podemos-. “Asiste a mi hijo, por favor”, le pide a Tierno Galván, quien accede a ayudarle. “Lo han detenido”.

José Bono se entrevista en dos ocasiones con Francisco Javier Iglesias en aquel locutorio de la prisión de Carabanchel. Al preso lo detienen el 26 de abril de 1973. Lo procesaron junto a otros tres arrestados. El 28 de abril ingresa en la prisión madrileña hasta junio de ese mismo año. 

Según el relato del exministro, el preso con el que se entrevista en la prisión es un estudiante que forma parte de la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE), una organización estudiantil ilegal antifranquista fundada en 1961. El reo también milita en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), nacido en 1973 a raíz de una escisión del PCE y que usó la violencia durante los últimos años del Franquismo. 

En 1975, el FRAP asesinó en atentados terroristas a dos miembros de las fuerzas de seguridad del Estado e hirió gravemente a otro, además de realizar otras acciones violentas. Tres de sus militantes fueron parte de los cinco últimos fusilados por la dictadura el 27 de septiembre de 1975, a dos meses de la muerte de Franco. El FRAP se disolvió en 1978. El cantautor Luis Eduardo Aute se basó en aquellos fusilamientos para componer la letra de Al Alba. "Presiento que tras la noche / Vendrá la noche más larga / Quiero que no me abandones / Amor mío, al alba". 

Enrique Tierno Galván y José Bono, en una imagen cedida por el segundo. EE

Tras verse con el preso, Bono traslada el testimonio que ha escuchado a Enrique Tierno Galván. “Fui a la cárcel a visitar al padre de Pablo Iglesias. Serían dos veces y pasé información a Tierno. Mi recuerdo de aquellas entrevistas [con él] es el de un joven antifascista”, explica el exministro socialista, quien no vio “nada” en Francisco Javier Iglesias que lo vinculara con el terrorismo.

Según explica el propio Bono, su contribución a la defensa de Francisco Javier Iglesias acabó ahí. Durante el juicio ante el Tribunal de Orden Público su abogado fue el ya fallecido Gregorio Peces-Barba, uno de los padres de la Constitución y presidente del Congreso de los Diputados, entre otros cargos ostentados.

Repartía propaganda antifranquista

Tras la salida de tono de Cayetana Álvarez de Toledo, Unidas Podemos publicó un tuit en el que explicaba que el padre de Pablo Iglesias fue detenido en 1973 y encarcelado en Carabanchel “por repartir propaganda -antifranquista- del 1 de Mayo”.

“Se jugó el tipo por las libertades que hoy disfrutamos”, añadía la formación morada. “Para la dictadura era un criminal, y para la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, en 2020, también”. 

El vicepresidente segundo del Ejecutivo de coalición calificó de delito la intervención de la dirigente del PP y dijo en el Congreso de los Diputados que hablaría con su padre para que tomara “las medidas oportunas” contra Cayetana Álvarez de Toledo, dejando entrever que le recomendará que acuda a los tribunales.

"Solo alguien con títulos nobiliarios es capaz de creerse con la impunidad de poder llamar terrorista a alguien y que le salga gratis", dijo Iglesias.

La madre de Pablo Iglesias y exmujer del aludido, María Luisa Turrión, también se sumó a la defensa pública de su antigua pareja. A las 16.35 horas de este miércoles publicaba la siguiente entrada en su perfil de Twitter: “Javier Iglesias Peláez (...) fue y es un hombre de bien y luchador contra cualquier forma de fascismo. Ser hijo y compañera de Javier Iglesias es un honor que la lengua bífida de una marquesa de pacotilla no empaña”.

Si finalmente el padre de Pablo Iglesias acude a los tribunales no será la primera vez que lo haga por una acusación similar. Al eurodiputado de Vox Hermann Tertsch se le condenó a pagarle 15.000 euros por vincularlo al asesinato del subinspector de policía José Antonio Fernández Gutiérrez el 1 de mayo de 1973. 

Manuel Iglesias, abuelo paterno del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. EE

La sentencia contra Tertsch dictaminó que éste había cometido “intromisión ilegítima” y “vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen”. Cuando tuvo lugar la muerte de aquel agente el padre de Iglesias ya se encontraba encarcelado por reparto de propaganda ilegal. “Como llegó la amnistía”, dijo Tertsch en sus redes sociales, “nunca fue acusado nadie”. Aquella acusación se basaba en falsedades.

Antes de acusar a Francisco Iglesias de la comisión de aquel delito, el dirigente de VOX ya fue condenado a pagar otros 12.000 euros por llamar también asesino al abuelo del líder de Unidas Podemos. Le tachó de "criminal" en un artículo publicado en ABC el 17 de febrero de 2016.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Zamora condenó a Tertsch el 28 de junio de 2017 a indemnizar a los familiares de Manuel Iglesias, al que también acusó de haber sido partícipe en el asesinato de dos personas durante la Guerra Civil. La Audiencia Provincial de Zamora ratificó la condena en agosto de ese mismo año.

Inspector de Trabajo

Francisco Javier Iglesias Peláez es licenciado en Derecho y en Historia Contemporánea. Fue inspector de trabajo desde 1979, cuando ingresó por oposición en el Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social. También ejerció como profesor de Derecho de Trabajo en la UNED y profesor asociado de Historia en una escuela en Zamora dependiente de la Universidad de Salamanca.

Hasta la adolescencia de su hijo estuvo casado con María Luisa Turrión, una abogada de CCOO. En las últimas elecciones municipales de 2019 Francisco Javier Delgado cerró la candidatura de Podemos Zamora, donde reside desde hace 30 años. No fue elegido concejal.

Francisco Javier Iglesias y su hijo, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno. EFE

 

Su padre, Manuel Iglesias Ramírez, el hombre que pidió a Tierno Galván que ayudara a su hijo preso en 1973, fue condenado a muerte sin pruebas fehacientes por participar en el asesinato de Joaquín Dorado y Rodríguez, marqués de San Fernando, y Pedro Ceballos Zúñiga, en 1936. Incluso la Guardia Civil lo dio “por ejecutado” el 31 de julio de 1940. 

Sin embargo, no fue así. Al abuelo del hoy vicepresidente lo salvaron del paredón los falangistas y el clero, como EL ESPAÑOL contó en este reportaje. Casi cuatro décadas después, en los estertores del Franquismo, acudió a ver a Enrique Tierno Galván para que sacara de prisión a su hijo. Un joven abogado nacido en Salobre (Albacete) y llamado José Bono acudió a escuchar al chaval hasta la prisión de Carabanchel. 

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