Para los niños menores de 12 años el fútbol en Escocia cambiará para siempre . A partir de este enero tendrán prohibido rematar el balón de cabeza porque, al parecer, produce lesiones cerebrales a largo plazo. Por ello, la Asociación Escocesa de Fútbol (SFA) prevé vetar esta práctica tan común en el deporte rey a los más pequeños. La decisión se basa en un estudio realizado por la Universidad de Glasgow que determina que los futbolistas tienen más del triple de posibilidades de contraer enfermedades neurodegenerativas en el futuro.

Esta realidad contrasta con la opinión de algunos entrenadores de categorías como benjamines -para niños de 8 y 9 años-, alevines  -de 10 y 11 años- e infantiles -de 12 y 13 años- consultados por EL ESPAÑOL. Los místeres y los padres de jugadores de nuestros campos no terminan de entender la dimensión de la medida.

Jaime Vela, ex entrenador de dos equipos de las citadas categorías del Club Deportivo Cluny -un equipo del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón-, considera que la norma “no tiene ninguna lógica”. Explica a este medio que “rara vez” los niños rematan de cabeza porque son tan pequeños que les cuesta elevar el balón. “En mi equipo, los córners los jugábamos al primer palo porque es impensable que los niños puedan centrar un balón que llegue más lejos para el remate de cabeza de su compañero. Sólo usaban alguna vez la cabeza con los saques de puerta, pero vaya, ha habido temporadas que no han rematado ni una vez”.

Niños del Electrocor Las Rozas, junto a su entrenador.

En este sentido opina David Puente, quien asegura a este medio que sus alumnos del equipo infantil Electrocor Las Rozas "a esas edades tienen una baja calidad futbolística y los niños no rematan de cabeza porque son los primeros a los que les da miedo". "De hecho, no recuerdo que hayan marcado ningún gol de cabeza", añade. Padres y madres consultados por este diario opinan que quizá la prohibición sea algo "exagerada". José Antonio ha acompañado cada sábado a sus tres hijos a los partidos de fútbol de los sábados durante quince años y no recuerda que se hayan golpeado la cabeza en alguna ocasión. "Además, son niños, la pelota va muy flojita", apuntala este padre.

Más cabezazos, más demencia

La investigación que ha desencadenado todo, sin embargo, la ha dirigido el neurólogo William Stewart, quien ha admitido que el informe deja muchas preguntas sin responder. Pero aseguró el pasado octubre que los datos obtenidos deben servir para “cambiar el fútbol de alguna manera”. “Nuestros datos demuestran que los futbolistas tienen mayores índices de demencia, pero que tienen menos probabilidades de morir por otras enfermedades comunes", explicaba el doctor tras publicar su estudio en The New England Journal of Medicine.

El análisis se ha elaborado a partir de los datos de 7.676 futbolistas escoceses retirados mayores de 40 años. Se observaba su salud, los medicamentos que emplean -si lo hacen-, sus parámetros electrónicos y la causa de la muerte para los ya fallecidos. Los datos se contrastaron con 23.028 hombres de edades y estilos de vida similares. El resultado es rotundo: los futbolistas tienen 3,5 veces más riesgo de adquirir una enfermedad neurodegenerativa. Pero este dato se puede desglosar, ya que el informe da cifras concretas de cada una de las enfermedades. Por ejemplo, un futbolista tiene cinco veces más posibilidades de desarrollar alzhéimer o dos veces más de contraer parkinson. 

El remate de cabeza, una práctica común en los futbolistas profesionales. En la foto cabecea el español Morata.

Escocia, sin embargo, no es el único país que ha decido tomar medidas al respecto. Ya en 2015, Estados Unidos prohibió a los menores de 11 años rematar de cabeza. Y los jóvenes menores de 14 años lo pueden hacer pero con alguna restricción. Lo hicieron porque salieron a la luz varios escándalos de ex deportistas profesionales con signos de demencia causados por lesiones craneales.

Norma sin consenso

Esta decisión, no obstante, no ha contado con todos los apoyos en las islas británicas. El conocido ex jugador Steven Gerrard -ex capitán del Liverpool- ha expresado su preocupación por que esta medida disuada a los niños de jugar al fútbol. También Peter McCabe, presidente de la asociación británica Headway, dedicada a luchar contra las enfermedades neurodegenerativas, ha cuestionado la edad puesta por la Asociación Escocesa de Fútbol para su nueva norma. 

"Hay preguntas sobre la edad límite, que según las especulaciones sería de 12 años. Eso quiere decir que un niño de 13 años puede cabecear sin riesgo. ¿Cómo sabemos que es así?", decía en un comunicado."Es absolutamente necesario hacer investigaciones para saber cuáles son los riesgos, si los hay, de cabecear un balón de fútbol moderno", añadía.

La Federación Inglesa de Fútbol (FA), aun así, ha rechazado aplicar esta norma de su homóloga escocesa en Inglaterra. La Asociación Escocesa, por su parte, defiende la medida que aplicará. John MacLeam, doctor de la selección escocesa de fútbol y miembro del equipo de investigación de su federación, considera que hasta que no haya evidencia de que el impacto del balón en las cabezas de los jugadores no genere enfermedades, "esta norma preventiva tiene sentido".

Steven Gerrard, ex capitán del Liverpool, en un partido en 2009 contra el Real Madrid. EFE

Y, cómo no, en Gran Bretaña también hay gente que aplaude la nueva prohibición. John Hartson, ex jugador del Arsenal y el Celtic, ha declarado al diario británico The Times que se alegra de que se haya vetado el remate de cabeza para los más pequeños. "Ha habido situaciones serias en donde los jugadores han perdido la vida [por las enfermedades neurodegenerativas] y, también, ex leyendas que han terminado sufriendo demencia", argumenta.

"Retirar con carácter preventivo" 

Pese a ello, el neurólogo español Guillermo García defiende que no es tan fácil establecer la causalidad entre remates de cabezas en menores de 12 años y el desarrollo de una enfermedad neurodegenerativa. ¿Por qué? "Porque el estudio se ha basado en futbolistas profesionales, quienes están sometidos a los impactos del balón de manera más continua que un niño que juegue al fútbol". "No obstante, ni siquiera los futbolistas rematan tanto de cabeza como para producir lesiones neurodegenerativas. No es como el boxeo", puntualiza el médico. Aún así, García admite que hay que ser cuidadosos con los menores y los deportes de contacto porque biológicamente "tienen un borde craneal menor", es decir, sus huesos de la cabeza son más finos.

El médico sugiere aplicar para los niños de 12 años una norma que existe en el fútbol profesional: “Si hay algún choque de cabezas o un impacto fuerte contra el balón, se retira a los jugadores del campo con carácter preventivo para que se les examine. Se podría hacer en los niños”.

De momento, la prohibición de los menores de 12 años de rematar de cabeza cuando juegan al fútbol llega a Europa. En España, no existe este debate, de momento. Pero en el Reino Unido la polémica está servida.

Noticias relacionadas