Tíjola (Almería)

La vida de Estanislao Berruezo García cambió a los 13 años, en una calurosa mañana del verano de 1960, cuando dos señores muy trajeados entraron al Bar Justo en el que estaba trabajando como camarero. “Era domingo por la mañana, yo estaba solo en el bar y entraron el presidente del Banco de Siero, Ramón de Rato (padre de Rodrigo Rato), y el director general del Banco de Siero, Bernabé Pendas, se pusieron a desayunar y de golpe y porrazo me preguntaron si quería irme a trabajar de botones a la sucursal bancaria de Tíjola”. La respuesta del humilde chico a los señores banqueros fue que antes se lo tenía que consultar a sus padres, los cuales se dedicaban a la agricultura para sacar adelante a sus 13 hijos. “Al día siguiente, les di la contestación y ahí fue cuando inicié mi carrera en banca: yo tenía unas ganas enormes de trabajar”, rememora Estanislao, un empresario tijoleño que a sus 74 años conserva intactos el tesón y el espíritu emprendedor que le han llevado a amasar una fortuna superior a los 300 millones de euros.

“Al año y pico me ascendieron de botones a auxiliar, dejando por detrás a los ordenanzas. He pasado por todos los puestos del banco: oficial primero, oficial segundo, interventor… hasta que me hicieron director”, precisa empleando un tono de voz nostálgico. La oficina que el Banco de Siero tenía en Tíjola, un pequeño pueblo de la comarca almeriense del Valle de Almanzora, empezó a funcionar a todo trapo bajo la dirección del joven Estanislao, que por aquel entonces solo tenía 23 años. “En el pueblo había 4.000 vecinos y en la sucursal llegamos a tener 8.000 clientes, el doble que habitantes de Tíjola, incluso facturábamos más que entidades de Almería capital”.



A lo largo de sus cuatro décadas de trabajo en el sector de la banca, vivió todo tipo de situaciones, como los distintos cambios de titularidad por los que pasó la sucursal situada en Tíjola, la tierra natal de este magnate desde el 5 de enero de 1946. “Primero acabó en manos de Rumasa y bajo la denominación de Banco del Norte quedó incluida dentro del grupo de empresas que lideraba José María Ruiz Mateos, y más tarde formó formando parte del Banco de Murcia”. A los vecinos poco les importaba los cambios de titularidad que tuvo la entidad porque para ellos siempre tuvo el mismo nombre: “¡La llamaban el Banco de Estanislao!”, clama orgulloso este tijoleño.

Carné de Estanislao. El banco de Tíjola fue sucursal, entre otros, del Banco del Norte, propiedad. de Rumasa



No todo han sido vacas gordas en su carrera porque la entidad bancaria a la que pertenecía la sucursal de Tíjola entró en suspensión de pagos el 1 de noviembre de 1966, cuando Estanislao era interventor. “Durante siete meses permaneció cerrado el banco y en ese tiempo pensé que lo único que te puede dar seguridad a ti y a tu familia es tener algo propio”. Esa crisis laboral que sufrió en primera persona y que no acabó hasta que regresó a la actividad bancaria, cuando el Banco de Siero fue adquirido por Rumasa en mayo de 1967, motivó a Estanislao para empezar una carrera empresarial aprovechando su tiempo libre y los conocimientos adquiridos en el banco haciendo números. “El primer negocio lo hice en 1969, tenía ahorradas 300.000 pesetas y entregué 50.000 pesetas por cada uno de los seis pisos que todavía quedaban a la venta en un bloque de Almería capital”.



Estanislao no tenía para pagar la siguiente letra de cada inmueble que vencía a los 90 días, pero ese era el plazo de tiempo del que disponía para vender cada uno de los pisos que había comprado si no quería acabar en la ruina. “Me la jugué y multipliqué por tres la inversión ganando 900.000 pesetas por la venta de todos los pisos”. A partir de ese momento dispuso de liquidez para cerrar otros negocios sonados, como la compra de los modelos Seat modelo 1400 que jubilaban los taxistas de Málaga para sustituirlos por el Seat modelo 1500 y que Estanislao adquiría por 10.000 pesetas para luego venderlos como vehículos de segunda mano a razón de 15.000 pesetas. “Compré y vendí cientos de coches”. En 1978 invirtió 16,5 millones de pesetas para hacerse con 30 apartamentos propiedad de un empresario de Andorra, con el propósito de empezar a explotarlos turísticamente porque estaban situados en la playa de La Romanilla de Roquetas de Mar. “Durante 12 años, por las tardes o los fines de semana, mi mujer, Mari Carmen, y yo, nos íbamos a los apartamentos: ella limpiaba mientras yo hacía de fontanero y de electricista para los turistas”.



Entre las principales fortunas de España



Aquella operación en la costa fue el germen de la constitución del Grupo Promobys que catapultó al otrora botones bancario al ‘skyline’ de la economía española. “En 1990, vendí los apartamentos de Roquetas por 150 millones de pesetas y pedí la excedencia del banco: esa operación fue clave en mi vida empresarial”, admite echando la vista atrás. Las oficinas del grupo las montó en la calle Carrera Virgen del Socorro de Tíjola. “Aquí nací, aquí sigo viviendo y aquí pienso morirme si no me pilla de viaje”, sentencia el fundador y presidente del Grupo Promobys.

Estanislao Berruezo García empleando una de las antiguas calculadores que había en el Banco de Siero.

La sede central está situada en los locales comerciales que hay debajo de su casa, desde donde gestiona la marca BS Hoteles con presencia en Granada (Hotel Capitulaciones y Príncipe Felipe), así como la Residencia Universitaria Rector Estanislao del Campo en Sevilla y otra instalación de estudiantes en Montevideo (Uruguay). También se dedica a invertir en gasolineras, energía solar, almendros, aceite y juegos de ocio y administra solares comerciales y actividades inmobiliarias en Uruguay, Rumanía, Paraguay e Italia, así como promociones de viviendas en Sevilla, Granada, Almería y Murcia.



“En Asunción, la capital de Paraguay, tenemos un edificio con cinco plantas alquiladas a la ONU: una de las mejores cosas que siempre hemos tenido en el Grupo Promobys ha sido la diversificación”, comenta este empresario que solo llegó a cursar primero de Bachiller y al que en su currículum no le faltan anécdotas, como el haber participado en el rodaje de la película sobre el General George S. Patton, pieza clave en la II Guerra Mundial.



— ¿Usted ha salido en la lista Forbes como una de las fortunas más grandes de España?



Sí. Ahí salimos en 2017 y 2018, no sé por qué nos pusieron, no sé si llevaban razón. En 2017 estábamos en el puesto 121 y en 2018 bajamos, creo que estábamos entre el puesto 144 o 147, con un patrimonio de entre 300 y 350 millones de euros.

— Su grupo empresarial tiene actividad en diversos puntos del país, Latinoamérica y Europa. ¿Nunca se ha planteado trasladar las oficinas que tiene la sede central de Promobys en los locales comerciales que hay debajo de su casa en Tíjola a la capital de provincia en Almería?



- Le voy a contar una anécdota. Una vez vino a verme el presidente del Banco Popular, cogió un avión desde Madrid a Granada y después viajó por carretera hasta Tíjola. Me dijo: ‘¡Qué lejos está Tíjola!’. Yo le contesté que Tíjola está en su sitio, lo que está lejos es todo lo demás. Soy un apasionado de mi pueblo porque soy hombre de pueblo. He conseguido que mis hijos tengan aquí su propia residencia y esa tarea estoy tratando de trasladarla a mis nietos en los años que me quedan. La gente es libre de pensar lo que quiera, con la tecnología no hace falta desplazarse a la capital para poder trabajar y desarrollar cualquier actividad. Esto es una cosa que habría que fomentar entre la juventud para que no siguiera bajando la población en los pueblos pequeños.

Estanislao Berruezo García, primero por la izquierda, cuando empezó como botones en la sucursal que el Banco de Siero tenía en el pueblo almeriense de Tíjola.

— ¿Le preocupa la creciente problemática de la despoblación de las zonas rurales?

Pues claro que me preocupa. Es una barbaridad. La gente se piensa que por irse a la capital va a mejorar en calidad de vida, pero yo creo que es todo lo contrario. Lógicamente también habrá que poner cosas para que la gente económicamente pueda subsistir en los pueblos porque estamos bastante abandonados por parte de las administraciones.

No le falta razón en sus afirmaciones. El alcalde de Tíjola, Juan José Martínez (Cs), expone a EL ESPAÑOL que “estamos esperando desde 1992 que llegue al pueblo la autovía del Almanzora y también llevamos un tiempo reclamando el traslado del instituto Alto Almanzora a unas nuevas instalaciones en el Barrio del Sagrado Corazón para ampliar los ciclos formativos y el número de aulas”. El regidor alerta de que este pueblo almeriense “ha perdido población en los últimos años, pasando de 3.900 vecinos a 3.569”.



La sangría poblacional no ha sido aún mayor gracias a que empresarios como Estanislao no han hecho la maleta. “En el Grupo Promobys generamos 500 empleos directos y damos preferencia a la incorporación de los vecinos, un 25% de nuestros trabajadores son tijoleños”, ejemplifica el empresario sobre su aportación a la batalla contra la despoblación. “Uno de los errores que cometimos al principio fue contratar a gente de fuera y en cuanto les salía una oportunidad en la capital se marchaban; ahora el personal que tenemos en puestos directivos es joven. A todos los hemos ido preparando nosotros. Son de la Comarca del Valle de Almanzora”.

— Tiene 74 años y sigue trabajando. ¿Cuándo se piensa retirar?



En mi casa solo tenemos un problema: yo quiero trabajar y mis hijos no me dejan. Ellos quieren que descanse para que disfrute de todo lo que he ganado trabajando, pero la verdad es que me siento todavía con ganas de hacer más cosas.

Estanislao Berruezo García, a sus 74 años sigue en activo como fundador y presidente del Grupo Promobys.

Tras décadas de esfuerzo que le han convertido en uno de los mayores terratenientes de Andalucía y que le han granjeado críticas como uno de los reyes del ladrillo de Almería, Estanislao sigue aplicando en su día a día la misma máxima que empleaba cuando empezó a trabajar de botones en el Banco de Siero: “En la suerte confío poco, porque la suerte solo está delante del trabajo en el diccionario”.

Juan Manuel Reche: el emprendedor de las residencias

La historia de Estanislao no es la única en Tíjola de vecinos que han iniciado un imperio empresarial sin hacer la maleta y cuya actividad contribuye a mantener un futuro esperanzador para este pueblo almeriense frente al fenómeno de la despoblación de la España rural. Otro ejemplo de ello es Juan Manuel Reche, socio fundador y gerente de los grupos Gerial y Avita, que explotan catorce residencias geriátricas de mayores y discapacitados y que actualmente están construyendo otras tres más. “Lo fácil es marcharse del pueblo”, subraya este empresario que inició su actividad hace dos décadas como director de la Residencia de Mayores de Tíjola, situada justo frente al Ayuntamiento. “Tengo a 626 trabajadores en plantilla y 250 son tijoleños”.

Una de las claves para que el censo del pueblo solo bajase, entre 2017 y 2018, de 3.615 habitantes a 3.569, ha sido el empleo que han generado estos empresarios al frente de Promobys, Gerial y Avita, sin olvidar otras dos firmas, como Transfrío Higueral, con una flota superior a los 100 camiones, y Aguaema, que está dedicada a la obra pública e infraestructuras hidráulicas y que cuenta con una plantilla que supera el centenar de personas. Las fortunas y bienes patrimoniales de estos propietarios de estas mercantiles han situado a Tíjola como el pueblo con la mayor renta bruta de toda Andalucía: 40.607 euros por vecino. Un dato irreal, tal y como admite el alcalde, Juan José Martínez: “Tenemos 1.130 contribuyentes, con una renta media por rendimientos del trabajo de 15.765 euros, pero luego hay 104 contribuyentes que generan 30 millones de euros en rendimientos y ganancias patrimoniales”.

Residencia de Mayores de Tíjola que dirigió Juan Manuel Reche en sus inicios empresariales.

Juan Manuel Reche, gerente de los grupos Gerial y Avita, insiste en una idea: “Lo más importante es fijar la población y para ello es fundamental el empleo”. Este empresario tijoleño está haciendo fortuna con sus residencias en Andalucía y Madrid y está reinvirtiendo sus ganancias en su tierra, como por ejemplo, con la compra de dos fincas para producir aceite de oliva gourmet y gestionando tres apartamentos turísticos y un cortijo rural con diez habitaciones turísticas donde hay veinte vecinos empleados. “Todas las peleas que tengo con mi mujer son porque todo lo que gano lo invierto en mi pueblo”, bromea. El turismo rural es uno de los filones de Tíjola, el pueblo en el que nació María Gracia Lucas Lorente, la abuela del cantante Miguel Bosé, y en el que hace un siglo, el párroco Don Diego María Garrido pronunció unas palabras en una misa en la iglesia de Santa María que han pasado a formar parte no solo del refranero popular, también del ADN de los empresarios locales: “Tíjola, tijolilla, bancal de ajos, todos cabecillas”.

Gracias Lucas Lorente, la abuela del cantante Miguel Bosé, vestida de blanco, en una foto de archivo del Ayuntamiento de Tíjola.

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