Noche del sábado 21 de septiembre. De repente un grupo de WhatsApp del teléfono móvil de una humilde limpiadora de hogar se desata: el primer premio del sorteo de La Primitiva ha caído en Tíjola (Almería). No deja de sonar en su terminal el piticlin, uno tras otro, y los mensajes no paran de informar de la buena noticia y de preguntarse quién habrá sido el agraciado. Ella ha jugado un boleto, decide consultar su combinación con cierto escepticismo y comprueba que es la ganadora de 3.414.709 euros. "Llamé a mis hermanos y compre champán", explica esta nueva millonaria a EL ESPAÑOL mientras cuenta cómo empezó la celebración que acabó de madrugada.

Esta mujer es solo una más de la extensa prole de agraciados que la Administración de Lotería número 2 de la Virgen del Socorro ha generado en el municipio tijoleño y en otras poblaciones de la Comarca del Valle de Almanzora, desde que abrió sus puertas en el año 2000. Como muestra de la repercusión que tiene la lotería en la economía de las familias de este pueblo de 3.569 habitantes, los datos de la Agencia Tributaria revelan que Tíjola es la localidad con mayor renta bruta de toda Andalucía (40.607 euros por vecino). El alcalde, Juan José Martínez, ha asegurado que esa suma se debe, entre otros factores, a que su Administración de lotería "es la que más premios ha dado en los últimos cinco años".

El 21 de septiembre la Diosa Fortuna le arregló la vida y la economía a otra familia de Tíjola. En concreto, a una limpiadora de hogar y un camionero contratado en una empresa de áridos, que son padres de tres hijos.

- ¿Qué piensa hacer con tanto dinero?

- Arreglar mi casa, pagar lo que me queda de hipoteca, invertir el dinero y darle un futuro a todos mis hijos. Ahora mismo esto es muy reciente y no sé qué más vamos a hacer. No sé qué decir.

Cola de vecinos, este jueves, para comprar lotería en la Administración de Lotería Virgen del Socorro de Tíjola. J.G.

Esta agraciada con La Primitiva atiende a EL ESPAÑOL haciendo un receso en su jornada laboral en la casa de la familia donde trabaja como empleada del hogar. No ha dejado su empleo, a pesar de que ahora mismo ella tiene muchísimo más dinero que la familia que la contrató hace cinco años. "Estoy a gusto en mi trabajo y no quiero dejarlo porque quiero seguir teniendo mi vida normal". El dinero no ha afectado tampoco a su marido que este jueves cumplía con normalidad en el curro, al volante de una hormigonera. "Llevamos toda la vida trabajando", sentencia.

Tanto ella como su pareja comenzaron a trabajar desde bien jóvenes. "No estudié, así que con 16 años empecé a trabajar: en el campo, en un bar, limpiando...".

- ¿Qué le dice la familia que la tiene contratada en su casa?

- ¡Pues que enhorabuena! (risas)

Un pueblo con "suerte"

En Tíjola no es nada extraño toparse con currantes que tienen una cuenta bancaria exultante. "¡Cuando me tocó la lotería no había que pagar nada a Hacienda!", clama risueña una empleada de una tienda de regalos. "Me tocaron 300.000 euros del primer premio de El Gordo".

Doce años después de que el 22 de diciembre de 2007 el número 6381 le agraciase con tal suma de dinero, está mujer trabaja detrás del mostrador, contratada por la dueña de la tienda como dependienta. "Hay que vivir", reflexiona. Esta vecina de Tíjola solo cambió su modus vivendi temporalmente y lo hizo para ser madre. "Yo trabajaba en una carnicería cuando me tocó El Gordo y en ese momento estaba obligada a trabajar porque mi marido tenía muchas deudas en su empresa de carpintería metálica por culpa de la crisis".

El estallido de la burbuja inmobiliaria le había generado a su esposo impagos y ello había provocado que él mantuviera deudas con los proveedores: era un bucle que pintaba muy mal para la familia hasta que todo se solucionó en un golpe de suerte con la lotería de Navidad. "Cuando me tocó El Gordo mi marido pagó sus deudas, cerró su empresa, pagamos la hipoteca, compramos un coche, dejé la carnicería y al año siguiente me quedé embarazada de mi segundo hijo", resume esta dependienta.

Que haya caído aquí el último premio de La Primitiva y que Tíjola tenga el mayor nivel de renta bruta de Andalucía, entre otros factores, se debe según el alcalde a que es un pueblo con "suerte". Ello ha provocado un goteo incesante de clientes a la Administración de Lotería Virgen del Socorro. "¡A ver si me toca a mí!", exclama un cliente mientras pide un boleto del sorteo del Euromillones, que este viernes tiene un bote mareante: 190 kilos.

Algunos de los premios repartidos por la administración de Tíjola. J.G.

"En un pueblo de 3.600 habitantes estamos teniendo mucha suerte, somos los que más premios hemos repartido en la zona en los últimos cinco años", asegura orgullosa la lotera Isabel María Berruezo. Y no habla en vano porque entre 2014 y 2019 ha repartido dos segundos premios de la lotería de El Niño, cuatro premios de El Gordo (un segundo, dos terceros y un quinto) y La Primitiva. Y eso ha provocado que en los pueblos del Valle de Almanzora se corra la voz y en agosto haya cola a las puertas del establecimiento, situado en la céntrica calle Carrera Virgen del Socorro. "No vendemos por internet, solo por mensajería y la pasada Navidad apenas nos sobró un 4% de nuestra asignación: viene gente de toda la comarca, ya se está corriendo la voz y llegan clientes de toda Andalucía, incluso de Alicante", añade.

-Isabel, ¿a qué achaca esa racha repartiendo premios entre los vecinos?

-Mi tío es el tío Pepe de la Suerte. Todo comenzó en la Navidad de 2007, cuando nos reunimos para desayunar antes del sorteo de El Gordo y repartimos tres millones de euros.

José Antonio Segura es el tío Pepe: el talismán del despacho de lotería. "¡A mí todavía no me ha tocado!", se queja Pepe a Isabel mientras los clientes no cesan de pasar por ventanilla al borde de las dos de la tarde de este jueves. "En 2007 llegué al desayuno diciendo que tocaba El Gordo y desde entonces siempre me visto igual: con un jersey de cuello redondo, de color marrón, y pantalón del mismo color". Se ha convertido en una tradición que este jubilado de la Cámara Agraria aparezca cada 22 de diciembre por el despacho de lotería, vestido con la misma ropa, sonriente y luciendo unas veces unas gafas de broma que llevan intermitentes, y en otras ocasiones esgrimiendo una maza para trabajar el esparto.

"El personal del despacho viste de rojo", apunta la lotera como parte del ritual con la Diosa Fortuna que se completa con un desayuno a base de tostadas de aceite de la zona y tomate, mistela y dulces de Navidad típicos en Almería, como los suspiros. De momento, el único 'premio' que ha recibido José Antonio es acabar inmortalizado en un cuadro, titulado El tío Pepe con su ropa de la Suerte, en el que aparece en cinco instantáneas distintas celebrando con los vecinos los premios de El Gordo y El Niño que han caído en Tíjola.

Dos décadas sin lotería

La buena suerte de este pueblo almeriense contrasta con la racha que pasaron durante veinte años sin punto de venta de lotería, lo que les obliga a hacer carretera para comprar boletos de cualquier juego de azar. "Durante dos décadas el pueblo estuvo sin lotería porque cerró la Administración número uno que estaba situada en la Plaza de España y la gente tenía que irse a comprar boletos hasta Olula del Río", recuerda la lotera Isabel María Berruezo, miembro de la Cofradía de la Virgen del Socorro, patrona del pueblo, y a la que decidió dedicar el nombre de su despacho. "Hay mucha devoción".

Las calles se engalanan cada 15 de septiembre para la procesión de la Virgen del Socorro y los vecinos se engalanan cada 22 de diciembre por El Gordo. "En 2015 se estaba celebrando el sorteo y llegaron al despacho un grupo de chicas vestidas de luchadoras de sumo, tirando cava y diciendo que ellas eran El Gordo, me fui a por un poco de mistela para darle las gracias por el ambiente que estaban creando y cayó el tercer premio", expone cómo ejemplo de la buena relación que hay entre Tíjola y la Diosa Fortuna. Ese día también estaba en el despacho 'El tío Pepe de la Suerte', con su jersey y pantalón, de color marrón. El número 5163 repartió 22,5 millones de euros, que cambió la vida a muchos vecinos de la Comarca del Valle de Almanzora, incluidos los miembros de la Peña El Aljibe.

El alcalde, Juan José Martínez, junto a la edil de Empleo, Maribel Tapia, analizando los datos de renta de los vecinos de la Agencia Tributaria. J.G.

La lotería no solo deja premios a familias de currantes, también a empresarios, como uno de una empresa de Tíjola dedicada a la construcción, la obra pública y las infraestructuras hidráulicas al que La Primitiva le dejó un pellizco en la cuenta bancaria. Hay feeling con la lotería en el pueblo. Y, para el que lo dude, otro dato estadístico: en octubre de 2016 Loterías y Apuestas del Estado estrenó el sorteo de El Millón y en noviembre cayó en Tíjola. El regidor, Juan José Martínez, comentaba este jueves entre bromas que en su pueblo se han llevado hasta el Audi que sorteaba la UD Almería. Más allá del azar, el primer edil (Ciudadanos) subraya que la elevada renta bruta del pueblo se debe "al carácter emprendedor de sus vecinos".

Otro elemento determinante para que la media de renta se sitúe por encima de 40.000 euros es la presencia de empresarios importantes que generan una fuerte actividad empresarial que "hace que la media suba y se distorsione". Prueba de ello es Estanislao Berruezo, que está al frente del Grupo Promobys, y que estaba incluido dentro de la lista Forbes, así como Juan Manuel Reche, socio fundador y gerente de los grupos Gerial y Avita.

"Tíjola sólo tiene una tasa de desempleo del 12% y la media de Almería es del 20%", apunta el alcalde sobre la situación del paro que solo afecta a 231 vecinos y que también ayuda a que la renta bruta de su pueblo lidere Andalucía. "Estamos en el centro de la comarca y todos tienen que pasar por aquí". Ese tráfico de gente se traduce, según enumera el primer edil, en la presencia de 48 comercios, 5 supermercados, 10 salones de belleza y peluquería, 16 bares y 3 restaurantes... Y por supuesto: la Diosa Fortuna.

Noticias relacionadas