Brais Cedeira Diego Rodríguez Veiga

El lunes por la mañana el ayuntamiento de Cercedilla convoca a la gente para la búsqueda. Apenas han pasado 24 horas desde la aparición del vehículo de Blanca Fernández Ochoa. Por la mañana tardaron mucho en movilizar a los voluntarios. A partir de ahí, comenzaron tres días de intensa marchas por todo el monte hasta que, al mediodía de este miércoles, ha aparecido el cuerpo sin vida de la esquiadora española más importante de la historia.

En Cercedilla, muchos son los senderistas expertos, los cazadores avezados, los sabuesos locales que mejor conocen el terreno, se han quejado del procedimiento y el modo en que se ha desarrollado la búsqueda. 

Algunos de estos senderistas locales, con años de experiencia recorriendo los montes del lugar, acudieron a la llamada del ayuntamiento desde el primer día. Y observaron, como han relatado a EL ESPAÑOL, a "mucha gente sin preparación, sin equipos suficientes, con sandalias, pantalón corto, sin agua y sin avituallamiento". Advirtieron también poca organización en el proceso.

El cuerpo de Blanca apareció en las inmediaciones de La Peñota, en la sierra de Madrid. El cuerpo fue identificado por la ropa que llevaba. Este lugar es uno de los puntos más elevados de la región, y su cadáver se localizó en una pendiente de subida hacia los riscos escarpados que rematan el lugar. 

Era precisamente en esos lugares elevados donde los montañeros de la zona sugerían comenzar las búsquedas. Uno de ellos se puso en contacto con EL ESPAÑOL y lleva ocho años realizando con cierta frecuencia senderismo por estos caminos.  "Hay gente que sabe mucho, dedicada a la actividad forestal, a la montaña, que viven cerca, y se decía que lo primero que tenían que hacer era ir a los picos. Y ya desde allí ir descendiendo. Alguien como Blanca, que conocía bien estas zonas, estaría cerca de esos lugares".

Así se montó el operativo

Un helicóptero sobrevolando la zona de búsqueda del cadáver. Efe

Llegaron a ser un total de 400 voluntarios. Y luego, los cuerpos de la Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos de Madrid. El primer día en que se organizaron las batidas fue el lunes. A las once de la mañana, tras dos horas de espera, una policía nacional de paisano reunió a todos los que se habían presentado. "Nos dijo, haremos grupos de 5 o 10 personas, y luego mandaron a la gente a anotarse con la Policía Local. En total como 12 o trece listas diferentes salieron de allí". 

El lunes, fuentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional informaron a EL ESPAÑOL de que se encontraban "desbordados". La cantidad de voluntarios que acudieron al lugar era tal que fue preciso realizar una criba. No todos los que acudieron a la llamada estaban realmente preparados. Y eso se lo hicieron saber para que se echaran a un lado y permitiesen indagar tanto a los investigadores como a quienes conocían mejor estos montes. 

El martes, comentan otros senderistas, las cosas estuvieron mejor organizadas. "Hicieron más hincapié en que quienes ayudasen tenían que conocer la zona, llevar avituallamiento. Aún así, según llegabas a la zona de organización, te decían si sí podías o si no. Y te asignaban a un grupo. No preguntaron mucho más, ni tampoco si el voluntario conocía bien la zona a inspeccionar".

Los conocedores del terreno, tras la triste noticia de la aparición del cuerpo de la esquiadora, comentan que sabían que por la zona baja, en donde la foresta, iba a resultar difícil que apareciese Blanca. "Los escaladores y los senderistas acaban siempre por ahí arriba. Abajo, como mucho puedes romperte una pierna o hacerte un esguince. En la montaña desde el primer paso puedes hacerte daño, pero nosotros decíamos que había que empezar a mirar por arriba".

Había drones, 14 perros de búsqueda, un helicóptero, caballos de la unidad de antidisturbios, integrantes de la Unidad de Intervención Policial (UIP)... Toda clase de recursos. Todo tipo de herramientas. Blanca, pese a todo, según las primeras hipótesis y los datos obtenidos a partir de la comprobación en un primer examen del cuerpo, llevaba muerta por lo menos una semana. 

Cómo es la Peñota

La Peñota es un pico de 1945 metros de altitud, escarpado en su parte alta. En la zona más elevada, como tres penachos diferenciados, la cima se abre en tres conjuntos de riscos, como tres cimas diferentes. "La más elevada está marcada con un trozo de hormigón. Es una montaña que no tiene apenas maleza. Es solo piedra".

Toda ella está rematada en roca de granito un material pulido y grueso. En las lomas de la pendiente por la que se accede a la cima puede uno quedarse encajado en distintos barranquillos que se forman, de cinco, diez e incluso hasta quince metros de espacio. "En tres horas estás en la cima". Pero Blanca nunca llegó.

Noticias relacionadas