El pasado sábado 3 de agosto, Bruno y su perro Thor -un bonito labrador negro- se dirigieron a la pizzería que el hombre regenta en Torremolinos (Málaga). Sobre las 12 y media de la mañana, el joven ató a su mascota en la puerta del negocio y se ausentó unos minutos. A su vuelta, Thor ya no se encontraba ahí. El perro, recién operado de una pata, había sido robado. Tras esto, Bruno y su pareja Rocío comenzaron una intensa búsqueda por cada rincón de la localidad malagueña. A través de las redes sociales, movilizaron a todo el vecindario y a la Policía, que se volcaron en encontrar a Thor. 

A última hora de la tarde del domingo, y gracias a la colaboración ciudadana, el perro pudo regresar con sus dueños. Tal y como mostraban las cámaras de seguridad había sido sustraído, supuestamente, por Nina, una mujer que vive de okupa en un edificio cercano. Fue una vecina quien avisó a Bruno y Rocío que había visto a su perro deambulando por la calle junto a una mujer. Gracias a la denuncia, Thor pudo volver a casa. "Fue como si hubiéramos pasado semanas sin él", afirma Rocío. Pero, al menos, solo fueron menos de 48 horas. 

El robo de Thor se compartió a través de las redes sociales

Rocío estaba de guardia, en el centro sanitario donde trabaja, cuando se enteró de la fatal noticia. Su perro, un labrador negro de nombre Thor, había sido robado de la puerta de la pizzería que regentaba su pareja, Bruno. El can acaba de someterse a una operación en una de sus patas y todavía portaba las grapas. Cuando Bruno avisó a Rocío, ella se derrumbó. No se podía creer que se hubieran llevado a su Thor. El perro que le había acompañado durante más de ocho años. Además, no solo le hacía compañía, sino que había participado en varias batidas para encontrar a Antonio Ortega, primo de Rocío. El hombre desapareció en la Sierra de Alhaurín de la Torre y Thor se recorrió centímetro a centímetro de la zona rocosa. 

Fue un sobrino de Bruno quien subió un montaje a las redes sociales para denunciar la desaparición del animal. El mensaje tuvo gran repercusión y no solo el municipio de Torremolinos se volcó en la búsqueda del can, sino que desde distintos puntos de la geografía compartieron el mensaje. La familia y los amigos se movilizaron, igual que hicieron en 2018 para localizar a Antonio Ortega. "Es un animal, pero para nosotros es un hijo", afirmaba Rocío a Diario Sur. 

La llamada clave de una vecina que se encontró con Thor

Tras revisar las cámaras de seguridad de su establecimiento y de los aledaños, Rocío y Bruno pusieron cara a los supuestos autores. Se trataba de un hombre, de unos 20 años, y una mujer, de 40, que merodeaban por los alrededores. Los dos eran okupas de un bloque de pisos en Torremolinos y hasta allí se dirigieron Rocío y Bruno. Cuando llegaron, se encontraron al hombre, pero no había ni rastro de Thor. Pero poco tiempo después, la pareja recibiría la llamada que les cambió y les alegró la vida. 

Una mujer, que paseaba por la calle Capuchinos, se había cruzado con un perro con las mismas características que el de Rocío y Bruno. Agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local acudieron a una casa okupa del barrio y allí se encontraron con el can. Allí estaba Thor. Pese a los momentos de angustia, la supuesta autora de los hechos todavía no ha sido localizada, pero el perro ha podido volver con su familia. Rocío y Bruno todavía no se lo pueden creer, pero Thor ya está junto a ellos. "El reencuentro fue emocionante", apostillan al citado medio. 

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