Avanzaba la tarde en la manifestación del sábado en el Orgullo Gay en Madrid. Los gritos y los insultos arreciaban sobre las filas de Ciudadanos a la altura del Museo del Prado. Según denuncian distintos dirigentes de la formación, también caían sobre ellos orines, botellas de plástico vacías y otra clase de objetos. Una lluvia de críticas hacia la formación por sus recientes pactos con la ultraderecha. Entonces, un joven voluminoso se colocó delante de la cabecera de la manifestación, se bajó los pantalones, se agachó y enseñó el culo a la cabecera de la manifestación.

El protagonista de los hechos tiene 34 años. Cumple 35 en septiembre. Se llama Sergio Álvarez y es de la localidad asturiana de Sariego. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL con el propio protagonista, así como a través de dirigentes socialistas locales, el joven es militante del partido en el municipio.

Sergio lleva relacionado con las filas internas del PSOE asturiano desde la adolescencia.Por lo menos, a nivel local. En su día, fue secretario de Relaciones y Cooperación Internacional en las Juventudes Socialistas de Asturias entre los años 2003 y 2007. También fue Secretario de Organización, Comunicación y Acción Electoral en 2011 en el PSOE de su localidad natal.

Hay versiones contradictorias sobre todo lo que ocurrió con Ciudadanos en el desfile del Orgullo del pasado sábado. Por un lado, el polémico informe de la Jefatura Superior de la Policía. En él se detalla que los dirigentes, sometidos a acoso en las calles, no recibieron agresiones físicas. Y que los agentes les dieron la posibilidad de salir en diversas ocasiones de la manifestación. Por otro, los vídeos de las redes sociales en los que se advierten toda clase de insultos, lanzamientos de botellas de plástico, abucheos.

En varios de esos vídeos que están circulando por el éter virtual aparece el mismo protagonista. Se trata del culo peludo y orondo de un individuo que se desnuda de cintura para abajo justo delante de la cabecera de la comitiva. En las mismísimas narices de Inés Arrimadas. 

En ese momento, distintos manifestantes afines a Ciudadanos intentan levantarle, evitando que continúe en esa actitud delante de los dirigentes de la formación naranja, rodeados en ese momento por doquier y sin lograr avanzar un solo palmo en el desfile hacia el destino final en la plaza de Neptuno.

Pero no pueden con él. Sergio se levanta de nuevo, con sus partes íntimas al viento, y su trasero vuelve a quedar enfrente de la parte delantera de los políticos de la formación naranja. Varias personas intentan reducirlo y hacerle desistir de sus intenciones. 

"Fue una crítica"

Dice Sergio, en conversación telefónica, que lo suyo fue "un acto político, un acto de protesta". Los presentes en el lugar dicen que apareció de la nada, y que una vez se situó al frente de la pancarta que sostenían las principales lideresas del partido, se quitó los pantalones, enseñándoles el culo

La principal polémica de estos últimos días tiene que ver con el polémico informe elaborado por la Jefatura Superior de Policía. El documento que se le atribuye a este cuerpo policial consta de seis páginas. En él se expone que desde los laterales del recorrido es "desde donde más se les increpa" a los diputados. Esto guarda relación con el clima que se vivió durante por lo menos dos horas en las filas de la formación política. "La problemática ya no solo procede de dentro de la misma manifestación, sino de las miles de personas espectadoras del desfile", dice el informe.

Cuatro agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid acompañaban a los diputados. Pronto comenzaron a ejercer de escoltas de los políticos. Después solicitaron refuerzos y acudieron otros dos agentes más. 

Marta Rivera de la Cruz se encontraba en la parte delantera de la manifestación. Hace dos días, escribió: "¿Qué consecuencias, ministro? ¿Que un energúmeno nos enseñara su culo peludo mientras intentaba defecar ante nosotros? ¿Que nos lanzaran orines? ¿Que empujasen a una anciana? ¿Que recibiésemos el impacto de botellas, trozos de hielo y latas aplastadas?".

"Soy un hombre muy grande. Un metro ochenta y tres y peso lo mío, como buen asturiano", dice Sergio, el militante en cuestión. Sergio, o sea, el dueño del culo protagonista del escatológico incidente, acude al Orgullo desde el año 2006.
Niega las acusaciones de los dirigentes de Ciudadanos, algunos de los cuales, en sus redes sociales, han asegurado abiertamente que el militante socialista intentaba, literalmente, defecar en la primera línea del meollo. Él dice que solo quería hacer lo que hizo. "Es un acto de crítica. Es lo único que quería hacer".

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