Este martes ha trascendido un informe policial supuestamente redactado por la Jefatura Superior de Policía de Madrid a raíz de los tumultos registrados en la manifestación del Orgullo Gay en el centro de la capital, donde se produjo un auténtico acoso a los políticos de Ciudadanos. Un documento que incurre, al menos, en seis falsedades y en no pocas medias verdades. Puedo dar fe porque yo estuve allí.

1.- Agresiones físicas

Arguye el informe policial que no se tiene "constancia" de "agresiones físicas". Pues bien, quien esto escribe, empotrado en la comitiva de Cs como periodista encargado de redactar una crónica desde dentro, presenta una herida por abrasión en el frontal derecho del cráneo.

Incidentes con Ciudadanos en el Orgullo

2.- Lanzamiento de objetos

Frente a la versión del relato de este informe, que asegura que sólo hubo lanzamiento de agua a razón de las altas temperaturas, este reportero puede confirmar no pocos lanzamientos de objetos contundentes: latas de cerveza, cubos de hielo y mecheros que eran arrojados a la cabecera de la pancarta de Ciudadanos. Es más, a ambos lados del Paseo del Prado se ubicaban personas que disparaban orines desde pistolas de agua gritando que era "mierda" lo que vertían a los políticos de Cs. No por casualidad, y conforme los ánimos se encrespaban, los líderes de Ciudadanos tuvieron que protegerse de una lluvia de objetos contundentes a la que no pudo hacer frente la escolta policial que los custodiaba. 

3.- Situación de peligro

El informe sí admite que hubo algún lanzamiento esporádico de objetos, si bien estima que fue de "forma aislada" y que en ningún caso entrañó ningún "peligro". Sin embargo, tal fue el arrojo de elementos de todo tipo a la cabecera de la manifestación de Cs, que los políticos se vieron obligados a cubrirse con paraguas en el momento en el que la masa se descontroló.

4.- Más alteración de la admisible

El informe policial relata que después de las nueve de la noche se tomó la decisión de no desalojar a quienes impedían sentados en el suelo el avance de la plana mayor de Cs, y explica que no se procedió a medidas más expeditivas para evitar "más alteración ciudadana que la que se trataba de evitar". Se omite que eran más de medio centenar de personas las que, enardecidas y con evidentes alardes de violencia, impedían no sólo el desarrollo de la marcha, sino que amenazaban al grito de "fachas", "hijos de puta" a quienes grababan en sus videocámaras ese momento preciso de la manifestación, creando una situación indigna e inadmisible para unos representantes públicos.

5.- Ni ambiente festivo ni pacífico

A tenor de lo referido anteriormente, se desmiente, de facto, el falaz argumentario del informe que valora el despliegue policial del pasado sábado como el recomendable para "un ambiente festivo y de baja o nula conflictividad". 

6.- "Puta" no es consigna política

El propio informe policial, de seis páginas, concluye con un epílogo de cinco puntos donde interpreta la participación de Cs en la manifestación como "una maniobra para catalizar la acción mediática". Y reduce a meras "consignas políticas" los gritos de los exaltados. Sin embargo, los insultos de "puta" que se profirieron contra la portavoz parlamentaria de Cs, Inés Arrimadas, no encajan dentro del concepto de "consigna política". 

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