Puede que la muerte de tres turistas estadounidenses alojados en dos complejos hoteleros de Punta Cana en menos de cinco días se debiese a una simple casualidad. Pero tres nuevas muertes en menos de un mes han generado toda una ola de reacciones y de informaciones hasta ahora desconocidas que, para muchos, podrían evidenciar que están relacionadas mediante un elemento común: el alcohol en mal estado. En poco más de un año, 12 personas han perdido la vida en hoteles de lujo de República Dominicana en circunstancias similares.

Desde el Gobierno del país se ha ordenado una importante investigación que logre esclarecer todo este asunto. Y a ella, incluso se ha sumado el FBI. Se están realizando controles de calidad en las bebidas alcohólicas de las que disponen los minibares, ya que es el foco en el que están puestas las sospechas. Pero no es el único; también se están tomando mediciones en las piscinas y en los sistemas de ventilación de las habitaciones. Pero, ¿qué ha desencadenado todo esto?

Lo que parecían muertes inconexas empezaron a relacionarse hace escasos días. Edward Nathaniel Holmes y Cynthia Day, el matrimonio de 63 y 49 años respectivamente, fueron hallados muertos el pasado 25 de mayo en la habitación en la que se alojaban en el hotel Grand Bahía Príncipe. Sin conocer más detalles sobre el suceso más allá de que se debieron a sendas insuficiencias respiratorias y a edemas pulmonares, rápidamente se relacionó con otra muerte que tuvo lugar en un hotel del mismo grupo cinco días después.

dward, Cynthia y Miranda, de izquierda a derecha, los tres fallecidos en extrañas circunstancias en Punta Cana.

Miranda Lynn Schaup Wernerque, de 41 años, se alojó junto con su marido en el hotel Luxury Bahia Principe Bouganvile para celebrar su aniversario de bodas. Tras ingerir una bebida alcohólica, cayó desplomada en el suelo de su habitación. Comenzó a sentir dolores agudos y su marido llamó a los servicios médicos, pero no pudieron hacer nada por ella y falleció rápidamente. Según la autopsia preliminar, se debió a un ataque cardíaco, un edema pulmonar e insuficiencias respiratorias. Era el 30 de mayo de 2019.

La controversia obligó a los responsables del Grupo Piñero (al que pertenecen ambos complejos) a desmentir cualquier relación entre ambos casos y que se hubiesen dado en el mismo hotel, ya que durante los primeros momentos se dio por hecho que los dos sucesos ocurrieron en el mismo complejo hotelero.

Un mes más tarde, en junio, se han conocido tres nuevos casos de estadounidenses muertos en hoteles de Punta Cana que han infundido el miedo entre los turistas americanos. Leyla Cox, de 53 años, festejaba con su hijo William su cumpleaños en el Hotel Excellence Resorts cuando, de pronto, sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida el 10 de mayo.

 Jospeh Allen, en cambio, murió el 13 de junio en el cumpleaños de uno de sus amigos, en el Hotel Terra Linda. Tras bañarse en la piscina, le dijo a los asistentes que se encontraba mal y que se retiraba a su habitación a darse un baño. A la mañana siguiente, su cuerpo fue encontrado sin vida y aún se investiga la causa de su fallecimiento.

Con estas dos muertes, comenzaron a hacerse públicas otras que tuvieron lugar en los meses anteriores. En abril, en enero, durante el verano pasado... pero la que ha creado toda una crisis a nivel gubernamental ha sido la más reciente, la de Vittorio Caruso, quien falleció la semana pasada en el hotel Condominio Boca Chica.

Vittorio Caruso, el último fallecido en República Dominicana.

Este hombre, de 56 años, sufrió una insuficiencia respiratoria y cardíaca. La fiscalía general del país caribeño, citando un informe de autopsia preliminar, aseguró que Caruso poseía antecedentes patológicos de hipertensión desde hace más de 9 años, que habría combinado con la ingesta de productos como café o alcohol, lo que habría provocado su muerte. Pero la mecha ya estaba encendida.

Con la de Vittorio Caruso salieron a la escena pública otras seis muertes en circunstancias similares. La primera de ellas tuvo lugar en junio de 2018. Yvette Monique Sport, de 51 años, sufrió un ataque al corazón el 1 de junio de 2018 tras tomar una copa del minibar.

Yvette Monique Sport murió después de tomar una copa con alcohol del minibar.

De la que menos datos hay es de la de Mark Hurlbut, de 62 años, quien perdió la vida a mediados del mismo mes en un hotel que no se ha especificado. Según contó uno de sus hijos a medios norteamericanos, "algo verde le salía por la boca" cuando le hallaron sin vida.

David Joseph Harrison, de 45 años, murió "de manera natural" en el Hard Rock Hotel el 14 de julio de 2018. Su mujer, en un primer momento, achacó el infarto que sufrió su marido al desgaste físico al que se sometió el día anterior, cuando hicieron snorquel en el mar.

También se ha contabilizado entre estos casos la muerte de Jerry Curran, un exagente de policía de 78 años que perdió la vida durante su estancia en el hotel Dreams Resort el 26 de enero a causa de un traumatismo craneoencefálico, un hematoma subdural, una hipoxia cerebral y un edema pulmonar, siendo su caso el más distante con el resto. Otro de los casos que quizá menos tenga que ver con los demás sea el de 

John Corcovan, de 70 años, quien murió a finales de abril como consecuencia de otro ataque al corazón. Su hermana Bárbara, un conocido rostro de la televisión estadounidense, explicó que la muerte se debió a causas naturales.

Robert Bell Wallace también murió después de ingerir alcohol del hotel.

Por último, también en el Hard Rock Hotel murió Robert Bell Wallace, de 67 años, el 12 de abril. La causa oficial de su muerte fue un choque séptico, aunque una de sus sobrinas detalló a los medios que el hombre cayó enfermo tras consumir una copa del minibar en el transcurso de una boda familiar.

En cinco de las 12 muertes, los familiares testificaron que hubo consumo de alcohol, mientras que en el resto, aunque no se declaró, cabe pensar que pudo haberlo, tratándose de un destino paradisíaco en el que los hoteles suelen ofertar un todo incluido. Por ello, este es el elemento común mediante el que muchos americanos relacionan estas muertes.

"Hay un manejo comunicacional perverso, particularmente de la (cadena estadounidense) Fox Internacional (...) Está claro que todo es un montaje, se está haciendo con intención maliciosa para perjudicar los servicios turísticos que ofrece el país", ha argumentado el ministro de Turismo dominicano, Francisco Javier García, sobre las acusaciones vertidas a las cadenas hoteleras.

El ministro de Turismo de la República Dominicana, Francisco Javier García. EFE

El ministro ha tenido que comparecer públicamente para asegurar que se trata de "hechos aislados" y que las autoridades confían en poder "ofrecer una respuesta definitiva" a los familiares de las víctimas "tan pronto como sea posible". Cabe destacar que el turismo es uno de los pilares para la República Dominicana, un país que han visitado 6,5 millones de turistas durante el año pasado y que ha ingresado 7.600 millones de dólares por esta actividad.

Del mismo modo, el presidente de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur) Luis José Chávez, en declaraciones a Efe, coincidió con el funcionario en que se trata de "casos asilados", pero señaló que "el país no solo debe responder con argumentos retóricos ni con expresiones de buena voluntad sino con acciones aclaratorias" debido a la importancia de este sector para la economía nacional. Él mismo ha reconocido que a raíz de estos casos, se han producido cancelaciones en las reservas, pero "no en una medida importante".

Algunas de estas muertes todavía se siguen investigando. Otras, que ya estaban guardadas en el cajón, se han vuelto a retomar. Y sin que haya por el momento ninguna constancia de que estas muertes se deban a alcohol o a otros elementos en mal estado, los hoteles han reaccionado de cara a sus clientes. El Hard Rock Hotel, en el que murieron David (en julio de 2018) y Robert (en abril de 2019) ha anunciado que retiraría el alcohol de sus habitaciones.