El equipo interdisciplinar que ha evaluado estos días a los miembros de 'La Manada' en el módulo de ingresos de la cárcel de Sevilla I ha destinado a cuatro de ellos a un módulo ordinario, tranquilo y donde no se esperan incidentes. Mientras, el guardia civil condenado está interno en el módulo destinado a las fuerzas de seguridad.

Esta decisión ha sido tomada después de que los cinco presos hayan sido objeto de insultos y amenazas, recibidas por parte de otros reclusos del centro. Durante la primera noche que pasaron entre rejas, se escucharon gritos de "perras, violetas, os vamos a rajar", según informaron varios medios.

Tal y como cuenta Diario de Sevilla, los cuatro primeros (José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero y Ángel Boza) han sido trasladados al módulo 102, mientras que a Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil, ha sido recluido en el módulo 61. El objetivo de esta medida es mantener a los condenados por violación alejados de las amenazas y de los insultos que los cinco jóvenes han recibido por parte del resto de reclusos.

El Tribunal Supremo eleva a 15 años la condena a los miembros de La Manada Atlas

Sobre la condición de guardia civil de Guerrero, fuentes de la benemérita dijeron este lunes a Efe que Guerrero la perderá próximamente, cuando finalicen los trámites correspondientes, que se realizarán con "la máxima celeridad".

La Junta de Tratamiento de la cárcel tiene un plazo de dos meses para clasificarles, como se hace habitualmente. Casi con toda probabilidad serán clasificados en segundo grado u ordinario, como la mayoría de los presos, ya que en primer grado o régimen cerrado solo están los reclusos considerados muy peligrosos, como terroristas.

Desde que ingresaron el pasado viernes, los profesionales que integran el equipo multidisciplinar de la cárcel, entre ellos el psicólogo, el jurista, el educador o el trabajador social, les han examinado para decidir el módulo donde deben residir, qué tipo de ocupaciones pueden tener y si debían aplicarles el protocolo antisuicidios.

Los cinco miembros de 'La Manada'

En esta línea, Instituciones Penitenciarias ha aplicado a los presos de La Manada, condenados a 15 años de cárcel, el protocolo antisuicidios y les ha destinado un interno de apoyo o recluso "sombra" para garantizar su integridad y seguridad y el orden del centro.

Fuentes penitenciarias han señalado a Efe que se ha tomado esta medida como se hace habitualmente con presos de estas características, es decir, a reclusos con condenas por delitos graves, como es este caso.

El protocolo, no obstante, se revisa semanalmente y, por tanto, puede dejar de aplicarse en cualquier momento, según la evolución de los internos y del riesgo para su seguridad.