Iñaki tenía claro que cuando celebrase su primera comunión no querría como regalo un viaje a Disney o una consola. Este niño granadino había pensado en aquellos que necesitaban más los regalos que él y sobre todo, en momentos más difíciles. Cuando sus padres le preguntaron que regalos quería, él respondió que tenía de todo y que lo que realmente deseaba era donar todo el dinero que recaudase en su comunión a los chicos y chicas que padecían cáncer

Y así ocurrió. Los padres de Iñaki, de nueve años, hablaron con la Asociación granadina Relevos por la Vida contra el Cáncer Juvenil y le trasladaron la iniciativa que quería llevar a cabo su hijo. El fin de semana pasado, el niño celebró su primera comunión y poco después donó los 1.030 euros recibidos, que ahora se convertirán en unas "gafas de realidad virtual y en una Play Station 4 para los adolescentes que tienen cáncer, mientras reciben su tratamiento oncológico en el hospital", según cuenta Marucela, la presidenta de la asociación, a este periódico. 

"Me escribieron por WhatsApp, me dijeron que habían decidido donarlo y que querían mantener el anonimato. Pero era un gesto muy bonito y quería que la gente supiera que todavía queda gente solidaria, después de escuchar siempre noticias malas, y lo conté", relata la presidenta de Relevos por la Vida.  

Un ejemplo a seguir

Este gran gesto también lo ha dado a conocer el juez de menores Emilio Calatayud en su blog del diario Ideal, donde ha asegurado que "pasan muchas cosas buenas, más que malas, pero no las contamos" y que la historia de este niño de nueve años es un ejemplo de ello. "Si imitamos a Iñaki el mundo será mejor de lo que es". 

A veces, yo el primero, somos demasiado pesimistas, pero lo cierto es que pasan muchas cosas buenas, más que malas, pero no las contamos. Esta historia es un ejemplo de ello. Un niño de nueve años que hizo la Comunión este pasado sábado en Granada ha donado 1.030 euros que recaudó durante la celebración a los niños con cáncer. Su familia le preguntó que qué regalo quería y él dijo que tenía de todo, que quería dinero para ayudar a otras personas. Ni limusina ni banquetes de lujo ni móviles de última generación.

Cuando hablamos de valores nos referimos a casos como este. Gracias a Iñaki, que así se llama el donante, y a su familia por su hermoso gesto. Y nada, que si imitamos a Iñaki el mundo será mejor de lo que es. 

Marucela fundó esta asociación el año pasado después de que su hijo adolescente muriera de cáncer: "A partir de 14 años, ya no son niños pero tampoco adultos, están en tierra de nadie y aún quedan muchas cosas por conseguir. Este gesto te empuja a seguir luchando por ellos".