En Gran Vía, en el número 48, en la puerta, algunos obreros, en el minuto de café y cigarro, se preguntan, inevitablemente, qué va a pasar con la tienda –la más grande de Europa– que Huawei tiene previsto abrir en Madrid el próximo 24 de junio. Es inevitable. Este lunes, se han levantado con una buena nueva de consecuencias todavía por determinar: Google ha roto las relaciones comerciales con el fabricante chino. ¿Y qué supone esto? Por un lado, que los móviles de esta marca, en los próximos meses, no podrán actualizar ni su sistema operativo ni sus aplicaciones –aunque todavía funcionen con el actual–. Y por otro, que los usuarios, paulatinamente, van a dejar de comprarlos. Las ventas, por tanto, se van a resentir. ¿Tiene sentido, entonces, que Huawei siga con su plan de expansión por Europa? He ahí la cuestión. 

Veto al fabricante chino Huawei

El fabricante chino, por el momento, no se ha pronunciado. Pero no ha echado el freno de mano. Si nada falla, en un mes, Huawei inaugurará su denominada tienda buque insignia en Madrid –quizás con pocos clientes dispuestos a adquirir sus terminales–. En total, dos plantas (con aproximadamente 1.000 metros cuadrados de superficie), reformadas por cerca de 30 empresas –según cuentan a EL ESPAÑOL fuentes del sector– y que darán empleo, como mínimo, a 20 personas. De hecho, en marzo, la compañía publicó 20 ofertas de trabajo (10 para expertos y 10 para comerciales), con contrato indefinido y a jornada completa, para empezar a trabajar en su establecimiento en junio. 

“Hola, Madrid. ¿Imaginamos el futuro juntos? Huawei. Make it possible (hazlo posible)”, reza el cartel que, ahora mismo, ocupa la fachada del establecimiento, alquilado por la compañía para la ocasión. Una tienda no franquiciada que contará con servicios de venta, reparación, atención al cliente e información, destinada íntegramente a satisfacer al consumidor. Una apuesta arriesgada (la renta al mes rondaría los 16.000 euros), pero destinada, a priori, para que Huawei diera un golpe definitivo en el sector que la catapultara hasta la primera posición a nivel de ventas. Algo que, echando la vista atrás, tenía en su mano –y quién sabe si todavía está a su alcance–. 

El fabricante chino, actualmente –y a la espera de lo que ocurra tras el anuncio de ruptura con Google–, es el tercero al que más móviles le han comprado en todo el mundo (203 millones en 2018) y el primero en venta de unidades en España (aunque en el total de ingresos siga como tercera por detrás de Samsung y de Apple). Con la apertura de esta tienda, pretendía (y pretende) desbancar a sus dos principales rivales para dominar el mercado por completo y en solitario. Pero, claro, lo ocurrido puede afectar fatídicamente a su estrategia futura. 

Huawei abrirá en Madrid el próximo 24 de junio la tienda más grande de Europa.

De hecho, las ventas de la compañía –pase lo que pase en los próximos meses– caerán. Este mismo lunes, por ejemplo, en las tiendas, los comerciales no se atrevían a recomendar Huawei. Daba igual que se acudiera a un operador (Vodafone, Orange, Yoigo…) o a un establecimiento (Fnac, El Corte Inglés, The Phone House…). Todos los empleados, aún sin directrices sobre cómo actuar ante el nuevo horizonte, estaban de acuerdo. “Lo normal es informar. Imagina que vendes un Huawei y, finalmente, el cliente no lo puede actualizar… Al final, al primero que van a venir es a ti para pedirte explicaciones”, contaban, guardando el anonimato, en una tienda de Movistar a EL ESPAÑOL. ¿Resultado? Nadie estaba dispuesto a arriesgar este lunes y, con total seguridad, no lo hará hasta que se resuelva el problema. 

¿Cuál puede ser el futuro de Huawei? 

Si Google confirma el veto, Huawei sólo tendrá una opción para sobrevivir: prescindir de Android y crear su propio sistema operativo. De hecho, en la compañía reconocen que el plan B llevaba puesto en marcha un tiempo por si esto llegara a pasar. Pero, claro, mientras se realiza el cambio –y con el usuario reacio a modificar sus costumbres–, las ventas de la compañía, indefectiblemente, caerían. Eso es inevitable. A partir de ahí, se pueden abrir varios escenarios… 

El primero, que Huawei dé a luz un nuevo sistema operativo y que los usuarios lo reciban con total tranquilidad. Eso, obviamente, sería lo menos doloroso para la compañía. De esta forma, posiblemente, podría seguir manteniendo parte de sus tiendas (incluida la próxima en abrir en Madrid y la también prevista en Barcelona). Pero eso no es lo normal. Hasta ahora, todas las compañías que han abandonado Android se la han ‘pegado’. Por ejemplo, Nokia –que llegó a ser clara dominadora del mercado de telefonía– y Microsoft, que no consiguió rivalizar con su Windows Mobile.  

A nivel mundial, Google copa con Android el 85% del mercado. Y en España va a más: nueve de cada 10 teléfonos usan Android. Huawei, por tanto, para sobrevivir, tendrá que ofrecer algo demasiado distinto, innovador y rentable para el usuario como para convencer a todos esos clientes que, ante la incertidumbre, van a abandonar la marca… y no está claro que regresen. La tarea es complicada. A menos de un mes, su proyecto se tambalea y, los obreros, en ese 'rincón' de Gran Vía de 1.000 metros cuadrados, seguirán acudiendo religiosamente –mientras no les digan lo contrario– al trabajo, preguntándose: ¿y si al final no hay apertura? A día de hoy, todo es posible. Ya lo pregona Huawei: "Make it possible" (para lo bueno... y lo malo). 

Tienda de Huawei. EFE

Noticias relacionadas