Rosalía le confió las llaves de su casa, se contaron confidencias, dieron paseos por la playa…

"Nos veíamos cada dos o tres días y hablábamos a diario por teléfono. Me retraté ante ella como un delincuente, como alguien de los bajos fondos que conocía el mundo del hampa. Sólo así me gané su confianza. Ella pensaba que nos íbamos a marchar juntos a algún país del este de Europa cuando todo acabase para su hijo. Estaba muy ilusionada conmigo, pero…”

Pero todo era una farsa. Óscar no era quien le había contado a Rosalía García, la madre de 'El Cuco’, condenado por encubrimiento en la muerte de Marta del Castillo. Antaño había sido un delincuente, sí, pero ahora sólo quería engatusarla.

Corría febrero de 2009 y en realidad él era un topo que acababa de infiltrarse en la vida de Rosalía. Buscaba arañarle una confesión, un detalle, unas simples palabras que pudieran arrojar luz a la desaparición de Marta, que se había producido el 24 de enero de ese mismo año.

Durante dos años y medio, Óscar, quien antes ya había colaborado como “informante” y "asesor" de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, grabó 600 horas de conversaciones con Rosalía y su entorno.

Registró charlas con el que todavía era su marido pero con quien estaba en trámites de separación, Ángel Romero, y, entre copas y porros, también grabó a Francisco Javier García, ‘El Cuco’. Llegó a tal grado de confianza con el chico que, pese a su diferencia de edad, el menor le llamaba primo.

Topo El Cuco

La frase que lo dejó en shock

A Óscar se le erizó el vello en una de esas conversaciones que le grabó a 'El Cuco'. Un rayo le recorrió el cuerpo al escuchar “donde nos la quitamos de en medio”. Fue poco antes de octubre de 2011, cuando arrancó el juicio a los implicados en el caso que eran mayores de edad.

Este viernes, mientras toma un café con leche en una cafetería de Sevilla próxima al estadio de Nervión, el topo cuenta cómo se dio aquella conversación. A Francisco Javier ya se le concedían permisos de salida del centro de internamiento de menores al que se le había enviado por encubrir a Miguel Carcaño, autor confeso de la muerte de Marta. Por ese tiempo, su amigo Samuel Benítez, que más tarde saldrá absuelto durante el juicio, ya ha conseguido que se le deje en libertad condicional.

“Por ese entonces 'El Cuco' y Samuel ya han retomado su amistad. Como antes, como cuando Marta todavía estaba viva”, dice Óscar. ¿Pero qué conversación fue esa que mantuvieron usted y él?, le pregunta el periodista. Al instante, este reportero escucha en su ordenador un archivo de audio que el infiltrado ha traído en un pendrive.

- ¿A ti no se te han metido detrás nunca, niño, para ver si… sabes lo que te quiero decir?- le pregunta el topo a 'El Cuco' sobre si piensa que la Policía le pueda estar siguiendo ahora que ha vuelto a Sevilla.

- ¿Para ver si voy donde nos la quitamos de en medio o algo…? No que yo sepa. Yo no me he dado cuenta. Pero de todas formas, la ruta [que está haciendo esos días] es la que te he dicho: de mi casa a la casa de Samuel, a El Prado, al río y fuera… Si me persiguen es lo único que van a saber.

[Más información: 'El Cuco' en su nido francés: la vida plácida del hombre que sabe dónde está Marta del Castillo]

"Le traicionó el subconsciente"

“Fue un desliz. Le traicionó el subconsciente”, explica el infiltrado durante su cita con EL ESPAÑOL. “Rectificó de inmediato, me dijo que él no había hecho nada y yo le seguí la corriente como si ni siquiera me hubiera dado cuenta”.

Durante el tiempo que estuvo infiltrado, el topo visitó con Rosalía y Ángel a 'El Cuco' en el centro de menores en el que se le recluyó, acompañó a su madre y al padrastro a las sesiones del juicio en las que declararon como testigos, y estuvo presente en reuniones con abogados o con policías. Era la sombra de la progenitora del chico. Se emborrachó con Rosalía, jugó a enamorarla y supo, dice él, que oculta parte de la verdad del caso.

Ángel Romero, su hijastro, Francisco Javier García, 'El Cuco', y la madre del chico, Rosalía García. La foto fue tomada por el propio menor durante su internamiento tras ser condenado por encubrir a Miguel Carcaño. EE

"A mí me dijo que Marta ni nada de Marta iba a aparecer. 10 años después, esa profecía se ha cumplido. Y ella no es una adivina", dice Óscar, quien oculta su verdadera identidad bajo un nombre falso y siempre va acompañado de una persona de confianza cuando sale a la calle para citarse con algún desconocido. "Si un juez me pide todas esas grabaciones, yo se las entrego. Pero ahora sólo puedo desvelar algunas".

Aquellas 600 horas de grabaciones nunca se judicializaron. Se hicieron ajenas al proceso de instrucción. Óscar dice que el Grupo de Menores (GRUME) de la Policía Nacional lo dejó "tirado". Miles de conversaciones que nunca llegaron a manos del tribunal que enjuició el caso. La policía, durante el proceso judicial, dijo de Óscar que era un “delincuente” y que todo lo que decía eran “paparruchadas”. Él sostiene que fueron ellos quienes le pidieron colaboración.

El proceso, plagados de sombras, acabó con dos culpables: en marzo de 2011, el Juzgado de Menores número 1 de Sevilla condenó a Francisco Javier García a dos años y 11 meses de internamiento en un centro de menores; al año siguiente, en enero de 2012, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Miguel Carcaño a 20 años de cárcel por un delito de asesinato, pero lo absolvió del de violación. El Supremo aumentó  después esa pena en 15 meses.

El tribunal libró de todos los cargos que se le imputaban a Samuel Benítez, amigo íntimo de 'El Cuco', de Miguel y de Marta; al hermanastro de Carcaño, Francisco Javier Delgado, y a la pareja sentimental de éste, María García. Los tres estaban acusados de encubrimiento.

Ahora, una década después de la muerte de Marta del Castillo, el juez de Instrucción número 2 de Sevilla, Carlos Mahón, ha dictado un auto por el que acuerda procesar a El Cuco y a su madre, Rosalía García, por un delito de falso testimonio. El magistrado señala que “todos ellos –incluido el padrastro, Ángel Romero, fallecido en 2017-urdieron un plan que tenía como única finalidad engañar al tribunal acerca de lo realmente acaecido el 24 de enero de 2009”, cuando murió Marta.

El abogado de El Cuco, Rafael Ramírez García del Junco, explicó este pasado martes que las 600 horas de grabaciones, en una parte presentadas en el juzgado por los padres de Marta -Antonio del Castillo y Eva Casanueva-, podrían ser “valoradas” por el magistrado al que corresponda enjuiciar el caso. A juicio del letrado, tienen "nulo valor probatorio”.

De todos modos, una hipotética condena a 'El Cuco' o a su madre no podría conducir de ninguna manera a la celebración de un nuevo juicio, aunque sí a darse una aproximación más cercana a lo sucedido. Fuentes de la Fiscalía de Sevilla explican que la única posibilidad de repetir la vista oral contra algunos de los acusados que fueron absueltos sería planteando un recurso de revisión contra la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que endureció la condena de Miguel Carcaño.

En este punto es donde tendría gran valor lo que suceda en el juicio por falso testimonio. Si se obtienen datos reveladores a través de 'El Cuco'o de su madre, se podría dotar de argumentos sólidos a ese hipotético recurso ante el TS.

El contenido de las grabaciones

Óscar conoció a Antonio del Castillo a finales de 2011. Se citaron en un hotel de Sevilla a las doce de la noche. El padre de Marta sabía que alguien se había infiltrado en el entorno de 'El Cuco' antes del juicio. Pero no sabía quién. Aquella noche le puso cara. Con el paso del tiempo ha ido entregándole parte de esas conversaciones que él grabó. Otras nunca las ha escuchado nadie, salvo él.

Para el topo, hay extractos de conversaciones que delatan a 'El Cuco', a su madre y a su padrastro fallecido. “Saben mucho más de lo que dicen”, asegura.

En algunas de esas confesiones que Óscar logra arrancarles, 'El Cuco' se mofa de la labor de la Policía (“todavía están buscando y todavía están trabajando [risas]), o Rosalía García habla de lo “torpes” que han sido los investigadores por no auditar las llamadas de su teléfono móvil durante la noche de la desaparición de Marta y los días posteriores.

Antonio del Castillo y Eva Casanueva, padres de Marta del Castillo, en su casa junto al exministro del Interior Juan Ignacio Zoido. EFE

La madre de 'El Cuco' también reconoce que mintió cuando, en un principio, dijo que el 25 de enero de 2009 -al día siguiente de la desaparición de Marta- se presentó a un examen oposición como administrativo del Servicio Andaluz de Salud (SAS), algo que no hizo pese a llevar meses estudiando y haber pagado las tasas.

En otro audio se escucha hablar al padrastro del chico. Ángel Romero llega a admitir que él y su mujer están dando “coartada” a 'El Cuco' y que teme que otros testigos se la echen abajo durante el interrogatorio en el juicio.

“Te desmontan lo de que a la una y media o dos estábamos en casa y el niño estaba acostado. A las 4.30 estaba bebiendo cubatas. Yo he jugado con que como es un sitio donde paramos viernes y sábado, [los camareros] se han podido confundir”.

El juez que ahora ha procesado a Rosalía García y a su hijo asegura que “no es cierto que sobre las 23.30 horas del referido día se encontraran” 'El Cuco' y su padrastro en las inmediaciones de su domicilio “cuando éste iba a tirar la basura”. “Y de otra parte”, el magistrado instructor asegura que Rosalía y su marido estuvieron fuera de su casa “hasta las 4.30 o 5 horas del día 25 de enero de 2009”.

“Yo pienso que entre que se supone que muere Marta, sobre las 8.30 o 9 de la noche, y esa hora, 'El Cuco' y Samuel han hablado con Rosalía. Y que ella, una vez llega a su casa, ayuda en algo a su hijo. El padrastro ni siquiera ve al chico. Supone que está durmiendo. A la mañana siguiente Rosalía no va al examen”, argumenta el topo.

- ¿Por qué hizo todo esto?

-Porque tengo una hija, la mayor, de la misma edad que Marta. Y porque me hizo abuelo un 24 de enero.

- ¿Qué espera del juicio?

- Que se arroje algo más de verdad sobre el caso. Y que la familia de Marta se pueda acercar a saber qué pasó. Nada más.

Mientras, 'El Cuco' continúa viviendo en Rognac, su exilio francés. Quizás pronto explique por qué dice delante de Óscar aquello de “yo llegué, me vi el pollo… Estaba todo mareado, una paranoia”. Fue obra del topo.

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