Juan Antonio es charnego, hijo de andaluces, catalán y español. “¡Y a mucha honra!“, se enorgullece. Vive, “de toda la vida”, desde que era un crío, en Barcelona. Allí, ha salido, siempre que ha podido, con su altavoz. Ha puesto, en el paseo de Gracia, el Que viva España de Manolo Escoba: “Para que lo escuchen los independentistas”, reta. Está preocupado. No entiende qué está pasando. “Y yo tengo la vida hecha, pero los más jóvenes lo tienen jodido. Yo ganaba más con Franco”, recuerda. Por eso, este domingo, estuvo en la manifestación convocada por PP, Ciudadanos y Vox bajo el lema 'Por una España unida, ¡elecciones ya!'. Cree que es necesario, que este país lo merece. 

Un votante de Vox anima la manifestación

El sábado, puso rumbo a Madrid acompañado por su mujer y dos amigos. En total, cuatro. Todos, unidos por “salvar este país”. Junto a él, su megáfono, su música y su Manolo Escobar. El domingo, se levantó temprano. ¡España bien merece un madrugón! Marchó hacia Colón, cogió una banderita y, solo, enfiló hacia las primeras filas. A las 10:30 horas ya estaba preparado. “¿Quiere hablar? Claro”, responde a la petición de EL ESPAÑOL. Pero, de primeras, se muestra decepcionado: “Hay muy poca gente, yo no sé...”, lamenta.

[Más información: quién ha ido a la manifestación]

Después, poco a poco, cambiaría de opinión. Colón, hasta las 12:00 horas, iría, progresivamente, llenándose hasta quedar sepultado por una sábana de enseñas rojigualdas. La mayoría, constitucionales; pero muchas, también, con el águila. En total, 45.000 personas para la delegación del Gobierno y 200.000 para Ciudadanos y Partido Popular. Todos ellos escuchando el Que viva España de Manolo Escobar a través del altavoz de Juan Antonio. 

“Tenemos que hacer algo. Esto no puede seguir así”, insta el catalán, mientras en la plaza de Colón el DJ pide voluntarios para “salvar España”. Juan Antonio quiere ser uno de ellos. “¡Antes vivíamos mejor. Los más jóvenes no han vivido en los 70. Yo, entonces, tenía mejor salario que muchos ahora. ¡Y luego que si san Franco era un dictador!”, prosigue. 

Juan Antonio, con la pancarta repartida por Vox.

Juan Antonio, con más o menos razón, basa su opinión en su experiencia. Durante un tiempo, estuvo de parte de Alianza Popular. Y, después, votó al PP. “Pero es que Rajoy era muy buena persona… Quería gustarle a todo el mundo y eso no puede ser”, lamenta. Por eso, en las próximas elecciones su papeleta irá destinada a Vox. Tiene tomada la decisión. Y lo muestra con orgullo, sosteniendo el cartel repartido por la formación de Santiago Abascal –la única que ha roto el pacto de no repartir mensajes de partido en la manifestación–.  “Adelante, españoles, sin miedo a nada ni a nadie”, se lee. 

Eso es lo que promulga Juan Antonio, profesor de artes marciales durante una buena parte de su vida y empresario en Cataluña. “La situación allí es muy complicada”, se queja. Él, dice, fue multado por poner un cartel en castellano y en catalán en un concesionario en propiedad. “Tuve que pagar 9.000 euros”, denuncia. 

Está indignado. Su esperanza pasa porque se convoquen elecciones. Él y todos los que le rodean están convencidos de que es necesario. “Pedro Sánchez está haciendo bueno a Zapatero”, esgrime. “Esto no puede seguir así”, concluye. Por eso ha acudido a esta manifestación y lo seguirá haciendo en Barcelona, ya de vuelta, cuando el domingo llegue a su casa de nuevo. Entonces, apagará el megáfono y lo guardará a la espera de la próxima. “Aunque espero que esto vaya a mejor y no tenga que hacerlo”, concluye. 

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