Totalán (Málaga)

Las campanas resuenan en la iglesia de Santa Ana del municipio malagueño de Totalán. Son campanadas de Gloria. Gloria porque al fin "Julen ha resucitado y está en el cielo", dice, con ánimo, Ramón Tejero, el cura de la iglesia. El hijo del exteniente coronel Antonio Tejero Molina, que fue condenado por el intento de Golpe de Estado del 23-F, es el párroco del municipio desde hace cuatro años, cuando llegó de La Cala de Mijas, un municipio cercano a la zona, después de haber estado allí 18 años, y tras haber sido también misionero en Perú.  

En esos lugares, no obstante, jamás vivió nada parecido a lo que ha acontecido en Totalán durante los últimos 13 días. La angustia de unos padres que esperaban mientras más de 300 personas trabajaban en el operativo de rescate de su hijo de dos años, que se precipitó a un pozo de 103 metros de profundidad. Y, en paralelo, la entrega desinteresada del pueblo de Totalán, que se ha dedicado en cuerpo y alma a ayudar a los rescatadores y a la familia de Julen.  

Una entrega que, en gran parte, ha sido capitaneada por Ramón desde la iglesia, desde el salón parroquial, que se convirtió en un gran comedor donde las feligresas han dedicado muchas horas a preparar alimentos para cientos de personas, entre bomberos, mineros, agentes y otros profesionales que han participado durante casi dos semanas en el rescate del pequeño. 

Las feligresas de Totalán que prepararon la comida para los rescatadores

A la salida de la parroquia, situada en la parte alta de la plaza de la Constitución, tras la celebración de la misa de las 13.00 horas, como cada domingo, los vecinos se agolpan y todavía hablan del triste suceso que ha conmocionado al pueblo y a todo el país. Dentro, Ramón Tejero, aún atiende en su despacho, anejo al altar, con su palabra -y la de dios- a Jesús y Carmen, dos vecinos que le miran con pesar, mientras le cuentan sus problemas. 

"Pedimos a Julen que interceda por nosotros"

Cuando salen, el cura de Totalán atiende a EL ESPAÑOL. "Buenos días, ¿es usted Ramón Tejero?", le pregunta este periodista. Él, con una sonrisa y ojos bien abiertos, responde: "Sí, soy yo, ¿en qué puedo ayudarle?". Apenas han pasado diez minutos desde que ha terminado la misa de Gloria por Julen, donde este cura, de aspecto robusto y carácter afable, ha dado toda esperanza, en la medida de lo posible, a los feligreses de Totalán, que aun viven con tristeza la muerte del pequeño: "Aunque el corazón nos encoja el alma, las campanas de gloria resuenan en Totalán, porque desde la fe sabemos a ciencia cierta que la absoluta inmensidad del cielo es la gran promesa de Jesús. Pedimos a Julen que interceda por nosotros y nos haga descubrir cada día nuestra fragilidad ante la grandeza infinita de la fe cumplida".

Las palabras de Tejero calman, pero todavía no sanan, pues el desenlace de Julen se ha conocido hace apenas un día. Además de procurar la máxima atención a sus feligreses desde que llegó a Totalán -y aún más en estos últimos días-, este sacerdote no dudó en ofrecer su ayuda -y su palabra, tal y como él dice- a todo el que la necesitó desde que el pequeño se cayó al pozo.

La iglesia de Santa Ana, en Totalán (Málaga)

Cuando se enteró del suceso, Ramón descolgó el teléfono y se puso en contacto con el servicio de Emergencias 112, que participaba en el rescate, para trasladarle que si necesitaban algo, la iglesia de Totalán, de La Cala del Moral -municipio malagueño en el que también oficia misas- y él, estaban a su disposición. Y le tuvieron en cuenta, desde luego. 

Trece días después, una vez finalizado el rescate, y tras haberse ido multiplicando el número de personas que colaboraban en el rescate desde que había empezado, el salón parroquial hizo llegar a la zona cero del rescate 3.000 croquetas, infinitos litros de caldo caliente y numerosos pollos, donados por un asador. Detrás de ese trabajo, decenas de feligresas que trabajaron durante numerosas horas al día:con un objetivo: ayudar a localizar a Julen. 

Para este párroco, que principalmente se encargó de las tareas de coordinación con los equipos de rescate, para hacerles llegar los alimentos a la montaña, la labor humanitaria de su iglesia no es motivo de elogio, "era su deber" y "todos hicieron lo que estuvo en su mano por el niño", asegura el sacerdote.

"Me he encargado de la intendencia con los equipos de rescate y de orar por Julen y su familia, nada más", explica Ramón, con modestia, a este diario, ya sin la sotana blanca, vestimenta acorde a la misa de Gloria -o resurrección- que ha celebrado hoy. El sacerdote se despide rápido de este periódico. Tiene que irse a la La Cala del Moral (Málaga) para dar misa en media hora. Fuera le espera un coche y un conductor. "¡Hasta el próximo día, Ramón!", le dicen las vecinas que aún quedan en la entrada del templo, mientras marcha hacia el coche. Las mismas que, según explican a este diario cuando les pregunta por su párroco, responden: "Estamos muy contentas, es un buen hombre y siempre nos ayuda". "¿Saben que es hijo del Antonio Tejero?", les pregunta también este periodista: "Sí, bueno, no pasa nada", responden ya algo más dubitativas.  

El párroco de Totalán, en una imagen con su madre y su padre, el golpista Antonio Tejero

Foco mediático

Lo cierto es que, aunque este párroco ha pasado inadvertido durante estos días en Totalán, no es la primera vez que es noticia. Pues ha estado bajo el foco mediático en varias ocasiones. Una de ellas fue cuando invitó a su padre, protagonista del fallido golpe de estado del 23-F y condenado a 30 años de cárcel- a los actos del doce de octubre que el  Instituto Armado celebró el año pasado en Rincón de la Victoria (Málaga), donde él vive y también oficia misas. Algo que fue denunciado por Izquierda Unida, poco después. 

Por las redes sociales circulo un vídeo en el que se podía ver el ex teniente coronel de la Benemérita en una comida, brindando con vino. Y en el que se le presenta como "garante de la unidad de España" y se hace alarde del "honor de Antonio Tejero", su "valentía, coraje y arrogancia" y se elogia entre gritos de "viva el teniente coronel Tejero", "viva España", "arriba España" y "viva la Guardia Civil". 

El párroco Ramón Tejero, si bien, hizo caso omiso a las críticas de IU e hizo público un mensaje en su twitter en el que aseguraba que él había sido quien le había invitado a la comida y a los actos de la Guardia Civil, y "lo iba a seguir haciendo siempre". 

Otra ocasión en la que también estuvo bajo el foco de los medios de comunicación fue cuando mostró su apoyo a un transexual, al cual el obispado de Cádiz negó poder ser el padrino de bautismo de su sobrina. "Todos somos Cristo vivo en este mundo y no importa ni la raza ni el sexo", fueron las palabras que Tejero le dedicó. Y que reprodujo de la madre Teresa de Calcuta, uno de sus tres referentes, junto a su padre, el golpista Antonio Tejero, y Juan Pablo II. 

El sacerdote Tejero saliendo este domingo de la iglesia de Santa Ana en Totalán.

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