El autor confeso de la muerte de Laura Luemo, Bernardo Montoya, visitó el pasado viernes 14 -dos días después de la desaparición de la joven profesora zamorana- la cárcel de Huelva para ver a su novia en un vis a vis. En ese encuentro, según la investigación, pudo intentar deshacerse de la ropa de la víctima.

Al salir de la prisión, según confirman a EL ESPAÑOL, fuentes conocedoras del caso se deshizo de una bolsa en uno de los contenedores del aparcamiento para familiares con el que cuenta la prisión de Huelva. Ahora, los agentes encargados del caso tratan de encontrar esa bolsa en los vertederos próximos a la zona.

Tal y como reveló la autopsia Laura Luelmo murió el 14 o 15 de diciembre, es decir dos o tres días después de su desaparición. Según la versión de Bernardo en el interrogatorio en el que ha confesado el crimen, el día de la desaparición golpeó la cabeza de la chica contra el maletero, le ató las manos a la espalda y la envolvió en una manta. Luego la desnudó de cintura para abajo y trató de violarla.

La visita a la cárcel se produjo el pasado viernes. Hasta allí se desplazó en su Alfa Romeo negro tras "salir pintando" de su domicilio como explicaron varios vecinos a este medio. La investigación no descarta que hasta la prisión de Huelva se pudiese haber desplazado con el cadáver de Laura en el maletero.

Alfa Romeo de Bernardo Montoya.

 

Una vez allí, realizó un vis a vis con su novia a las 16:30, una presa con delitos de robo con fuerza y contra la salud pública. En ese encuentro Bernardo Montoya -que salió de prisión hace dos meses después de estar entre rejas 20 años por varios delitos, entre ellos un asesinato y un intento de violación- pudo intentar entregar a su pareja alguna vestimenta de la asesinada.