Una asociación de víctimas de Nolotil ha presentado una demanda colectiva contra fabricantes y distribuidores del medicamento, que estima daños por unos 500 millones de euros a más de 200 personas afectadas por su consumo y que actualmente están bajo evaluación legal.

El Nolotil ha pasado a convertirse, en menos de 10 días, en un medicamento maldito. Todo surgió a raíz de una nota publicada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios (AEMPS). La agencia recomendó la semana pasada a los profesionales sanitarios no utilizar medicamentos que contengan metamizol (el más conocido es Nolotil) en población flotante, tras haberse notificado casos de reacciones adversas graves en pacientes británicos. En concreto, en diez personas procedentes del Reino Unido.

Fue entonces cuando la activista Cristina García del Campo lanzó el aviso en su muro de Facebook. En él, sugería la posibilidad de una demanda.

Días después, en conversación con EL ESPAÑOL, explicó que después de decenas de entrevistas, había recopilado información suficiente como para ir a los tribunales. "Tengo notificados más de 100 casos, 10 muertes y casos horribles como amputaciones", explica la traductora por teléfono. "Y no es que lo diga yo, es que en la mayoría hay informes médicos que explican que estos casos han sucedidos por agranulocitosis asociada al consumo de metamizol".

El uso de metamizol se duplica en España

La demanda colectiva presentada contra fabricantes y distribuidores de Nolotil es una iniciativa privada de la propia activista. Esta información  ha llegado en un comunicado el bufete internacional De Micco & Friends, que en España tiene su sede en Palma y que se ocupará de la representación legal del caso.

El bufete representa al sindicato en la demanda colectiva, así como a los demandantes individuales. Debido a la situación legal en España, los no residentes en el país también pueden reclamar bajo la demanda colectiva.

La Aemps señala que el uso de metamizol se ha duplicado en España en los últimos 10 años, con un aumento especialmente acusado en los últimos cinco años. Así, si en 2013 se dispensaron 14,6 millones de envases, en 2017, esta cifra ascendió a 22,8 millones.

Respecto a las complicaciones derivadas de su ingesta, informa de que el número de casos notificados "se ha incrementado en los últimos años de forma paralela al consumo de este analgésico". Sin embargo, continúa, "los datos disponibles no posibilitan el cálculo de la incidencia de aparición y es probable que exista una importante infranotificación al ser una reacción adversa conocida"