Tirados en el suelo, sin mantas y prácticamente hacinados en una sala. Así durmieron los miembros de las tripulaciones de 4 aviones de Ryanair en el aeropuerto de Málaga. Su destino original era Oporto, pero fueron desviados hasta la Costa del Sol por seguridad, a causa de las fuertes tormentas en Portugal provocadas por el huracán Leslie. El problema llegó una vez en Málaga: allí se dieron cuenta de que Ryanair no les había facilitado la pernocta. Todo lo contrario: no solamente no les habían reservado una habitación de hotel; es que el único sitio que encontraron para acomodarlos fue el suelo de la sala de tripulaciones.

En total fueron 24 personas las que tuvieron que pasar la noche en estas condiciones deplorables, descansando en el suelo, sin agua ni comida. Lo grave es que al día siguiente tuvieron que montarse en sus respectivos aviones y volar hasta Oporto, a pesar del cansancio derivado de pasar la noche durmiendo en el suelo.

Desviados por el huracán

Los hechos tuvieron lugar la noche del 13 de octubre. El huracán Leslie azotaba las costas lusas, y especialmente la ciudad de Oporto. Fueron muchos los vuelos que no pudieron tomar tierra ese día en Portugal. Cuatro de ellos eran aviones de la compañía irlandesa Ryanair, que optó por desviar los vuelos. El aeropuerto elegido para aterrizar fue el de Málaga.

Una vez tomaron tierra las sucesivas tripulaciones (8 pilotos y 16 miembros de personal de cabina) se encontraron la desagradable sorpresa. Aunque Málaga cuenta con más de 80.000 plazas hoteleras, nadie en Ryanair les había facilitado un alojamiento digno. No tenían habitación de hotel, apartamento ni nada similar. ¿Solución? Meterlos en la sala de tripulaciones que tiene Ryanair en el aeropuerto malagueño. Esto es una especie de sala de espera sin acceso a comidas, ni bebidas, ni siquiera asientos para todos. De los 24 miembros que se encontraron en esa sala, sólo 8 pudieron sentarse, porque ese es el número de sillas que hay. Y los demás a tumbarse en el suelo.

24 personas hacinadas en una sala

Esas 24 personas estuvieron metidas en esa sala, durmiendo en el suelo, entre las 1:30 y las 6 de la madrugada. A esa hora les comunicaron que los habían conseguido trasladar hasta la sala VIP del aeropuerto. Es un espacio más cómodo que la sala de tripulaciones donde durmieron en el suelo. Sin embargo, tampoco es una zona habilitada para que duerman las tripulaciones. Y tampoco tiene acceso a agua o comida.

Allí pasaron el resto del tiempo, hasta que la compañía irlandesa decidió ordenar vuelos a Oporto a las 13:35 horas. Es decir, que a la mañana siguiente, las cuatro tripulaciones tuvieron que montarse en sus respectivos aviones y emprender el viaje a Portugal, a pesar de haber dormido en unas condiciones deplorables.

Las imágenes de los tripulantes durmiendo en el suelo con la ropa de trabajo puesta fue publicada por Jim Atkinson, un expiloto de la compañía que la subió a redes sociales, explicando que "Este es un equipo de Ryanair 737 con base en Portugal, varado en Málaga (...) Están durmiendo en el suelo de la compañía de la sala de tripulación. La compañía está ganando 1.250 millones de euros al año, pero no pondrá a la tripulación en un hotel".

Quejas de los sindicatos

“Ryanair ha vuelto a escenificar el trato denigrante que da a sus trabajadores, permitiendo que, tras largas horas de trabajo duerman en el suelo y no les busquen alojamiento entre las más de 88.000 plazas hoteleras de Málaga”; protesta el sindicato USO, que recuerda que el comportamiento de Ryanair en este caso incumple las normas de seguridad aérea. “No es una cuestión de comodidad, caprichos o privilegios; es la propia legislación en materia de seguridad aérea la que están incumpliendo”, concluyen desde el sindicato.

Jouke Schrale, comandante de Ryanair, se suicidó en el Aeropuerto de Málaga

¿Y qué dice Ryanair? Pues su director de operaciones, Peter Bellew, respondió a las quejas argumentando que todos los hoteles de Málaga estaban reservados, algo realmente impensable en una ciudad como Málaga y además fuera de temporada de turismo.

Otra vez en el ojo del huracán

No hubo accidentes que lamentar, pero estas 24 personas volaron sin haber descansado en unas condiciones mínimamante exigibles. Este episodio se suma a la larga lista de conflictos y problemas que este año tienen a Ryanair como protagonista. Por un lado, gran parte de su personal ha convocado huelgas para protestar por las duras condiciones laborales a las que les tiene sometidos la aerolínea, así como por los despidos. Por el otro, varios han sido los tripulantes de esta empresa que se han suicidado. El último fue un piloto holandés llamado Jouke Schrale que se quitó la vida el pasado mes de agosto, precisamente en el Aeropuerto de Málaga. Decían en su entorno más próximo, que a causa de las duras condiciones laborales.

Además de las huelgas y los suicidios, Ryanair ha tenido que hacer frente a crisis a causa de la cancelación de muchos de sus vuelos. A pesar de todo, y de que parece que está afrontando su annus horribilis, la aerolínea irlandesa incrementará en un 6% su facturación este año.

Noticias relacionadas