Cádiz

“Nos estamos convirtiendo en la nueva Lampedusa”, afirmó el alcalde de Algeciras (Cádiz) el pasado 26 de julio. Ese día, José Ignacio Landaluce (PP) asemejó a la ciudad que gobierna con la isla italiana del Mediterráneo, convertida en puerto de llegada de miles de inmigrantes africanos que optan por la vía de Túnez para llegar hasta Europa por mar.

Landaluce pronunció esas palabras cuando, en el último mes, Andalucía está viviendo una llegada masiva de pateras a sus costas. Cádiz, especialmente. A finales de julio de 2018, Salvamento Marítimo en Andalucía había coordinado la búsqueda de 26.082 personas que iban a bordo de 1.214 pateras. De ellas, 22.091 fueron rescatadas por embarcaciones de la sociedad estatal, mientras que de los 3.825 inmigrantes restantes se hizo cargo Marruecos.

Estas cifras suponen que, en los siete primeros meses de este año, hayan llegado a España a través de las costas andaluzas más inmigrantes que en todo 2017, cuando Salvamento rescató a 18.937 personas y las desembarcó en puertos andaluces como Motril (Granada), Algeciras o Tarifa (Cádiz).  

Dique norte del puerto de Algeciras, donde hasta ayer han permanecido en torno a 350 inmigrantes durante cuatro días. A. L.

En este contexto, Cádiz es la provincia que mayor número de inmigrantes está recibiendo. Sólo en ella, Cruz Roja ya se ha hecho cargo de 11.200 en lo que va de año. Julio ha sido el mes de mayor actividad en el flujo migratorio: 5.600 personas han sido atendidos por la citada ONG en la provincia gaditana.

Pero son más los que han llegado. El viernes pasado, medio centenar de inmigrantes lograron alcanzar tierra en una embarcación sin necesidad de rescate. Arribaron a una playa de Tarifa ante la mirada atónita de los bañistas. Unos días antes habían sido 12 más.  

El flujo no se detiene. Este lunes llegaron otros 26 inmigrantes a puertos gaditanos con la ayuda de Salvamento Marítimo. El martes, 106. Los pueblos receptores gestionan como pueden la situación. En Algeciras se ha habilitado un polideportivo para acogerlos, después de que casi 400 inmigrantes permanecieran durante cuatro días en el buque María Zambrano, atracado en el dique norte del puerto de la ciudad. Algunos decidieron bajar del barco para tirarse en el suelo, entre cartones, con picos de temperatura de 37 grados, cobijados del sol bajo mantas rojas de Cruz Roja.

Mientras, el personal de las comisarías estira sus jornadas laborales para realizar los registros de los inmigrantes. No quedan plazas en los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y el Colegio de Abogados de Cádiz está ultimando un turno de oficio de extranjería que no existía hasta el momento. Según publicaba recientemente El Confidencial, los letrados de Algeciras están atendiendo a 120 inmigrantes cada dos horas.

El Gobierno español ha pedido ayuda económica a Europa para gestionar la recepción. Ayer, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, conversó con el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y se comprometió a movilizar de inmediato los 55 millones de euros que el Consejo Europeo de junio aprobó en concepto de ayudas a Marruecos  (35 millones) y Túnez (15) como países de tránsito del flujo de desplazados.

Dado este contexto, EL ESPAÑOL ha recorrido los cuatro puntos de mayor presencia de inmigrantes llegados a Cádiz en las últimas semanas: Chiclana de la Frontera, Barbate, Algeciras y Los Barrios.

1. Chiclana: en cabañas de madera

En Chiclana, Cruz Roja ha alquilado hasta finales de año parte de las instalaciones de un complejo gestionado por salesianos, en el que podrá instalar un máximo de 700 personas. La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Magdalena Valerio, visitó las instalaciones el pasado lunes.

El complejo Campano de Chiclana es un centro educativo salesiano levantado sobre una extensión de 40 hectáreas. Está a las afueras de la localidad. Se llega por una estrecha carretera con campos a ambos lados. Poco antes de alcanzar su entrada, a la derecha del carril hay un campo de golf de una de las caras y lujosas urbanizaciones que rodean a la instalación.

Centro salesiano Campano, en Chiclana de la Frontera, donde Cruz Roja ha instalado a cerca de dos centenares de inmigrantes. A. L.

Los inmigrantes llegan a Campano una vez superan el plazo de 72 horas de detención policial, en el que están privados de libertad mientras son reseñados por las fuerzas de seguridad.

Fuentas de Cruz Roja explican que desde la tarde del pasado martes alberga a 180 inmigrantes. Proceden de Cádiz capital y de Jerez, donde la ONG tenía habilitadas otras dependencias. La previsión es que la cifra vaya en aumento. “Estamos a la espera de que nos vayan derivando a personas desde la comisarías”, explican desde fuentes de prensa de la institución.

Los inmigrantes que ya están instalados en Campano se reparten entre el ala de un edificio, donde permanecen mujeres y niños, y una zona abierta de arboleda, donde los hombres se distribuyen en cabañas de madera. Dentro de ellas hay tres literas con seis camas. A los inmigrantes que llegan a este complejo se les entrega ropa, comida y utensilios de aseo.

"Esto no es un hotel de cinco estrellas, es un lugar digno. No tiene lujos, pero es lo que nos gustaría que hicieran con nosotros si nos viésemos en una situación similar", dijo la ministra el día que lo visitó.

Uno de los inmigrantes instalados en el centro que Cruz Roja ha habilitado en Chiclana de la Frontera (Cádiz). A los hombres los distribuyen en grupos de seis en cabañas de madera.

2. Barbate: una nave cedida por un empresario local

En Barbate, hacia el este de la provincia de Cádiz, dentro del puerto pesquero se ha habilitado una nave para los inmigrantes que siguen llegando a puerto. La ha cedido un empresario local. El pasado domingo, 65 marroquíes escaparon de la instalación cuando la Guardia Civil subía a un autobús a otros inmigrantes. La mayoría fueron detenidos. Este martes estaba vacía. Varios coches de la Guardia Civil se apostaban junto a la instalación.

El Ayuntamiento de Barbate, dentro de su labor de coordinación, ha habilitado la jefatura de la Policía local como punto de recogida de alimentos, materiales y enseres para la atención básica de los inmigrantes.

Andalucía Por Sí, que gobierna en Barbate, ha reclamado al Gobierno español y a la Comisión Europea que cese "el desprecio y el abandono" a los municipios andaluces que actúan de manera humanitaria y solidaria con las miles de personas que llegan a sus costas. Exige un plan específico de ayuda para estos pueblos, como Barbate o Tarifa, con ayudas económicas, medios materiales, humanos y equipamientos.

Nave cedida por un empresario local en el interior del puerto de Barbate (Cádiz). A. L.

3. Algeciras: cuatro días en un buque

Este pasado martes por la mañana, 340 inmigrantes procedentes de países como Senegal, Costa de Marfil, Guinea Bissau o Mali esperaban en el dique norte del puerto de Algeciras para que los llevaran a comisaría y pasar a disposición judicial. Algunos llevaban desde el 27 de julio. Otros, desde el 28. Llegaron a ser 385.

Algunos de ellos seguían a bordo del buque María Zambrano cuando el reportero visita el puerto. Pathefaye, un senegalés de 34 años, se resguardaba del sol bajo lonas azules de plástico. “Llevo tres días aquí. No sé qué van a hacer conmigo”, dice el chico, que en Marruecos pagó a una mafia 80 euros por montarse en una embarcación de plástico y remos. Salvamento tardó siete horas en dar con él y sus compañeros de travesía. Estaban a la deriva.

En la cubierta del barco hay agua y papel del baño. Los inmigrantes se relevan para cargar sus móviles en los puntos de corriente del buque. Dos de ellos aprovechan la red wifi de la embarcación para realizar una videollamada a casa.

Varios inmigrantes cargan las baterías de sus teléfonos móviles en el buque María Zambrano, donde han permanecido cuatro días. A. L.

Los subsaharianos que no están a bordo del María Zambrano se encuentran aseándose o esperan tumbados en el dique a que pase la ola de calor. Disponen de una decena de letrinas de plástico y un par de duchas.

Varios de ellos hacen cola en calzoncillos para darse un enjuagón. Otros, de religión musulmana, rezan en dirección a la Meca. Cuando EL ESPAÑOL está con ellos, una ambulancia se lleva a dos enfermos del grupo. Uno es un varón que sufre un fuerte dolor estomacal. La otra, una mujer que tiene el tobillo izquierdo vendado tras sufrir una quemadura.

Tendida sobre un cartón y rodeada de hombres, Afou Soumahoro cuenta que está embarazada. Tiene 23 años y es de Costa de Marfil. En su vientre lleva una niña de tres meses. Tiene miedo de perderla, según dice. “Estoy muy débil. No estoy feliz. Quiero quedarme en España, trabajar y darle una buena vida a mi niña”.

Inmigrantes se resguardan bajo mantas de Cruz Roja del calor, en el dique norte del puerto de Algeciras (Cádiz). A. L.

La mañana de este miércoles, Pablo Casado, nuevo presidente del PP, visitó el dique norte del puerto de Algeciras. Saludó a los alrededor de 40 inmigrantes que todavía quedaban allí. Les estrechó la mano uno a uno y les preguntó por su nombre alternando el inglés y el francés. Los otros alrededor de 300 inmigrantes habían ido a comisaría. Luego, se les reubicó en el polideportivo algecireño de El Saladillo.

"Las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez están produciendo un efecto llamada, tal y cómo he podido hablar con los inmigrantes. La política de inmigración no admite demagogia, se tiene que abordar desde la defensa de las fronteras y con cooperación en origen para que esas personas esclavizadas no se vean abocadas a una muerte segura", aseguró Casado. El nuevo líder del PP abogó por un plan Marshall en África".

300 inmigrantes rescatados en aguas del Estrecho

4. Los Barrios: a la espera del reparto de ropa

También se ha abierto un pabellón deportivo en la urbanización Los Cortijillos, a las afueras de Los Barrios, otro pueblo del Campo de Gibraltar vecino a Algeciras. Hasta ayer, allí permanecían 590 personas.

Había varios niños de apenas seis o siete años. Este miércoles se reagrupó en el polideportivo de Algeciras a los que estaban en este centro y a los otros casi 400 que aguardaban en el buque María Zambrano y sus alrededores.

Un día antes, un grupo de medio centenar de subsaharianos aguarda tras una valle verde a que se produzca el reparto de ropa que les han anunciado desde Protección Civil de Los Barrios. El calor aprieta. Varios voluntarios les entregan botellas de agua a los que se muestran sedientos. Quizás la Europa que soñaban era otra.

Grupo de inmigrantes instalados en un pabellón deportivo de Los Barrios a la espera de que les entreguen ropa. A. L.

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