Juan Francisco López, el hombre acusado de raptar, agredir sexualmente y matar a Laia, una niña de 13 años, el lunes pasado en Vilanova i la Geltrú, declaró este jueves que no recordar nada de lo que pasó la tarde del pasado lunes, cuando tuvieron lugar los hechos. El hombre aprovechó la presencia durante las tres horas del interrogatorio del abogado de la familia de la menor asesinada. Pidió perdón y dijo: "Si hice algo malo y que me maten o entreguen a esa familia”.

El acusado se encuentra ya en situación de prisión sin fianza, decretada por el juez. Juan Francisco relató al juez una situación del todo improbable: que se estaba duchando y que, al salir del baño se encontró a la niña muerta en la casa. Detalló además que se encontraba bajo los efectos de las drogas. 

Los investigadores de los Mossos d'Esquadra no tienen ninguna duda del móvil del crimen: que el presunto asesino de Laia intentó agredirla sexualmente. Terminaron el registro de la casa de madrugada donde fue encontrado el cuerpo de la niña. Sospechan además que ella se resistió y fue cuando él la estranguló. Su abogado dice que ha declarado ante el juez no recordar nada de lo que pasó porque estaba bebido y drogado y ha pedido "que me maten o me entreguen a la familia". El hombre ha sido enviado a prisión sin fianza.

Los investigadores creen que la niña asesinada en Vilanova se defendió de un intento de agresión sexual

"Voces en su cabeza"

“Decía que oía voces dentro de su cabeza”. Es lo que cuentan de Joan López Ortiz, el presunto asesino de Laia Alsina, en su entorno más cercano. Cuentan sus allegados que Joan había cambiado mucho en los últimos tiempos; que había sufrido varios ataques psicóticos recientes. Que oía voces, que creía que lo perseguían, que se estaba volviendo loco… Lo achacan a un incremento del consumo de cocaína registrado en los últimos tiempos. Ahora se metía más porque estaba deprimido y eso había derivado en desequilibrios psiquiátricos. Del mismo modo, en el entorno de Joan aseguran que llevaba tiempo sufriendo crisis de ansiedad.

Esta será, casi con toda probabilidad, la estrategia de la defensa en el caso del asesinato de la niña de 13 años Laia Alsina. El presunto asesino, Joan López, declarará el jueves 7 ante el juez. Es presumible que su abogado se aferre al extremo de los ataques psicóticos para presentarlo como atenuante. Lo más probable es que el letrado Álex Zaragüeta, que se encarga de la defensa del acusado, pida un informe médico para demostrar que la salud mental de Joan no es óptima.

No se conoce qué le pudo pasar por la cabeza cuando se cruzó con Laia. El hecho de que la niña fuera de origen chino -sus padres la habían adoptado hacía años- quizás jugara un papel relevante. Pero lo cierto es que, cuando ella fue salir de la casa de sus abuelos para que la recogiera su padre, el vecino del 1º la forzó a entrar a su casa. Ahí, la estranguló y la apuñaló con uno de sus cuchillos de cocina.