El juez ha puesto en libertad a la ya conocida como Manada de Murcia, tres hombres que presuntamente violaron en grupo a una joven de 23 años en la pedanía de Beniaján. Tras varias horas de declaración, el magistrado instructor ha decidido dejarlos libres.

Según cuenta La Opinión de Murcia, uno de ellos no ha regresado a su domicilio porque se le buscaba por un delito anterior. De ahí que haya ingresado en prisión, donde esperará hasta la celebración del juicio que tiene pendiente, al parecer referido al hurto y el tráfico de drogas. Sus dos compañeros han quedado en libertad con cargos, aunque con una orden de alejamiento respecto a su supuesta víctima. Mientras, la Justicia seguirá investigando.

A ojos del juez, el posible delito no es una agresión sexual, sino un abuso, lo que traza cierto paralelismo con el caso de La Manada sevillana. La Fiscalía no ha pedido prisión preventiva para ninguno de los tres porque considera que no existe el riesgo de la destrucción de pruebas ni el de la reincidencia.

Las dos versiones de lo sucedido

La víctima asegura que fue agredida sexualmente en dos ocasiones: una en un descampado y otra en un domicilio, precisamente donde se produjeron dos de las detenciones. 

En su declaración, la joven reiteró que fue agredida sexualmente y que, en ningún momento, dijo "sí" a mantener relaciones. Explicó que quedó con los tres investigados, que los conocía de antes y que, antes de lo sucedido, consumieron alcohol y drogas. También dijo que perdió el conocimiento y que, al despertar, se percató de que la habían agredido sexualmente.

Los tres sospechosos, en cambio, -de 48, 43 y 28 años- se defendieron alegando que el sexo estaba pactado y que pagaron veinte euros a la chica por sus servicios.

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