¿Qué debemos darle de comer a las mascotas? Dos veterinarias gallegas dan las claves

España cuenta con más de 30 millones de mascotas según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) y Galicia no se queda atrás. De acuerdo con datos ofrecidos por el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía a finales del año pasado, la cifra en la comunidad supera las 800.000. 

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Con una alta presencia de mascotas en los hogares, no es de extrañar que sus cuidados y en especial su alimentación sean una preocupación para las familias. En este contexto, nuevas opciones como la venta de comida natural ya preparada, cruda o cocinada, prometen ser una alternativa al pienso tradicional.

"Lo más importante en cuanto a la alimentación de nuestras mascotas es que debe estar adaptada a sus necesidades individuales, independientemente de si la alimentación es con comida natural o con pienso", resume Jessica Blanco, docente de Clínica Médica Veterinaria en la Universidade de Santiago de Compostela (USC).

Carmen Barreiro, coruñesa experta en nutrición veterinaria y la cara detrás del @pataconpata, considera que "tenemos normalizado el pienso, pero la alimentación ideal es la natural", a lo que añade que "los animales domésticos son los únicos que consumen pienso. Eso es impensable en animales que están en la naturaleza".

De todas formas, en ese caso no basta con darle a nuestras mascotas una dieta natural. "Debe ser una alimentación bien dada. Hay muchas formuladas que pueden tener carencias", detalla en relación a las opciones de comida ya preparadas. 

Entonces, ¿en qué fijarse para acertar con la comida de las mascotas? "Lo primero, en los ingredientes. Debería especificar bien todos los que tiene. Estos animales son carnívoros así que los primeros ingredientes tienen que ser carne y detallar de donde procede, ya que el aporte nutricional no es el mismo. Por ejemplo, puede ser 60 % pavo, del cual, un 20 % corazones, 10 % hígado... Luego, pueden llevar algo de verdura y podemos meter algún cereal o un poco de arroz integral".

Barreiro señala que no existe una regulación muy estricta en la venta de alimentos para animales, por lo que recomienda consultar con un veterinario nutricionista para acertar a la hora de escoger una alternativa u otra.

La profesora de la USC coincide en ello y añade que, además, hay que ajustar la alimentación a su etapa de vida, a su actividad y a si están esterilizados o no, además de posibles modificaciones si el animal sufriera una enfermedad.

En todo caso, antes de cambiar la comida que se le da a una mascota, es importante seguir un proceso de adaptación. "Si queremos pasar de una alimentación procesada a una más natural, tenemos que hacer una transición para ir acostumbrando poco a poco a su organismo", subraya Carmen Barreiro.

¿Mejor cruda o cocinada?

La comida cruda para animales, más conocida como dieta BARF (Alimentos crudos biológicamente apropiados, por sus siglas en inglés), es una opción cada vez más extendida entre quienes tienen mascota. La veterinaria explica que en un perro o gato sano resulta indiferente dar una alimentación cocinada o cruda. Esta última puede ser recomendable para un limpieza dental ya que "el pH de una dieta cruda ayuda un poco más a la destrucción de las bacterias. Pero realmente, si está sano, da igual uno u otro".

Blanco admite que todavía hay debate en torno a estas alternativas frente al pienso. "En mi opinión, no creo que una sea ni mejor ni peor que la otra siempre y cuando estén elaboradas por un especialista veterinario", apunta.

Si se opta por alimentación natural, ¿se puede dar a la mascota comida preparada en casa? Sí, pero con matices. "Con la dieta casera ves tú los ingredientes y evitas posibles problemas por romper la cadena de frío. Siguiendo unas pautas de un veterinario, es una opción recomendable", apunta la nutricionista.

Algo con lo que coincide la ANFAAC, que recuerda que seguir una dieta sin ayuda profesional "podría poner en riesgo la salud de nuestros animales". Solo así se reduce el riesgo de transmisión de enfermedades como toxoplasma, neospora, salmonela o listeria, añade la docente.

"Lo que no deberíamos hacer es dar la ración de pienso que le corresponda según sus necesidades y a mayores darle otros alimentos como comida húmeda o comida natural, ya que se puede acabar causando sobrepeso"

Jessica Blanco, docente de Clínica Médica Veterinaria en la USC

Si se hace una dieta en casa, Barreiro apunta que lo ideal sería "hacer rotaciones de mínimo tres proteínas: una carne blanca, una roja preferiblemente de rumiante y un pescado azul o blanco" y a estos ingredientes añadirles suplementos para lograr así una dieta completa. 

Entre los alimentos a evitar siempre están las cebollas, el ajo, las pasas, las uvas, el chocolate, los aguacates, algunas nueces y los endulzados con xilitol.

Cuando se opta por comprar comida preparada, Barreiro insiste en la importancia de que "detrás de la marca haya un veterinario nutricionista que la esté regulando. Los perros y gatos tienen requerimientos de calcio, fósforo, manganeso… Todo eso tiene que estar en la dieta y tiene que ser equilibrado".

Debido a su elevado coste, ofrecer una alimentación 100 % natural no siempre es una alternativa para todos los dueños de mascotas. En esos casos, la veterinaria recuerda que cada animal es un mundo, por lo que una dieta combinada de pienso y alimentos no procesados debe seguirse de manera individualizada. "Si le sienta bien, no hay problema. Si podemos meter un 20 % de comida natural, siempre va a ser mejor que cero".

"Lo que no deberíamos hacer es dar la ración de pienso que le corresponda según sus necesidades y a mayores darle otros alimentos como comida húmeda o comida natural, ya que se puede acabar causando sobrepeso", subraya Jessica Blanco.

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Pero la alimentación de un perro o un gato no acaba ahí. Es muy común que a estos animales se les premie con chuches que también influyen en su alimentación. "Mientras sean snacks saludables y no les atiborramos, soy fan número uno de premiar con chuches", apunta Barreiro. Como ejemplo de alternativas más sanas señala orejas de cerdo, tendones de vaca o patas de pollo, todo ello deshidratado, una opción que es cada vez más común en las tiendas especializadas.

De todas formas, recuerda que, como nos sucede a los humanos, "no pasa nada porque un día tomen algún procesado. Al final, se trata de primar lo natural y dejar lo procesado en un segundo plano, como hacemos en nuestras vidas".