Antonio Fariña, tercera generación de La Terraza
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El restaurante de Sada (A Coruña) reconocido Bien de Interés Cultural con más de un siglo de historia
La Terraza continúa activa en Sada 103 años después de que se trasladara desde el centro de A Coruña hasta el municipio vecino. Ahora, la tercera generación de los Fariña continúa inmersa en el negocio
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La historia de La Terraza de Sada no se entiende sin la familia que la ha sostenido durante más de un siglo. "Ha sobrevivido a una guerra, la dictadura y hasta una pandemia", resume Antonio Fariña, tercera generación al frente del negocio junto a sus dos hermanos. Aunque el estado de su fachada evidencia el paso del tiempo, con la pintura ya un poco cascada, es ahí donde está el encanto.
Y es que pocos saben que este emblemático quiosco modernista de madera y cristal no nació en Sada. La Terraza fue construida a comienzos del siglo XX en A Coruña por los hermanos Feal, junto al Pabellón Lino, otro edificio modernista que acabaría ardiendo. El éxito del local llevó a sus propietarios a intentar ampliarlo, pero el Ayuntamiento coruñés se lo impidió, obligándolos a desmontar la estructura original de madera para levantar una de cemento, la que hoy se conserva en la ciudad y que ahora se convertirá en la sede de la AESIA.
Fue entonces cuando el tío abuelo de Antonio Fariña entró en escena. El empresario compró la terraza desmontada y decidió trasladarla pieza a pieza hasta Sada. Corría el año 1923. Para hacerlo posible se asoció con Hipólito Suárez, abuelo del que años después sería presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.
Hipólito obtuvo la concesión del terreno y autorizó el relleno sobre el que se asentaría el edificio; el tío abuelo puso la construcción. Poco después, Suárez abandonó el proyecto y vendió su parte, quedando la terraza definitivamente en manos de la familia.
La Terraza en A Coruña antes de ser trasladada a Sada
Desde el primer día, fueron los abuelos de Antonio quienes estuvieron al frente del negocio. "Al principio alquilaron el edificio y con los años se lo compraron a mi tío abuelo. Y desde entonces nunca salió de la familia", explica.
La inauguración coincidió con la llegada del tranvía desde A Coruña, en cuya implantación, por cierto, también participó el tío abuelo de Antonio. Vecinos de la ciudad herculina empezaron a juntarse con los del municipio vecino. "De ahí que surgieran muchas parejas entre sadenses y coruñeses". Los bailes que acogía La Terraza eran el escenario perfecto para hacer surgir el amor.
Un restaurante con producto de mercado
Con el paso de los años, la parte de restaurante nunca se perdió. El mejor acompañamiento para los bailes de la época, y también para las bodas. Con una cocina de mercado, con producto directo de la ría situada a escasos metros del negocio.
La Terraza, en Sada (A Coruña).
La Terraza sigue siendo restaurante y cafetería, fiel a su origen. "A sartén y a fuego, sin florituras ni tecnología". Igual que el edificio, la carta ha sabido adaptarse sin perder identidad. Pescados, carne, marisco, todo muy de la tierra.
Declaración BIC
No fue hasta 2020 cuando La Terraza fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, tras décadas de intentos frustrados.
La declaración supuso un reconocimiento largamente esperado, aunque no resolvió todos los problemas. El edificio es privado, pero se asienta sobre suelo público y depende de una concesión administrativa hoy en litigio en la Audiencia Nacional. Para garantizar su conservación, la familia impulsó una fundación sin ánimo de lucro que canaliza ayudas y proyectos de restauración.