El coruñés Rafael Serrano, segundo en la fila de cicloturistas, en ruta esta semana en la provincia china de Yunnan.

El coruñés Rafael Serrano, segundo en la fila de cicloturistas, en ruta esta semana en la provincia china de Yunnan. Cedida

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El gallego que pedalea 700 kilómetros en China: "La gente se extraña al verme, me hace fotos"

Rafael Serrano, aficionado al cicloturismo, es el único occidental en una ruta en bici de dos semanas con 30 personas en la provincia de Yunnan. Las aplicaciones digitales de traducción le ayudan a comunicarse en un país del que le sorprenden sus infraestructuras "ultramodernas"

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Socializar sobre dos ruedas, desconectar pedaleando. Hay algo de intercambio cultural y también de ocio deportivo en la experiencia aventurera que estos días vive el coruñés Rafael Serrano en el suroeste de China con una bicicleta. Durante casi dos semanas recorrerá algo más de 700 kilómetros en la provincia de Yunnan. Es el único gallego, el único español y el único occidental en un grupo compuesto por unos treinta amantes del ciclismo, casi en su totalidad personas de países asiáticos.

Serrano, aficionado a la bicicleta desde hace décadas, empezó a apuntarse a rutas ciclistas con amigos hará unos diez años, primero en España, después en Portugal y Francia. En 2017 conoció la asociación estadounidense Cyclists for Cultural Exchange, con base en Santa Cruz (California), con la que pedaleó ese año en San Francisco.

"Fomentamos el entendimiento internacional a través del intercambio cultural basado en el interés por el ciclismo", reza su lema. Los fundadores son un matrimonio mayor formado por una rusa y un norteamericano que crearon una red global de cicloturistas para organizar uno o dos viajes en grupo cada año en distintos países.

Rafael Serrano, entre Cj Wang, organizador de Cyclist for Cultural Exchange, y Wang Lee, guía de la ruta por Yunnan.

Rafael Serrano, entre Cj Wang, organizador de Cyclist for Cultural Exchange, y Wang Lee, guía de la ruta por Yunnan. Cedida

La ruta que ahora cubre este coruñés por varias localidades y parajes de Yunnan responde a una invitación por parte de ciclistas del país asiático a raíz de que él se ofreciera a guiarles también este año en otro viaje por España y Portugal.

No es el primer recorrido que Serrano hace en la misma provincia de China, una región que reúne una gran cantidad de minorías étnicas y en la que cruzarse con un occidental supone una extrañeza. El anterior viaje lo hizo en 2024, aunque en un grupo en el que había cicloturistas de más nacionalidades y donde era más fácil la interacción.

"Los trenes, carreteras, aeropuertos... son increíbles. Viajar es rápido y cómodo. China se hace más potente, y a la vez más pequeña, por las facilidades en los desplazamientos"

Rafael Serrano, cicloturista de A Coruña de ruta en China

Esta vez el deportista gallego va provisto de aplicaciones y mecanismos digitales de traducción y geolocalización para poder entenderse mejor con sus compañeros de carretera asiáticos. Al menos hay también un estudiante inglés que en ocasiones sirve de intérprete.

"Con las aplicaciones We Chat y Alipay puedes hacer muchas cosas además de hablar, como pagar o reservar hoteles, aviones o taxis. Casi todo es digital y de uso sencillo. No hay dinero físico: en cualquier remoto pueblo se aceptan pagos con estas aplicaciones", cuenta Serrano, que considera que el gran problema de comunicación tiene mucho que ver con el contraste cultural.

Los participantes en el viaje en bicicleta en un lago en Yunnan.

Los participantes en el viaje en bicicleta en un lago en Yunnan. Cedida

"Al no haber occidentales en esta parte de China, salvo en zonas de negocios, yo soy como un bicho raro. La gente en las calles me mira y se extraña, me sonríe todo el rato, me hace fotos. La comunicación personal es muy difícil, también en inglés. Tengo que usar el traductor digital para que me entiendan: la inteligencia artificial es mágica", admite Rafael tras los primeros días. "Pero en el grupo todos son muy amables, estoy abrumado del fenomenal trato que me están dando".

Lo que más está sorprendiendo al coruñés es "la impresionante red de infraestructuras" china. "Los metros, los trenes, los aeropuertos, las carreteras... son increíbles, ultramodernos. Viajar es rápido y comodísimo. China se hace más potente de lo que uno cree, y a la vez más pequeña por las facilidades en los desplazamientos", comenta.

Viajar y socializar: un "privilegio"

La aventura que vive estos días Rafael Serrano comenzó el lunes 3 de febrero con su aterrizaje en Shanghai y de la metrópolis china voló a la ciudad Kunming para reunirse con el resto del grupo. Allí ya pudo montarse en la bicicleta desmontable que utilizará durante el viaje y conocer parte de la enorme ciudad (casi 9 millones de habitantes en 2020) y su entorno.

Foto de grupo de los cicloturistas en una población próxima a Kunming.

Foto de grupo de los cicloturistas en una población próxima a Kunming. Cedida

El itinerario se divide en jornadas de entre 15 y 80 kilómetros con circulación o paradas, entre otros sitios, en la capital de la provincia, Kunming, los lagos Dian y Fuxian, Kunyang, los condados de Tonghai y Yuanjiang, las ciudades antiguas de Jianshui, Shati y Shiping o Yisa Town, para regresar el último día a Kumming.

Entre el primer día y el último hay paradas en pueblos pequeños y aldeas en donde los organizadores explican tradiciones y características de cada lugar durante el tiempo de pedaleo o en el descanso para cenar, con visitas a monumentos y espectáculos de cultura tradicional, situaciones que a Serrano le hacen sentir "un privilegiado".

Espectáculo de una minoría étnica de la región de Yunnan que presenciaron los cicloturistas.

Espectáculo de una minoría étnica de la región de Yunnan que presenciaron los cicloturistas. Cedida

El coruñés ensalza el ciclismo como "forma fantástica" de viajar y socializar, esta vez conociendo lugares insospechados en donde los residentes, por ejemplo, tienen una idea "muy vaga" de España. "Al haber tantas minorías étnicas, están cerradas en sus tradiciones y ensalzan sus diferencias. Pero al mismo tiempo noto una pequeña intención de abrirse al turismo y darse a conocer", dice desde esta esquina remota de China.

Amistades en la carretera y 5.000 mascarillas

El placer por pedalear durante días lo comparte Rafael Serrano con otros cicloturistas que, como él, llevan años en la carretera sobre las dos ruedas. En 2017 hizo una ruta por Galicia (de Santa Tecla hasta la Torre de Hércules) con 25 personas de 14 países. En 2019, otra por las ocho provincias de Andalucía y Tánger. Un año después tenía previsto cubrir su primer recorrido en China, pero la pandemia anuló el plan, retomado el año pasado y repetido ahora.

Aquel primer viaje frustrado está acompañado de una bonita historia de solidaridad. Un taiwanés miembro de Cyclists for Cultural Exchange que había participado en la ruta gallega de 2017 compró a finales de enero de 2020 miles de mascarillas contra el COVID, y como el virus aún parecía lejano, no se había expandido tanto y creyó que no le hacían falta tantas decidió enviárselas a sus amigos y contactos. Como conocía a Serrano, le hizo llegar 5.000 mascarillas, que al final este entregó a Protección Civil y a Servicios Sociales del Ayuntamiento de A Coruña.