
Una de las señales del Camino Inglés a su paso por Cuatro Caminos en A Coruña.
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Coruña secreta: lo que el Camino de Santiago dejó en la ciudad desde la época medieval
Conocida como el Camino Inglés, esta ruta es una de las más cortas que tienen como destino la Catedral
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El cruceiro junto a la iglesia de San Andrés, la iglesia de San Jorge o la de Santiago son algunas de las huellas que ha dejado el paso del Camino de Santiago por A Coruña. Conocido como el Camino Inglés, una ruta de unos 73 kilómetros separa la ciudad herculina de la Catedral donde descansa el Apóstol.
Sus orígenes se remontan a la Edad Media, concretamente al siglo XII, cuando peregrinos procedentes de Inglaterra, pero también de otras zonas del norte de Europa como Irlanda, Escocia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia o Islandia, desembarcaban en A Coruña con el objetivo de llegar a Santiago.
El puerto coruñés ya tenía gran importancia por aquel entonces y las ya existentes rutas comerciales fueron las que favorecieron la creación de este Camino.
"Los peregrinos ingleses tenían dos opciones: o cruzar el Canal de la Mancha y hacer el Camino Francés a pie, o aprovechar las rutas comerciales para llegar a A Coruña", explica Joaquín Fernández, guía turístico en la ciudad.
Tras desembarcar, muchos peregrinos entraban por la antigua puerta del Parrote. "Non pola nova que está pegada ao hotel nunha muralla de finais do século XVI, senón a antiga, entre Capitanía e o xardín de San Carlos", apunta el historiador Xosé Alfeirán. La otra opción era Puerta Real.
A pocos metros tenían ya la iglesia de Santiago, que les daba la bienvenida a la ciudad.

Iglesia de Santiago, en A Coruña
En la zona del puerto, donde hoy en día se erige el Teatro Rosalía, existía otra iglesia. Esta era la antigua ubicación de la iglesia de San Jorge, situada ahora en las inmediaciones de la plaza de María Pita. Aunque no existen pruebas documentales, su origen se vincula a este peregrinaje por la devoción de los ingleses por este santo y la proximidad a su punto de llegada.
Pasando por Riego de Agua y la calle Real, los peregrinos primigenios seguirían por los Cantones. Como anécdota, Alfeirán indica que la señal actual está en los jardines de Méndez Núñez, una vía imposible de pasar en época medieval, ya que entonces esa zona era mar.
"Seguindo por Linares Rivas chegaban á pequena capela da igrexa de Santa Lucía", continúa el historiador.
El desvío del Camino
En este punto, saliendo de la zona centro, el Camino se adentra en el barrio de Cuatro Caminos para continuar por Monelos y Eirís y justo a su llegada a la avenida Fernández Latorre es donde el camino actual se desvía de su trazado original.
Xosé Alfeirán explica que "os peregrinos non ían polo que agora é Fernández Latorre, senón por Santa Lucía". La segunda calle es más antigua que la primera y, como prueba de ello, están los edificios que se conservan.
"A ruta seguía pola agora xa desaparecida prolongación de Castiñeiras, polo xardín frente a San Pedro de Mezonzo, ata a rúa Cabaleiros", explica el historiador, frente a una ruta actual que pasa por la fuente de Cuatro Caminos y que continúa por Pérez Ardá.
Desde ahí el Camino regresa a la avenida de Monelos continuando hasta Eirís.
Todo este recorrido, como indica el historiador, es la salida natural de A Coruña por su geografía como península. Así, la influencia del Camino fue mutua con la ciudad, reforzando comercios o la hostelería ya existente.
De todas formas, su corto trazado limitó la huella que pudieron dejar los peregrinos, que pasaban simplemente unas horas en la ciudad desde el inicio de su peregrinaje.
La poesía que cantaban los niños coruñeses para pedir dinero a los ingleses
Respecto a elementos identificativos, poco queda del camino medieval en la ciudad. Algunos de los vínculos que se conservan son el cruceiro junto a la iglesia de San Andrés que en su parte inferior presenta un detalle con bordones, palos utilizados habitualmente por peregrinos. De todas formas, para la historiadora Dolores Barral algunos elementos de este y otros cruceiros de la ciudad son mucho más recientes.
Otro guiño al Camino Inglés se encuentra en Santiago. En el museo de la Catedral se conserva el conocido como Retablo Goodyear.
El guía Joaquín Fernández explica que este fue un obsequio de un sacerdote de la isla de Wight en 1456 y que lo más probable es que llegase a Galicia por barco, ya fuera por A Coruña o por Ferrol. "Esta íntegro y tiene cinco tablas con la leyenda del Apóstol, como si fuera un cómic", añade.
Otro aspecto del Camino de época medieval que ha llegado hasta nuestros días es un poema que los niños coruñeses cantaban a los ingleses pidiéndoles una "blanca", una pequeña moneda de donde viene la expresión "estar sin blanca".
La canción gallega, recogida con una transcripción fonética por el inglés William Wey en 1456, decía así: "Sant Iago a Comopstela, xa vos leve a vosa terra! / Sant Iago bo varón, vos dea bo perdón! / Bo tempo, boa vía, bo vento, boa perpasía! / A estes que xuntasen unha branca, a vosa cortesía!".
En el siglo XVI, con el auge del protestantismo en Inglaterra, el Camino Inglés perdería importancia y quedaría casi olvidado durante siglos.
El requisito para obtener la Compostela
La imposibilidad de obtener la Compostela partiendo de A Coruña, al tener un trazado menor al mínimo exigido, también ha hecho de este peregrinaje uno menos atractivo que otras rutas.
Hay, sin embargo, una excepción. Las personas nacidas en A Coruña que recorran estos 73 kilómetros sí pueden obtener el reconocimiento de la Compostela al partir de su ciudad natal.

Una señal del Camino de Santiago en A Coruña.
Para el resto de europeos, la única manera de lograr la Compostela partiendo de A Coruña es sumando un tramo en su país o lugar de origen hasta alcanzar el mínimo de 100 kilómetros.
Fuera de estas fronteras, el Camino Inglés es todavía un desconocido.
Al mismo lugar donde desembarcaban los peregrinos ingleses llegan hoy en día los cruceristas que visitan la ciudad. El guía Joaquín Fernández explica que la mayoría de ellos conoce el Camino de Santiago, pero no esta ruta, algo que les sorprende en sus visitas a la ciudad coruñesa.