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Llega la temporada de los calçots: ¿Dónde puedes comerlos en A Coruña?

Este tipo de cebolla tierna se cocina a fuego vivo durante 10 minutos y luego se deja reposar en papel de periódico durante media hora
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De la cocina catalana han salido muchos platos y productos que han triunfado en el resto de España, pero hay uno con gran popularidad en su tierra que no es tan conocido: los calçots. Esta variedad de cebolla tierna procedente de Valls (Tarragona), se come acompañada de una salsa romesco y es tradición disfrutarla entre amigos en las llamadas calçotadas en esta época del año.

Los orígenes del calçot se remontan al siglo XIX. En esta época, un ciudadano de Valls descubrió su gran sabor al acompañarlo de una salsa. A mediados del siglo XX, el plato llegó a los restaurantes y su popularidad ha ido creciendo tanto, que en el lugar que lo vio nacer se celebra todos los años una tradicional calçotada el último domingo de enero.

La receta es muy sencilla. El calçot se cocina a fuego vivo durante 10 minutos y luego se deja reposar en papel de periódico durante media hora. A la hora de degustarlo se moja en una salsa romesco, que lleva tomate, ñoras y frutos secos. Si quieres probarlos, te dejamos tres propuestas en A Coruña y otra por la que merece la pena hacer una escapada.

Los pioneros: Casa Assumpta

Casa Assumpta es una casa rural en Arzúa (A Coruña) que además tiene restaurante. Allí llevan más de 20 años preparando el calçot, siendo los pioneros en importar este producto: "O noso restaurante é catalán, que é a nosa orixe, e un cliente propuxo facer unha calçotada. Fixemos publicidade e foi moi ben".

Calçots en Casa Assumpta (Foto: Cedida)

La materia prima tiene denominación de origen Valls y se prepara de forma tradicional acompañada de una salsa romesco casera hecha en la propia Casa Assumpta. Los calçots se comen en un menú degustación de la cocina catalana en el que se pueden disfrutar de otros platos típicos como el pan con jamón o la butifarra, entre otros. De postre, como no podía ser de otra forma, crema catalanaLas calçotadas empiezan en enero y duran hasta abril. Se llevan a cabo los sábados y domingos.

Calçotada en A Coruña: Golosía

Unos que han disfrutado de los calçots de Casa Assumpta son Vanesa Vázquez y Alberto Estévez, dueños del Golosía, un restaurante que abrió hace un año en A Coruña y que busca traer a la ciudad herculina esas tradicionales calçotadas.

Calçots en Golosía (Foto: Cedida)

Los propietarios de Golosía tildan las calçotadas como "una fiesta con amigos" que desde el año pasado comparten también con sus clientes. Para ello cuentan también con gran materia prima catalana y elaboración casera de todos los platos a excepción de la salsa romesco, que proviene de Cataluña. "Está buenísimo, la salsa es un despropósito, al final hasta acabas mojando el pan", dice Vanesa sobre este plato. Las calçotadas del Golosía se celebrarán los domingos a partir de las 14:00 horas.

Para tomar como entrante: La Escondita

La Escondita es otra gran opción para disfrutar del calçot en A Coruña. En este local el producto catalán es uno de sus entrantes, que sirve para abrir boca del resto de platos de la carta. Su relación con el plato se debe a la forma de cocinado de este restaurante: "Como hacemos todo a la brasa, los descubrimos y decidimos probar. Llevamos más de siete años haciéndolos y mucha gente nos llama para preguntarnos por ellos".

Calçots en La Escondita (Foto: Cedida)

Los calçots se hacen a la brasa y se acompañan de una salsa romesco casera. Este producto hay que comerlo de una forma un tanto peculiar, similar a los espárragos, por eso en La Escondita siguen una de las tradiciones catalanas de dar un babero a sus clientes para no mancharse.

Para probar otro estilo: Restaurante Greca

Calçots en Casa Greca (Foto: Cedida)

Las personas que quieran degustar el calçot de una forma diferente en su cocinado pueden visitar el Restaurante GrecaAquí los hacen asados en vez de a la brasa. Lo que sí comparten con la receta original es la salsa romesco, que preparan con tomate, ñora y avellanas y por supuesto, la mejor materia prima. En este restaurante la gente suele degustar los calçots en parejas o en grupo. "La ración es de doce y muchas personas aprovechan para montar sus propias calçotadas", según cuenta su propietario, Víctor Rubio.

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