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La Lola 54 de Ferrol, un soplo de aire fresco para la hostelería de la calle Dolores

El jovencísimo ferrolano, Álvaro Cobelo, inaugurará mañana un local de hostelería en la que será su primera aventura empresarial
El joven propietario de La Lola 54.
Quincemil
El joven propietario de La Lola 54.
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Tras conocer que Ferrol es la ciudad con la tasa de actividad más baja de todo el país, noticias como esta invitan, aunque sea un poco, al optimismo. Con tan solo 20 años, Álvaro Cobelo, reabrirá mañana La Lola 54, en la céntrica calle Dolores. Álvaro tenía claro, como dice la canción de Los Limones, que “aquí quiere quedarse” y en esta empresa está poniendo todo su empeño el joven ferrolano.

Mientras ultima los detalles finales del “lavado de cara” al que ha sometido al local, algunos curiosos le preguntan por la apertura y bromean sobre la posibilidad de “barra libre para todos” y aunque las restricciones sanitarias no le permitan la inauguración soñada, adelanta, “alguna sorpresa habrá”. Una estupenda noticia para el Barrio de A Magdalena que arrastra una seria problemática en materia de recuperación del pulso del sector servicios y que el propio concello trata de paliar a través del programa “Ferrol ciudad viva”.

Cobelo, que tiene experiencia previa en el mundo de la hostelería, y, se ha decidido a dar el salto al mundo empresarial a pesar de la situación sanitaria, confía en que las aguas vuelvan a su cauce porque, sentencia, “es un buen momento, va todo mejor y era una gran oportunidad”. Además, contará con la colaboración de una profesional a la que ha contratado para esta etapa inicial y con la que trabajará “mano a mano”.

Terraza, pieza clave

Con las medidas sanitarias, que limitan el aforo en interiores, contar con una terraza es un plus para cualquier hostelero y en La Lola 54 habrá, en principio, 6 mesas en el exterior ya que, tal y como relata Cobelo, el local se adquiere “en régimen de traspaso y era lo que tenían autorizado los anteriores propietarios”. No obstante, ya ha solicitado una ampliación al concello para poder doblar la cantidad de mesas en terraza.

En cuanto al “concepto de local” se mantiene prudente y expectante, a expensas de las demandas que vaya detectando por parte de la clientela. Afirma que será un ambiente idóneo para “las cervezas del mediodía y el tardeo” y cuando se pueda “tomar las primeras copas de la noche ferrolana”. Trabajará con Estrella Galicia que aquí es “apuesta segura”.

En función de la respuesta, estudia incorporar un “menú degustación de tapas frías” aunque, a pesar de su juventud, se muestra cauto y esperará “a ver cómo va la cosa”. Le tranquiliza el trajín de personas que se acercan a preguntar por la fecha de apertura que, confiesa, “lleva siendo constante toda la semana”.

Inauguración "light"

La previsión es inaugurar mañana y, aunque tendrá que ser una apertura “light, para los primeros que lleguen” porque “el sitio es el que es y hay que cumplir la normativa”, Cobelo adelanta que “algo se hará” para hacer de ese día tan importante algo especial.

Álvaro que “no está nervioso” avanza que “mañana sí lo estará” y confía en que “todo va a salir bien”. Se lo debe a su familia que le ha apoyado desde el minuto cero y ha confiado en que podrá sacar esta nueva empresa adelante. Porque Cobelo no ha querido renunciar a Ferrol y, a pesar de que sus amigos “han optado por irse fuera”, él ha elegido vivir aquí porque le gusta Ferrol y si todo va bien le encantaría establecerse en la ciudad. Mañana dará el primer paso para cumplir sus objetivos y, de paso, dar un soplo de aire fresco a la hostelería de la calle Dolores.

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